Lecturas de París

La noticia nos llega entre consideraciones políticas variadas: ¡este año, tendremos Juegos Olímpicos, vaya que hacían falta! La fecha de inicio está clara: el viernes 26 de julio (19 días de 329 competencias). Uno planea verlos en la trasmisión y estar atentos a algunas disciplinas. Como para otras actividades globales, ir a Davos por ejemplo, el presupuesto es limitado. Que nos lleguen por una tele entusiasmada y en la trasmisión que arriba a los celulares (imperdible en la voz de los comentaristas). Ahora lo que se debate en París son asuntos relativos a la seguridad, el hospedaje y la movilidad en un evento que traerá mucha gente desde todas partes del mundo. La entrada para ver la final de los 100 metros ronda por los 125 euros de inicio. En la página oficial de los Juegos se enfatiza en lo siguiente: chequear a Armand Duplantis en su intento de lograr su segundo título olímpico y chequear a Shelly-Ann-Fraser-Pryce en los 100 metros femenino. Ver a estos atletas será un encuentro principal como lo será ver el desempeño de Yulimar Rojas, Ana Peleteiro, o Leyanis Pérez.  

En los tempranos ochentas, estos juegos tenían la amable presentación de los cronistas criollos. En la compañía de un sanduche casero, no pedíamos pizza por delivery (eran los ochentas) los cronistas le hacían a uno más llevadero el evento. Con toda la esperanza en los bolsillos, esperamos que para estos juegos la participación dominicana sea buena: algunos atletas nos hacen mejores y elevan el fervor patrio. Como en una vieja tradición, lo que ocurre en los Juegos Olímpicos es celebrado con el mayor ahínco por todo el mundo: se trata de la fiesta global del deporte.

A los que sueñan con ir a este evento, les parece interesante todo el ritual que hay detrás: prepararse para ver la mayor cantidad de disciplinas y no perderse las favoritas. Aunque sea desde la comodidad de tu casa, debes entrar en el evento como si lo hubieras planeado durante años. «Ouvrons Grand les Jeux»

en español: “Abramos a lo grande los Juegos” es el lema del gran encuentro deportivo.  

Visto hacia atrás, es cierto que recuerdas algunas estrellas de los eventos de atletismo y la memoria de lo que ocurrió en acontecimientos dramáticos del deporte. Estas memorias te llevan a pensar en que no puedes perderte una simple hora: tienes que disponer de una nevera llena de gaseosas, con los snacks que has descubierto en un inteligente viaje a algunas tiendas. Lo esencial es que París llegue con toda la aclamación y que celebres el evento como si estuvieras allí, a pocos metros de la torre. En una decisión de último minuto, la gente que sigue al Paris Saint Germain dirá que esta es la ocasión perfecta para un viaje y les preguntarán a otros si quieren acompañarlos.

A eso de las dos de la tarde, en el concurrido restaurante donde tuve la noticia de los juegos, ocurría algo que noté de inmediato: un grupo de correlegionarios había venido a una reunión con un político. Entre una multitud, el esperado dirigente entró al lugar con todo un aparataje que todavía hoy es interesante para los entrevistadores. En ese lugar donde no se esperaba que colocaran un juego del Chelsea o del PSG, muchos hubieran dicho que la entrada y el aparataje era una indecencia. Que todo el mundo estuviera allí a la espera de las declaraciones poselectorales del político, ahora que todos querían saber su opinión sobre las elecciones recientes, nos parecía un acto extremadamente mediático: había gente que grababa.

Sobre todas las cosas, he dado algunas ideas: ir a ese lugar maravilloso que es París y comenzar a tomarte fotos para la posteridad y las cuentas de Twitter (ahora X). Postearías en IG todo en este evento porque es totalmente cierto que los Olímpicos son una de las pocas cosas que nos quedan –el Mundial es otro–, para decir que la belleza está en todos los lugares: las canchas, los encuentros disputados entre los equipos y el Olimpismo del pedagogo francés Barón Pierre de Cobertain, fundador de los Juegos Olímpicos modernos y del Pentatlón moderno. Es una ocasión como ninguna otra. Lo que algunos dicen es cierto: tenemos unos juegos pero también tenemos eventos no deseables en el escenario global.

Con alguna música de fondo, todo el mundo administra el año como se pueda: las salidas, los viajes y las decisiones de inversión. Como ha ocurrido en otros eventos –recordemos Francia 90–, ir a París este año no es que salga tan barato.

Como alguno habrá notado por las fechas, tendremos elecciones antes del encuentro con París de este año. En el caso de las elecciones norteamericanas, estas serán para el cinco de noviembre, casi al final. La gran cantidad de personas que están preparadas para las elecciones en Estados Unidos es increíble: la gente piensa que este es el final del mundo: se nos parece a esos días en que todo el mundo se prepara para la llegada de un huracán. Compramos muchos enlatados. Compramos de paso algunos chocolates para regalar ahora que vemos que estos no están tan caros como otros pensarían. Esperemos los juegos que serán memorables.

León de Moya

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El autor es mercadólogo, escritor y melómano nacido en 1974.