VIDEO | Lago Crawford demuestra inicio del Antropoceno
El impacto del ser humano en la tierra ha provocado el inicio de una nueva época
Contaminación, actividad nuclear... ¿Qué tan grande es el impacto del ser humano en la Tierra? Un grupo de investigadores considera que es lo suficientemente grande como para hablar de un cambio de época. Estamos en el Antropoceno. Sin embargo, parte de la comunidad científica difiere y piensa que nuestra huella en el planeta aún no es tan importante, considerando que la cronología de nuestro planeta comenzó hace 4,600 millones de años.
La era del impacto del ser humano en la Tierra, conocida como Antropoceno, ya ha comenzado, según un grupo de investigación que ha llevado a cabo su labor en el lago Crawford cerca de Toronto, Canadá. Allí han encontrado sedimentos con restos de microplásticos, cenizas de la combustión de petróleo y carbón, e incluso restos de explosiones nucleares.
¿Qué es el Antropoceno? Científicos presentan evidencias de un cambio 'humano' en la era geológica.
"Hace un siglo, pensábamos que el hombre tenía un impacto marginal en la naturaleza, pero en realidad es una fuerza geológica", explicó Colin Waters, presidente del Grupo de Trabajo del Antropoceno.
Esto es una clara evidencia para estos investigadores, aunque la comunidad científica aún no la ha aceptado por completo.
La discusión se centra en determinar si el impacto humano, aunque innegable, es lo suficientemente importante como para hablar de un cambio de época. Actualmente estamos en la era Cenozoica y en la época del Holoceno, que comenzó hace menos de 12,000 años después de la última glaciación.
El término Antropoceno ha estado en circulación durante apenas dos décadas, mientras que la cronología de la Tierra comenzó hace 4,600 millones de años.
El momento exacto en que comenzó la época propuesta sigue siendo tema de debate. Algunos sugieren que comenzó durante la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX.
Según el equipo científico, los cambios más profundos no ocurrieron hasta la década de 1950, cuando el rápido crecimiento económico y demográfico disparó las emisiones de gases de efecto invernadero, y cuando los radionucleidos de las pruebas de armamento se infiltraron en suelos y sedimentos.