Luto en el periodismo
Ayer fue un día triste para el periodismo dominicano
Ayer fue un día triste para el periodismo dominicano. Fallecieron don Mario Rivadulla y Orlando Gil, dos periodistas de raza que supieron ser testigos acuciosos y contar décadas de vida política y social del país.
Don Mario tenía el talento de hacer amigos con un exquisito trato y una dulzura no siempre comunes en este oficio. Cubano que encontró en su exilio una segunda patria y por la que sufría y quería como si fuera propia. Pronto se hizo un hueco en la prensa dominicana y trabajó hasta muy recientemente con una honestidad indiscutida y una lealtad hacia sus clientes que lo hacían insustituible.
Orlando Gil ha sido sin duda uno de los mejores periodistas políticos. Nadie como él para establecer contactos y ganarse la confianza de una clase que no siempre hace buenas migas con la prensa. Irónico y divertido, sus columnas eran la primera lectura del día para muchos porque manejaba los entresijos del poder y los contaba de una forma inimitable. Don Mario y Orlando, con estilos tan diferentes, hicieron de su pasión un oficio que ya es lección para otras generaciones.