Rusia a sus mujeres: "Quédense en casa y den a luz a más soldados"
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró estar en contra de prohibir el aborto, pero al mismo tiempo señaló que la interrupción del embarazo iba en contra de los intereses del país.
Después de décadas de crisis demográfica, los estragos del Covid-19 y las pérdidas en Ucrania, la Rusia de Putin incita a las mujeres a tener hijos. El acceso al aborto y a anticonceptivos están en punto de mira.
Hasta ahora, el derecho al aborto no había sido seriamente cuestionado en Rusia, pero hace tiempo que el giro conservador del régimen de Putin es evidente con la represión política y la persecución de personas pertenecientes a colectivos LGTBIQ+ o Femen, por ejemplo. Ahora, el aborto vuelve a estar en el punto de mira del gobierno de Putin, y no solo por un tema de creencias, sino también, por los crecientes problemas demográficos que afronta el país.
Esta semana, en su rueda de prensa anual, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró estar en contra de prohibir el aborto, pero al mismo tiempo señaló que la interrupción del embarazo iba en contra de los intereses del país. El aborto está visto como una traición a la nueva ideología oficial conservadora del país.
La guerra de Ucrania es, sin duda, una gran influencia en estas nuevas políticas. Según cuenta para AFP, Leda Garina, militante feminista rusa que vive en el exilio en Georgia, la medida envía un claro mensaje a las mujeres: "Quédense en casa y den a luz a más soldados". Según las cifras oficiales del Ministerio de Defensa Ucraniano, entre el 24 de febrero de 2022 y el 26 de noviembre de 2023, más de 324.830 soldados rusos murieron o quedaron heridos en el conflicto. Si a esto, le sumamos las últimas declaraciones del presidente de Ucrania, quién afirma que no hay fecha para el fin de la guerra, tiene cierto sentido que Putin ya prepare una nueva generación de soldados rusos.
Tras haber sido, la Rusia bolchevique, el primer país del mundo en despenalizar el aborto en 1920, hoy vive otra realidad. La Rusia de Putin restringe el aborto en clínicas privadas, se les pide a los médicos de establecimientos públicos desalentar a las mujeres a interrumpir su embarazo y se dificulta el acceso a contraceptivos de urgencia, en una multitud de regiones rusas. Bajo la premisa de "resolver el problema demográfico" del país, Putin promulga la procreación, declarando que "las mujeres deben preservar la vida del bebé".*
Aunque la medida ya se está aplicando en gran parte del territorio, algunos se muestra reticentes aún. Por lo que, el gobierno de Putin ya ha empezado a sancionar a aquellos profesionales que se resistan.
Las regiones que adoptan ya la medida de restringir el aborto, están las clínicas privadas de la regiones de Chelyabinsk, Lipetsk, Kursk, Tatarstán o la anexionada Crimea, quienes ya anunciaron que no realizarán abortos bajo ninguna circunstancia.
Otras clínicas privadas limitan la prestación de este servicio presionando a las mujeres para que acudan al sistema público, donde los tiempos de espera son largos y, de este modo pierden la oportunidad de hacerlo pasadas las 12 semanas de gestación contempladas legalmente.
Por su parte, el Ministro de Salud de Crimea, Konstantin Skorupsky, pidió a los directores de los centros privados dejar de "proporcionar" la interrupción legal del embarazo para comprometerse con la misión patriótica de “mejorar la situación demográfica”.
No obstante, en otras regiones, las autoridades están aplicando sanciones a los centros médicos que se oponen a restringir el acceso al aborto, con multas de hasta 50.000 rubios (500 euros).
Es claro que restringir el aborto no aumenta las tasas de natalidad y por el contrario, pone en riesgo a las mujeres. La mayoría que aborta en Rusia son ya madres con dificultades financieras. Según la demógrafa Viktoria Sakevich para AFP, esta política represiva puede hacer emerger un peligroso mercado negro de píldoras abortivas, incluso, con el tiempo, intervenciones quirúrgicas clandestinas, hasta el punto de eliminar tratamientos accesibles con el seguro médico.
Aunque en las clínicas públicas, ya hay consultas destinadas a disuadir a las mujeres de abortar, el Ministerio de Salud recomienda estrategias más contundentes, como "detener, presionar y asustar" a las mujeres, según la demógrafa Sakevich.
Además de que en algunas regiones, existen recompensas financieras para los médicos que consiguen convencer de no abortar a una paciente.
La politóloga Ekaterina Schulmann también asegura para AFP que las autoridades rusas se equivocan al orientar su cruzada natalista hacia las mujeres, y que "deberían luchar contra la mortalidad precoz de los hombres, principal causa de la disminución de la población, en vez de intentar incitar a las mujeres a tener más hijos".