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Cuéntame del dólar

El alza del dólar en República Dominicana responde a una tendencia de largo plazo influida por la inflación y políticas monetarias

“Amigo, cuéntame del dólar, ¿crees que seguirá subiendo en los próximos días?”  Basta con analizar la tendencia ascendente de la tasa de cambio registrada desde la eliminación, en los años ochenta, de la paridad del peso frente al dólar, para responder que seguirá subiendo en los próximos días, semanas y meses. Ese comportamiento no excluye que se puedan producir ligeras reducciones puntuales, pero lo habitual es que luego retome su trayectoria de largo plazo cuya tendencia alcista responde, en gran medida, a que la tasa de inflación anual promedio de la República Dominicana supera a la de Estados Unidos.

La relevancia de la pregunta formulada radica en que la variación de la tasa de cambio del primer trimestre del presente año es la mayor registrada en períodos similares desde la crisis bancaria de 2003 y 2004. Si la cotización del dólar cierra marzo en 63.38 pesos por dólar, que es el nivel observado al 21 de este mes, se habría registrado una variación acumulada de un 3.5 % respecto al promedio de diciembre de 2024, equivalente a una tasa anualizada de un 14.8 %. De mantenerse ese ritmo de depreciación en lo que resta del año, la tasa de cambio se ubicaría en diciembre en casi 70 pesos por dólar.

Esa variación es atípica. Entre enero de 2012 y febrero de 2020, el alza de la tasa de cambio fue de un 4 % anual, equivalente a un ritmo mensual de un 0.33 %. Sin embargo, la pandemia del covid-19 provocó un cambio de régimen en la política monetaria. El cierre económico global que se llevó a cabo para contener la propagación del virus llevó a los bancos centrales a flexibilizar excesivamente los agregados monetarios, lo que elevó la volatilidad cambiaria.

En la República Dominicana, a partir de marzo de 2020, se redujo la tasa de interés de referencia en 150 puntos básicos, hasta llevarla a un 3 % anual en agosto de ese año, y se inyectó liquidez por más de 200 mil millones de pesos para que se otorgarán préstamos a tasas inferiores a las prevalecientes en el mercado. La flexibilización monetaria provocó que, entre abril y julio de 2020, la tasa de cambio subiese a un ritmo promedio mensual de un 2.1 %.

A partir de septiembre de 2020, se adoptaron medidas monetarias restrictivas que redujeron la tasa de cambio de 58.47 a 53.52 pesos por dólar en septiembre de 2022. Durante ese período de dos años, los valores en circulación del Banco Central, que sirven para extraer liquidez del mercado, aumentaron de 623,099 millones de pesos a 871,173 millones de pesos, diferencia cercana a un 40 %. Además, entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022, las autoridades monetarias elevaron la tasa de interés de referencia en 550 puntos básicos, llevándola a un 8.5 % anual. Como consecuencia, la tasa de interés activa promedio ponderado se incrementó alrededor de 600 puntos básicos, ya que pasó de un 9.95 % en septiembre de 2020 a un 15.89 % en mayo de 2023. De manera similar, la tasa de interés pasiva subió durante ese mismo período en 678 puntos básicos, y alcanzó en mayo de 2023 un 10.36 %.

La citada apreciación del peso frente al dólar no resultó gratis. La política monetaria restrictiva desaceleró el ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB) hasta situar la variación interanual acumulada a abril de 2023 en apenas un 1.6 %. Para revertir esa situación, las autoridades iniciaron a partir de mayo de 2023 una nueva fase de flexibilización monetaria. Por ese motivo, la tasa de interés de referencia se redujo en 275 puntos básicos, hasta colocarse en un 5.75 % en diciembre de 2024. Al mismo tiempo se inyectó liquidez por casi 200 mil millones de pesos a bajas tasas de interés y, después de que el total de los valores en circulación del Banco Central superará el millón de millones de pesos en el segundo semestre de 2023, las autoridades comenzaron a redimir a vencimiento esos títulos financieros, los cuales se redujeron en casi 175 mil millones de pesos entre septiembre de 2024 y marzo de 2025. El aumento de liquidez de pesos por encima de la demanda requerida para realizar transacciones económicas acentuó la tendencia a convertirlos en dólares.

La mayor flexibilidad monetaria impulsó el crecimiento del PIB en un 5 % en 2024, pero al mismo tiempo explica, en gran parte, el significativo aumento de la tasa de cambio observado en lo que va de 2025, a pesar de que se han realizado intervenciones periódicas en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales. La evidencia anterior permite afirmar que, para reducir el ritmo de depreciación que actualmente lleva el peso dominicano, será necesario adoptar medidas monetarias restrictivas que eleven el rendimiento de los instrumentos financieros denominados en pesos.

Tomando en consideración que la Reserva Federal mantendrá durante varios meses más su postura monetaria restrictiva, se puede estimar que la tasa de interés pasiva debe aumentar al menos 200 puntos básicos hasta situarse en un 11 %. El Banco Central, cuyas Notas han comenzado a colocarse con una tasa de rendimiento en el entorno del 12 %, debe enviar el mensaje adecuado al mercado financiero para que el retorno de los instrumentos en pesos suba y se frene la tendencia a la sustitución de pesos por dólares.

Dado que “en economía no hay almuerzo gratis,” la estabilidad del peso frente al dólar tendrá un costo: las tasas de interés más altas disminuirán la inversión y el consumo, lo que impactará negativamente el crecimiento del PIB. Esto, junto al hecho de que la Reserva Federal de Estados Unidos proyecta que la política arancelaria y migratoria de Trump reducirá a un 1.7 % el crecimiento del PIB de la principal economía del mundo, permite deducir que en 2025 la expansión económica de la República Dominicana se situará por debajo del 4.5 % que estima el Fondo Monetario Internacional. En el mejor de los casos, el crecimiento económico se ubicará entre un 3 % y un 3.5 %, si es que se desea recuperar la estabilidad cambiaria y mantener el anclaje de las expectativas de inflación.

Si la cotización del dólar cierra marzo en 63.38 pesos por dólar, se habría registrado una variación acumulada de un 3.5 % respecto al promedio de diciembre de 2024, equivalente a una tasa anualizada de un 14.8 %. De mantenerse ese ritmo en lo que resta del año, la tasa de cambio se ubicaría en diciembre en casi 70 pesos por dólar.

TEMAS -

Economista y matemático. Graduado de la Universidad de Chicago y doctorado en Economía de la Universidad de Barcelona. Profesor de Economía Matemática.