Este 12 de enero se cumplen 15 años del terremoto de Haití que dejó más de 300,000 muertos
Además de los fallecidos, el sismo de 7.2 grados causó 350 mil heridos
Este 12 de enero se cumplen 15 años del devastador terremoto de magnitud 7.2 en la escala de Richter, con epicentro a tan solo 15 kilómetros de Puerto Príncipe, que sacudió a Haití en el año 2010.
Este sismo causó más 300,000 muertos, 350,000 heridos y alrededor de 1.5 millones de personas se quedaron sin hogar. La mayoría de los afectados presentaron traumas, fracturas y quemaduras.
Durante las primeras nueve horas se registraron 26 réplicas mayores a 4.2 grados en diferentes puntos de la península de Tiburón, de los cuales doce fueron mayores a los 5.0, siendo las más fuertes las de 5.9, 5.5 y 5.1.
El sismo fue perceptible en países cercanos como Cuba, Jamaica y la República Dominicana, donde provocó temor y evacuaciones preventivas.
Balance se conoció un año después
Contar el número de víctimas fatales debido a que los escombros invadían las calles y avenidas de Puerto Príncipe fue difícil.
Los datos definitivos de los afectados fueron dados a conocer por el entonces primer ministro Jean-Max Bellerive en el primer aniversario del sismo, el 12 de enero de 2011, cuando se conoció que en el sismo habían fallecido 316 mil personas; 350 mil más habían quedado heridas, y más de 1.5 millones de personas se habían quedado sin hogar, con lo cual, el terremoto sigue siendo considerado como una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.
Colapso de edificaciones
Mientras muchas viviendas colapsaron tras el terremoto, otros edificios gubernamentales de construcción más sólida, como el Palacio Nacional se derrumbaron.
Un hospital en Pétionville, un suburbio de Puerto Príncipe, donde se atiendían diplomáticos ciudadanos de las clases más pudientes, se derrumbó producto del terremoto y la Catedral de Puerto Príncipe también cayó.
De acuerdo a numerosos informes, un gran porcentaje de los edificios públicos, tales como hospitales, escuelas, estaciones de policía, oficinas de ministerios, iglesias, cárceles e incluso morgues, fueron destruidas o dañadas de tal forma que no se podían utilizar. Lo mismo ocurría con la infraestructura de comunicaciones, así como el principal muelle que servía al país, quedó inoperable.
El aeropuerto de Puerto Príncipe resultó dañado y cuya torre de control se derrumbó, tuvo que dejar de aceptar vuelos debido a la saturación de la demanda y falta de combustibles.
El general Mario Montoya, en ese entonces embajador de Colombia en República Dominicana, quien se encontraba en Haití al momento de la catástrofe, comentó en ese momento que “la situación está muy grave... no hay agua, no hay luz, no hay bomberos”.
Ayuda humanitaria
Poco después del terremoto que azotó al país, la ayuda humanitaria no se hizo esperar y desde la República Dominicana, los Estados Unidos, países latinoamericanos y europeos, la Cruz Roja Internacional, la Secretaría General Iberoamericana, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) entre otros, se anunció el envío de dinero, alimentos, voluntarios, bomberos, expertos y hasta perros especializados en búsquedas para asistir al país caribeño.
Vulnerabilidad ante los desastres naturales
Haití ha resultado ser uno de los países más vulnerables a desastres naturales del mundo.
Tras la devastación por el sismo, la nación caribeña también sufrió una grave epidemia de cólera, importada en 2010 por los cascos azules de Nepal, que infectó a 520 mil personas y causó la muerte de por lo menos siete mil ciudadanos. La epidemia solo fue totalmente controlada en 2019.
En 2016, el huracán Matthew barrió el suroeste del país causando 573 muertes y dejando unos dos millones de damnificados.
El 14 de agosto del 2021, Haití sufrió otro gran terremoto, esta vez de 7.2 grados el cual dejó un saldo de 2,100 muertos y miles de heridos.
Hoy día, más de 4.5 millones de haitianos se mantienen viviendo en una situación de inseguridad alimentaria y de salud, en una nación asolada por la inestabilidad política, llegando incluso a reportarse varias zonas que han sido tomadas por bandas criminales.