De radares y eso...
¿Cómo es posible que la oficina llamada a informar correctamente al pueblo sobre los huracanes se equivoque de tal manera, al decir que el huracán Fiona no tocaría tierra?
Lo voy a poner tal como lo dijo, frente al presidente Luis Abinader y a todo el país, a muy pocas horas de que Fiona tocara tierra: “A 120 kilómetros de distancia de la costa nuestra, o sea, que no es que va a entrar, esto sería entre las 2:00 de la madrugada del lunes y las 2:00 de la tarde del mismo lunes, que estaría ese sistema transitando en el Canal de la Mona paralelo a esa costa este y noroeste nuestra”.
Eso lo dijo la directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Gloria Ceballos, en lo que fue una equivocación catastrófica, que no me sorprendería haya llevado al aparato gubernamental a tomar decisiones equivocadas con relación al paso del huracán Fiona, a pesar de que el propio Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) ponía al fenómeno sobre tierras dominicanas y causando terribles estragos en la zona este.
A eso se sumó que cuando se le preguntó sobre la situación de los radares Doppler para detectar incidencias meteorológicas en República Dominicana, su respuesta fue poco humilde y ni se acercó a ser la más indicada.
Los seres humanos tenemos derecho a equivocarnos, pero hay instantes es lo que esos deslices pueden ser de corte destructivo. Me parece que esta es una de ellas. ¿Cómo es posible que la oficina llamada a informar correctamente al pueblo sobre los huracanes se equivoque de tal manera, al decir que Fiona no tocaría tierra?
La información estaba a la mano en el CNH y los meteorólogos independientes John Morales y Jean Suriel lo señalaron tan pronto tuvieron los datos. Igualmente, esos dos profesionales han clamado por años por la presencia de una red de radares Doppler en el territorio nacional para mejorar los pronósticos.
En sentido, hablando de radares y eso, le digo al presidente Luis Abinader que encienda los suyos y no haga caso de lo que se le dice por esos lares. Sepa que el mayor legado que puede hacer a República Dominicana es adquirir buenos radares Doppler y convertir al país en un referente del pronóstico climático en la región.