El presidente de China, Xi Jinping, llega a Serbia para profundizar la cooperación
China considera a Serbia el primer socio del comercio libre chino en Europa Central y del Este
El presidente de China, Xi Jinping, llegó este martes a Serbia en una visita oficial de dos días para profundizar la cooperación y la amistad que los representantes de los dos países califican de "de acero".
Dos cazas serbios acompañaron el avión con Xi a bordo desde la frontera serbia hasta el aeropuerto de Belgrado, donde fue recibido por el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y varios ministros del Gobierno.
El presidente Xi, acompañado de una delegación de unas 400 personas, visita Serbia como parte de su primera gira por Europa en cinco años, que lo llevó primero a Francia y que concluirá en Hungría.
El miércoles, tras la recepción oficial, Xi y Vucic mantendrán una reunión y también participarán en una ceremonia en la que se firmarán una treintena de acuerdos bilaterales.
La llegada de Xi se produce el día en que se cumple el 25 aniversario del bombardeo de la Embajada china en Belgrado por las fuerzas de la OTAN durante la intervención de la Alianza Atlántica en la guerra de Kosovo.
Antes de la llegada a Belgrado, Xi declaró que China no olvidará nunca el "bombardeo flagrante" de su embajada, el 7 de mayo de 1999, en que murieron tres periodistas chinos, y que "no permitirá nunca de se repita la tragedia histórica".
China considera a Serbia el primer socio del comercio libre chino en Europa Central y del Este.
Serbia, un país de 6,7 millones de habitantes, candidato al ingreso en la Unión Europea (UE), forma parte de la nueva Ruta de la Seda, un proyecto global chino para impulsar el comercio con el mundo.
En octubre pasado, los dos países firmaron un acuerdo de libre comercio que entrará en vigor en julio y eliminará progresivamente los aranceles para miles de productos.
China es uno de los principales inversores en proyectos de infraestructuras viales y ferroviarias en Serbia.
Para Serbia, China, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, es clave por su apoyo a su postura contraria a reconocer la independencia que su antigua provincia de Kosovo autoproclamó en 2008, y que ha sido reconocida por la mayoría de las potencias occidentales.