Un policía mata a un hombre en Nueva Caledonia tras visita de presidente francés
Siete personas, entre ellas dos gendarmes, perdieron la vida en Nueva Caledonia
Un agente de policía, que había sido "agredido físicamente" por manifestantes, mató el viernes a un hombre de 48 años en Nueva Caledonia, elevando a siete el número de muertos en los disturbios en este archipiélago francés, indicó la fiscalía.
La muerte llega un día después de la visita del presidente francés, Emmanuel Macron, para intentar desactivar los disturbios en este territorio situado en el océano Pacífico, que Francia colonizó a mediados del siglo XIX.
"Un grupo de una quincena de individuos agredió físicamente" a dos policías que circulaban por Dumbea, al norte de la capital caledonia Numea, explicó en un comunicado el fiscal Yves Dupas.
"En circunstancias aún por determinar, el funcionario habría efectuado un disparo con su arma reglamentaria para zafarse del altercado físico", agregó el ministerio público, que abrió una investigación.
Siete personas, entre ellas dos gendarmes, perdieron la vida en Nueva Caledonia desde el inicio de la crisis el 13 de mayo. El reciente deceso es el primero en el que una persona murió a manos de un miembro de las fuerzas de seguridad.
Los disturbios estallaron por la oposición de los pobladores originarios canacos, independentistas en su mayoría, a una reforma del censo electoral local que el gobierno francés quería aprobar para finales de junio.
El plan busca ampliar el derecho a voto a las elecciones provinciales a quienes llevan viviendo al menos diez años en este territorio situado a unos 17,000 kilómetros de la metrópolis y a unos 1,200 de la costa este de Australia.
La normativa actual lo reserva a los electores inscritos en 1998 y a sus descendientes. Muchos canacos, que constituyen alrededor del 40% de la población, temen que la reforma diluya su influencia en las instituciones caledonias.
En su visita exprés, Macron abrió la puerta a aplazar la aprobación de la reforma y dar "más tiempo para alcanzar un acuerdo global" entre fuerzas independentistas y las partidarias de seguir en Francia.
Los disturbios llevaron a las autoridades a decretar un estado de emergencia, cerrar el aeropuerto internacional de Numea, imponer un toque de queda y prohibir las reuniones públicas y la venta de alcohol.