Jekill y Hyde
Trump es el líder que refleja la transformación estadounidense
Lejos de RD. Es innegable que la figura de Donald Trump marca un hito en la política en los Estados Unidos. Su triunfo, que incluyó el voto popular, evidencia un fenómeno que habla de él como líder, pero también de la transformación profunda de la sociedad estadounidense. Más allá de su estilo directo y habilidad para generar titulares, Trump conectó con un electorado que, sintiéndose ignorado o menospreciado por las élites políticas tradicionales, encontró en él una voz, aunque fuera disruptiva y cargada de controversia.
La posverdad y las fake news devinieron herramientas clave. Aunque alarma que la manipulación de hechos —como la afirmación de que los haitianos “comen mascotas”— haya encontrado eco, debemos preguntarnos por qué tantas personas aceptan narrativas simplistas y poco fundamentadas. Tal vez, en una era de información instantánea y superficial, la verdad compleja y matizada resulta menos atractiva que los mensajes claros y contundentes, aunque falsos o exagerados.
En su discurso de celebración invitó a “poner atrás las divisiones” y “unirnos por el éxito de Estados Unidos”. Conciliador. No podemos, empero, olvidar el recorrido fangoso hasta la Casa Blanca. Jekill y Hyde. ¿Cabe la posibilidad de otro Trump capaz de cerrar las brechas que él mismo ayudó a abrir, que sepa explotar positivamente las emociones, el resentimiento y las frustraciones de un amplio sector de la población?
En el fondo, su victoria obedece a esos millones de personas dispuestas a seguir a alguien que promete escucharlas, sin que les importe el marcado maquiavelismo de los medios. El fenómeno Trump obliga a reflexionar sobre el tipo de sociedad que estamos construyendo y si, en el contexto actual, otros políticos imitarán sus métodos, aprovechando el descontento popular para un constructo ad-hoc.