Los talibanes prohíben la entrada a Afganistán a relator sobre derechos humanos de la ONU
Acusan al relator sobre derechos humanos de la ONU de “hacer propaganda” contra su régimen
Los talibanes han prohibido la entrada en Afganistán del relator de Naciones Unidas sobre los derechos humanos para el país asiático, Richard Bennett, por "difundir propaganda", afirmó este miércoles a EFE una fuente de los fundamentalistas.
"Bennett ya no tiene permitida la entrada a Afganistán", dijo un portavoz de los talibanes, Hamdullah Fitrat.
Tanto la fuente como el principal portavoz del Gobierno interino de los fundamentalistas, Zabiullah Mujahid, acusaron al relator de la ONU de "hacer propaganda" contra su régimen.
Mujahid, en un mensaje en vídeo, señaló que Bennett "exagera problemas menores y los propaga".
Lo que los talibanes califican de "asuntos menores", que según los fundamentalistas son únicamente una cuestión interna de Afganistán, son en realidad una serie de graves violaciones de los derechos humanos desde que se hicieron con el poder en agosto de 2021, y que Bennett viene denunciando repetidamente.
"Hemos documentado ejecuciones públicas y castigos corporales recientemente. El disenso pacífico ha sido ahogado (mientras que) la violencia y la amenaza de violencia son utilizados con impunidad para controlar con miedo a la población", indicó el relator sobre derechos humanos en su último informe, publicado el pasado marzo.
Bennett también ha denunciado la rápida degradación de la situación de las mujeres en Afganistán, que desde la llegada de los talibanes han visto sus derechos severamente limitados.
Las imposiciones de los talibanes van desde estrictos códigos de vestimenta hasta las trabas para acceder al mercado laboral, así como la prohibición de la educación superior femenina en todo el país.
Durante una rueda de prensa en Ginebra a mediados de agosto, más de treinta expertos, entre los que se encontraba Bennett, afirmaron que la situación en el país asiático sigue empeorando y pidieron a la comunidad internacional evitar cualquier acción en la que se asuma que se trata de la "nueva normalidad".
Estas y otras críticas de la comunidad internacional han frenado hasta ahora un reconocimiento oficial del Gobierno interino de los talibanes, a pesar de gestos como la admisión de un embajador fundamentalista por parte de China o los pasos de Rusia hacia la normalización de las relaciones.