La ESA se prepara para estudiar las nubes, los aerosoles y su influencia en el clima
El proyecto EarthCare se lanzará no antes del 28 de mayo, a las 00:20 hora española (22:20 GMT), en un cohete Falcon 9 de SpaceX desde California
Desentrañar los misterios de nubes y aerosoles, cómo influyen en la regulación del clima y en el delicado equilibro de la temperatura en la Tierra será el cometido de EarthCare, una nueva misión satelital de la Agencia Espacial Europea (ESA) que tiene previsto despegar a finales de mayo.
Desarrollada en colaboración con la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), EarthCare se lanzará no antes del 28 de mayo, a las 00:20 hora española (22:20 GMT), en un cohete Falcon 9 de SpaceX desde California
El satélite intentará completar una pieza del complejo rompecabezas climático: cómo afectan las nubes y los aerosoles (pequeñas partículas como el polvo suspendidas en el aire), al equilibrio energético de la Tierra, lo que servirá para mejorar la precisión de los modelos y apoyar la predicción numérica del clima.
La misión “está a punto de comenzar y es realmente relevante para analizar los retos climáticos que tenemos en la actualidad,” destacó en una rueda de prensa virtual la directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Simonetta Cheli.
La experta recordó que el año pasado fue el más caluroso desde que hay registros y esta misión también ayudará a analizar cómo se gestiona el balance de radiación de la Tierra, “lo que significa que está relacionada con el aumento de las temperaturas”.
Regulación del clima
El balance de radiación es un factor clave en la regulación del clima. La energía en la atmósfera es un equilibrio entre la radiación solar entrante, que calienta nuestro planeta, y la radiación térmica saliente, que lo enfría. Este equilibro es crucial, ya que determina la temperatura del planeta y está influido por factores como las nubes o los aerosoles.
El director de proyecto y jefe de funciones de EarthCarte, Dirk Bernaerts, destacó que tanto las nubes como los aerosoles cambian mucho y rápidamente de forma y lugar. De ahí “la importancia de observar todo a la vez y al mismo tiempo”, que es lo que permitirá esta misión.
El satélite está equipado con cuatro instrumentos “tecnológicamente avanzados” -resaltó- y con capacidades únicas, como el lidar atmosférico, que proporciona con precisión la distribución y las propiedades de los aerosoles y las nubes, lo que es crucial para mejorar los modelos climáticos y comprender el papel de estas variables en el balance energético.
Este lidar es "algo único" que nunca se había construido para el espacio, según el director del proyecto por parte de Airbus, que es contratista principal, Maximiliam Sauer.
EarthCare también lleva un radar de perfil de nubes, que permite observar su estructura interna; una cámara multiespectral, para diferenciar entre varios tipos de nubes, aerosoles y la superficie de la Tierra, y un radiómetro de banda ancha para cuantificar el balance energético, agregó Bernaerts.
Una vez que EarthCare esté completamente operativo, los primeros datos llegarán a la comunidad científica a finales de este año o comienzos de 2025.
Hakuryu, el dragón blanco
Una misión que, por parte de la ESA, ha contado con un presupuesto total de 800 millones de euros, un 30 % más de lo previsto inicialmente, debido no solo a la “complejidad de la misión”, sino también a los cambios de lanzador o la inflación, entre otros factores, precisó Cheli.
JAXA es responsable de uno de los instrumentos, el radar de perfil de nubes, a lo que destinó unos 52 millones de euros, indicó el responsable de la agencia japonesa para esta misión, Eiichi Tomita, quien destacó que los equipos se refieren a EarthCare como ‘Hakuryu’, un dragón blanco de la tradición japonesa.
Un proyecto cuya puesta en marcha ha requerido de 15 años, implicado un consorcio de 75 compañías y unas 500 personas en toda Europa, dijo Sauer.
Todos los responsables subrayaron la importancia de la colaboración establecida, tal y como remarcó el director general de tecnología de JAXA, Futoshi Takiguchi, quien recordó que “el cambio climático no es un problema del futuro, es una realidad a la que ya nos enfrentamos y amenaza nuestro bienestar”.
El satélite, con un vida mínima prevista de tres años, tiene 17,2 metros de longitud, pesa 2.200 kilos y cuenta con un panel solar de 21 metros cuadrados.
EarthCare es la más compleja de las misiones ‘Earth Explorer’ (explorador terrestre) de la ESA, que proporcionan información fundamental para comprender cómo funciona nuestro mundo y el impacto que tiene la actividad humana en los procesos naturales, destacó Cheli.
Hasta ahora, las misiones ‘Earth Explorer’ han explorado, por ejemplo los vientos, con Aeolus; la humedad del suelo y la salinidad de los océanos, con SMOS; o el campo magnético de la Tierra, con Swarm.