Mayotte: ‘En 40 años, nunca habíamos visto un fenómeno natural tan violento’
El miedo y la falta de refugio agravan el balance trágico de víctimas
RFI entrevistó a Ambdilwahedou Soumaila, alcalde de Mamoudzou, la principal localidad de Mayotte, archipiélago devastado por el ciclón Chido hace tres días. Según este responsable local muchos habitantes no buscaron protección en los refugios porque un fenómeno natural tan violento no se había producido en las últimas cuatro décadas. Entrevista de Arnaud Pontus.
¿Cuál es el balance humano del ciclón Chido que arrasó Mayotte el sábado?
Lamentablemente ya son 22 muertos, es el último informe del centro hospitalario de Mayotte en este momento. También hay más de 1,400 personas heridas, de las cuales 48 están en estado grave. Pero todos aquí compartimos el mismo miedo: que el balance sea aún más trágico.
Hay zonas completamente devastadas, sobre todo en las alturas de Mamoudzou, donde seguramente vivían muchas personas en barrios de chabolas.
Aún no se han iniciado las labores de búsqueda. Vamos a comenzar esta mañana. He pedido que se movilicen brigadas para localizar posibles sobrevivientes o, desgraciadamente, cuerpos. Esperamos encontrarlos. En cualquier caso, estamos haciendo todo lo posible para lograrlo.
¿Cómo describiría usted lo que ocurrió?
Nuestro territorio está completamente devastado. Es un territorio sin agua, sin alimentos, sin electricidad, sin carreteras, un territorio sin techo. Es la destrucción total. Este fenómeno natural no le dio ninguna oportunidad a nuestro territorio.
El ciclón golpeó de lleno Mayotte que, por lo general, está protegida de cierta manera por Madagascar. Normalmente, los ciclones llegan al archipiélago con menor intensidad. Pero esta vez no fue así. En 40 años, nunca habíamos visto un fenómeno tan violento.
Después de que se activara la alerta ciclónica, habíamos organizado un dispositivo para alojar a los habitantes en refugios de emergencia: escuelas, colegios, liceos.
En ese momento había 10,000 plazas disponibles. Sin embargo, solo 3,500 personas acudieron. ¿Por qué? Porque en nuestra cultura del riesgo esto no está arraigado. La gente nunca había visto algo así, no lo creían posible.
¿Recibieron llamadas pidiendo ayuda?
Sí, recibimos cientos de llamadas de emergencia. Desafortunadamente, ya era demasiado tarde para rescatar a esas personas. Cuando se activó la alerta violeta, nadie podía salir, ni los servicios de rescate ni las fuerzas del orden. Cuando pasó, ya era muy tarde para que esas personas pudieran llegar a los refugios disponibles.
También se habla de migrantes ilegales, personas indocumentadas, que habrían temido caer en manos de las autoridades. ¿Cree usted que esto pudo influir en la gravedad del balance?
Sinceramente, no lo sé. ¿Fue ese el motivo por el que la gente no acudió? No estoy seguro. ¿Por qué? Porque, si tomo el último informe que me enviaron mis agentes desde nuestro centro de crisis, recibimos a más de 12,500 personas, entre ellas muchos niños.
Como usted sabe, aunque los niños estén en territorio francés, no son considerados personas en situación irregular. Los padres podrían haber enviado a sus hijos con nosotros, pero no lo hicieron.
Así que, en mi opinión, fue más un problema de percepción: la gente no pensó que algo así pudiera ocurrir, al menos con esta intensidad.
Han comenzado a llegar refuerzos desde La Reunión, que servirá como plataforma logística. ¿Le parece suficiente el dispositivo implementado?
A la vista de la magnitud de los daños, no. Por eso, el ministro del Interior y de los Territorios de Ultramar, acompañado del secretario de Estado para la Francofonía, pidió el despliegue de refuerzos adicionales en términos de fuerzas de seguridad.
La protección de bienes y personas es esencial. Sin electricidad, cuando cae la noche, siempre hay personas que se aprovechan de la situación. Por eso, llegarán refuerzos adicionales al territorio. Es importante.