Macron concluye una tensa visita en la isla de Mayotte, devastada por el ciclón Chido
El Gobierno francés declara el 23 de diciembre día de luto nacional tras la tragedia en Mayotte
El presidente francés anunció su intención de "reconstruir" Mayotte, archipiélago del océano Índico, y prometió la llegada de agua y alimentos antes del domingo por la noche, tras el paso del devastador ciclón Chido.
El mandatario reconoció la legitimidad de la ansiedad de la población, aunque se mostró exasperado por las acusaciones de una población desesperada.
Emmanuel Macron concluye este viernes su visita a la isla francesa de Mayotte, devastada por el ciclón Chido, con una reunión de crisis para indicar al Gobierno las “acciones útiles” que debe emprender, tras haberse enfrentado desde la víspera a la angustia de unos habitantes divididos entre la exasperación y la desesperación.
Zonas afectadas
El viernes por la mañana, el Jefe del Estado inició su visita recorriendo zonas alejadas de Mamoudzou, la capital del departamento más pobre de Francia, donde la ayuda, el agua, la electricidad y los alimentos tardan en llegar.
En Tsingoni, una comuna sin salida al mar al oeste de Grande-Terre, la principal isla del archipiélago del océano Índico, le reclamaron por la escasez. “Queremos agua, queremos agua”, suplicaban los habitantes.
“Hemos enviado a los militares para que despejen las carreteras”, y “todo se va a distribuir”, dijo el presidente, reconociendo que hacía falta “mejor información” porque la falta de información “crea ansiedad”. En cuanto al restablecimiento de las líneas telefónicas, “va a llevar tiempo”, pero “vamos a poner sistemas por satélite”, prometió.
El jueves, durante una primera jornada intensa y a veces tensa en estas islas devastadas el 14 de diciembre por el ciclón más violento desde hace 90 años, Emmanuel Macron pudo comprobar la amplitud de los daños y la magnitud de la angustia.
“Decidí dormir aquí porque me parecía que, ante lo que estaba viviendo la gente”, marcharse el mismo día podría haber “instalado la idea de que venimos, miramos, nos vamos”, explicó a la prensa esa misma tarde. “Es una muestra de respeto y consideración”, añadió.
Desesperación e impaciencia
El presidente se enfrentó durante largas horas a la impaciencia, la cólera y la desesperación de los mayotenses, que a menudo lo han perdido todo.
“¡Macron dimisión!", “dices estupideces”, “agua, agua, agua”, le gritaban jóvenes y madres el jueves por la noche. Incapaz de detallar las medidas que había esbozado a lo largo del día, Emmanuel Macron finalmente espetó: “¡Yo no soy el ciclón! Yo no soy el responsable”.
“No enfrenten a la gente. Si enfrentan a la gente entre sí, estamos jodidos, porque está contentos de estar en Francia. Porque si no fuera Francia, ¡tendrían 10,000 veces más en la mierda!”, gritó el presidente a la multitud. “No hay ningún lugar en el océano Índico donde la gente reciba tanta ayuda”.
Según cifras provisionales, 31 personas murieron y unas 2,500 resultaron oficialmente heridas. “Es probable que haya muchas más víctimas”, ha reconocido Emmanuel Macron, recordando que se ha puesto en marcha una misión para verificar el balance de víctimas.
En Mozambique, el ciclón Chido, que azotó este país africano el domingo, se cobró al menos 73 vidas.
Alrededor de un tercio de los más de 100,000 habitantes de Mayotte, incluidos los inmigrantes ilegales de la vecina Comoras, viven en viviendas precarias.
Uno de los objetivos de la «ley especial» prometida por el presidente para “reconstruir” Mayotte es “acabar” con las viviendas precarias y “eliminar” estos asentamientos “indignos” y “peligrosos”. El primer ministro, François Bayrou, ha fijado un plazo potencial de dos años para esta reconstrucción.
A mediano plazo, el presidente también ha dicho que quiere “intensificar la lucha contra la inmigración clandestina” aumentando a casi el doble el número de personas deportadas en la frontera, de 22.000 en 2023.
Emmanuel Macron ha fijado el lunes 23 de diciembre como día de “luto nacional” en solidaridad con Mayotte, con banderas ondeando a media asta y un minuto de silencio en toda Francia a mediodía.