El ajedrez
Estados Unidos y Rusia intercambiaron prisioneros en un raro momento, cuando permea la tensión por la invasión a Ucrania.
Mientras Estados Unidos y Rusia se pelean a nivel retórico por la invasión a Ucrania, en la trastienda, ambos gobiernos gestaban una maniobra que ha dejado a todos con la boca abierta, al intercambiar dos prisioneros como en los mejores momentos de la guerra fría.
La movida ha sido toda una sorpresa, pues se da en tiempos en que Estados Unidos lidera una intensa agenda internacional contra Rusia, provocada por la decisión del presidente Vladimir Putin de invadir Ucrania. Entre esas movidas se encuentran severas penalidades contra oligarcas rusos y personas cercanas a Putin.
Esa ofensiva, sin embargo, fue dejada a un lado y mientras ambos países se pelean en público por el conflicto ucraniano, detrás del telón cocinaban el intercambio del ciudadano estadounidense Trevor Reed, un exmilitar arrestado y encarcelado en Rusia, por el piloto ruso Konstantin Yaroshenko, preso en Estados Unidos por narcotráfico.
Las razones para el intercambio todavía son turbias y no han sido especificadas, a pesar de que se hace fundamental comprenderlas en un momento en que las dos potencias mantienen en vilo al mundo con sus referencias a armas nucleares y cosas de ese tipo.
Reed es un exmarine de Texas que fue condenado en julio de 2020 a cumplir nueve años de prisión en Rusia, después de atacar a agentes de la policía en medio de una borrachera. Reed aseguró ser inocente en su momento y afirmó que no recordaba el pleito. Yaroshenko, por su lado, fue detenido en Liberia en 2010 por tráfico de drogas, desde donde fue extraditado a Estados Unidos para ser condenado a 20 años de prisión en septiembre de 2011.
El ajedrez jugado para intercambiar a estos dos personajes ha sido mucho, sobre todo, en un momento en el cual los aliados de Estados Unidos y la misma Ucrania podrían sentirse traicionados por este contacto diplomático a destiempo y en medio de una campaña unida contra Rusia.
A mí esto me huele a espías por todas partes, porque repito, esa fichas del ajedrez internacional no se mueven por un soldado borracho y un narcotraficante en África. Hay mucho que no sabemos de ese intercambio y sospecho que tampoco llegaremos a conocerlo por completo, porque cuando de seguridad nacional se trata, nunca se hace pública la “verdadera verdad”, como decían en mi barrio.