Filipinas y Japón dispuestos a concluir un pacto de defensa militar
El mandatario filipino visitó Japón en febrero pasado
Las negociaciones comenzaron este viernes en Manila. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, discutieron la posibilidad de pactar una cooperación militar que permitiría un libre tránsito de sus fuerzas armadas en ambos territorios. Estas negociaciones suceden en un contexto marcado por la ambición de China que desea convertirse en una potencia militar, cuya presencia en los mares de Asia preocupa a Filipinas y Japón, y a otros países vecinos.
El mandatario filipino visitó Japón en febrero pasado, y aprovechó esta visita de Estado para exponer la idea de un acuerdo de seguridad entre su ejército y las fuerzas militares niponas y estadounidenses, similar al ya existente entre Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.
Ahora que es el turno del primer ministro japonés de visitar Filipinas, Marcos Jr no ha dejado pasar la oportunidad para retomar esta idea y dar paso a las negociaciones con su homólogo. El objetivo sería mantener una presencia militar en ambos países, cuyas tropas pudiesen desplazarse libremente entre sus territorios, así como la creación de una estrategia de seguridad conjunta.
La sombra de Taiwán
Además de patrullas marítimas, Japón ya ha proporcionado a Filipinas un sistema de vigilancia costera que este país “haga valer sus derechos marítimos”. Estas muestras de cooperación militar no son gratuitas: si China llegase a invadir Taiwán, Japón y Filipinas estarían directamente implicados por cuestione geográficas.
En Japón se encuentra el grupo militar estadounidense más numeroso en el extranjero. Su estrategia consiste en desplegar sus fuerzas a lo largo de los archipiélagos que rodean China, desde las costas niponas hasta Filipinas, pasando por Taiwán.
El pasado domingo 22 de octubre, un incidente entre embarcaciones chinas y filipinas en el Mar Meridional encendió un nuevo foco de tensión. Este ha sido el accidente más grave registrado hasta ahora en las aguas en disputa, aunque nadie resultó herido. Estados Unidos expresó su respaldo a su aliado histórico, Filipinas, tras rechazar las acciones de Beijing.