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Crisis en Haití
Crisis en Haití

Posturas muy diferentes en el debate de la ONU sobre la crisis en Haití

República Dominicana respaldó el envío de una fuerza militar y la aplicación de sanciones

Estados Unidos y México están impulsando dos resoluciones ante el Consejo de Seguridad

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Posturas muy diferentes en el debate de la ONU sobre la crisis en Haití
Haitianos participan de una protesta en rechazo a la intervención militar extranjera y en demanda de la renuncia del primer ministro Ariel Henry, el lunes 17 de octubre en Puerto Príncipe (Haití). (EFE/ JOHNSON SABIN)

Los miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenaron la violencia que reina en Haití por las pandillas, se preocuparon por la propagación del cólera y algunos mostraron sus reservas sobre el envío de una fuerza extranjera para ayudar al Gobierno haitiano.

Helen La Lime, la máxima representante de la ONU en Haití, presentó un informe en el que afirmó que el cólera exacerba la actual crisis de seguridad, humanitaria, económica y política que enfrenta ese país, por lo que instó al Consejo de Seguridad a actuar y con decisión.

La Lime describió una situación sombría que se desarrolla en el país, con la rápida propagación de la enfermedad y las pandillas que siguen bloqueando Varreux, la principal terminal petrolera, lo que limita el funcionamiento de los hospitales y proveedores de agua. 

Estados Unidos y México están impulsando dos resoluciones ante el Consejo de Seguridad. Una para establecer sanciones a las bandas y a quienes la financien. La segunda es apoyar el despliegue inmediato de una fuerza armada ajena a la ONU, limitada y de “alcance cuidadoso” para mejorar la situación de seguridad y permitir el paso de la ayuda humanitaria.

La misión estaría dirigida por un país socio con la experiencia "profunda y necesaria". “En última instancia, dicha misión dependerá del apoyo de los Estados miembros de la ONU, y este proyecto de resolución solicita explícitamente contribuciones de personal, equipo y otros recursos”, explicó la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield.

Estados Unidos dijo estar consciente de la historia de la intervención internacional en Haití. “Debemos buscar un rumbo diferente, uno que pueda responder mejor a la crisis humanitaria y de seguridad en Haití y poder abordar directamente las necesidades del pueblo haitiano”, agregó Thomas-Greenfield e indicó que se necesita una asistencia internacional efectiva, pero específica, acompañada de un diálogo político.

México, a través de su embajador Juan de la Fuente, afirmó que la comunidad internacional “está dispuesta” a brindar apoyo a la nación haitiana y dijo confiar en que el Consejo de Seguridad apoye las resoluciones. “Debe quedar claro que no se trata de sancionar al Gobierno de Haití, sino contra quienes atenta contra la gobernanza a través de la violencia y mantiene aterrorizada a la población civil”, aclaró el embajador y señaló que el Consejo de Seguridad debe responder con un elevado sentido de responsabilidad y trabajar con las solicitudes del Gobierno haitiano, pero no replicar los errores del pasado.

Otras superpotencias

Rusia y China mostraron ante el Consejo de Seguridad sus reservas al envío de una fuerza de intervención para ayudar al Gobierno haitiano a controlar la situación de seguridad y sanitaria en el país. Geng Shuang, representante de China, aconsejó tener cautela al decidir enviar o no la fuerza. “En un momento en que el gobierno haitiano carece de legitimidad y es incapaz de gobernar, ¿el envío de una fuerza de acción tan rápida a Haití recibirá la comprensión, el apoyo y la cooperación de las partes en Haití o enfrentará resistencia o incluso desencadenará una confrontación violenta?”, cuestionó Shuang. 

En igual tenor, el representante de Rusia, Dmitry Polyanskiy, señaló que el grupo de la oposición en Haití no quiere una intervención extranjera por la experiencia en el pasado. Por lo que pidió que se tengan en cuenta esas opiniones y se analicen todas las consecuencias de llevar un contingente extranjero. Polyanskiy no compartió que se apruebe una resolución sobre sanciones. “Cualquier sanción del consejo es grave y requiere un análisis detallado de su efectividad a largo plazo”, dijo. 

No viven, sobreviven

Jean Victor Généus, ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Haití, dijo que el pueblo haitiano no vive, sino que sobrevivir, y describió una situación angustiosa que se desarrolla, con cuatro millones de niños que no pueden ir a la escuela debido a la violencia generalizada de las pandillas. Généus señaló que la Policía Nacional de Haití necesita un apoyo sólido para enfrentar la crisis humanitaria, neutralizar las bandas armadas, garantizar la distribución gratuita de combustible y facilitar la reanudación de las actividades.

"Debemos buscar un rumbo diferente, uno que pueda responder mejor a la crisis humanitaria y de seguridad"Linda Thomas-GreenfieldEmbajadora de EE. UU. ante la ONU

RD y la fuerza militar 

Roberto Álvarez, ministro de exteriores de República Dominicana, mostró preocupación a que la crisis de seguridad y sanitaria de Haití desborde las fronteras y respaldó el envío de una fuerza militar así como la aplicación de las sanciones contra quienes apoyen las bandas armadas. "Como ya hemos afirmado, todos los esfuerzos en procurar un ambiente de paz en ese país deben ser paralelos a un proceso político inclusivo, liderado por los propios haitianos, en aras de alcanzar la necesaria unidad nacional, para abordar las causas fundamentales de su prolongada crisis", agregó Álvarez.

El representante de Belice, Carlos Fuller, hablando en nombre de la Caricom, se hizo eco de la condena de los miembros del consejo a la guerra incesante y las acciones de las pandillas que esencialmente han paralizado el país y subrayó la necesidad de fortalecer la capacidad de la Policía Nacional de Haití para restaurar completamente la seguridad y el estado de derecho. 

Fuller también señaló que la Caricom realiza consultas internas para determinar la mejor respuesta al llamado del primer ministro Ariel Henry para asistencia a corto plazo para abordar las crisis humanitarias y de seguridad. “Todos los esfuerzos para hacer frente a los desafíos aparentemente insuperables deben ser liderados por haitianos”, consideró, por lo que abogó por un diálogo inclusivo entre haitianos.

Otras opiniones

Nathalie Broadhurst, representante de Francia, señaló que tomó nota de la solicitud del Gobierno haitiano sobre el despliegue de una fuerza y pidió a la comunidad internacional redoblar sus esfuerzos para ayudar al pueblo. Broadhurst exigió una respuesta enérgica ante la situación de salud y seguridad, así como más apoyo eficiente a la policía. La embajadora se mostró favorable a que se establezcan sanciones e indicó que Francia está lista para hacer más para apoyar las necesidades del pueblo haitiano y trabajará con México y Estados Unidos para este fin.

Reino Unido saludó el proyecto de resolución de México y Estados Unidos sobre un régimen de sanciones. El embajador James Kariuki acogió con beneplácito las discusiones de los miembros del Consejo de Seguridad sobre la autorización de una misión de asistencia y agregó que tales esfuerzos deben estar dirigidos a las necesidades haitianas, incluso para combatir la violencia endémica, y deben apoyar un entorno donde libre y se pueden llevar a cabo elecciones justas.  

Irlanda mostró su preocupación por las violaciones sexuales en Haití que son utilizadas por las bandas armadas como una forma de instaurar el miedo en la población, sobre todo en mujeres y niños. “Irlanda apoya plenamente el llamamiento del secretario general para el apoyo urgente a la Policía Nacional de Haití, a raíz de la solicitud del Gobierno de Haití”, aseguró el embajador Fergal Tomas Mythen, quien también mostró su apoyo a la resolución de establecer un régimen de sanciones, dirigido específicamente en contra de las bandas armadas.

Irlanda dijo estar “profundamente preocupada” porque, por primera vez, miles de personas en Haití se enfrentan a los niveles catastróficos de hambre. Así como por la falta de progreso a nivel político, por lo que instó a las partes interesadas a dejar de lado otros intereses y a acordar un camino común a seguir, por el bien de la población.

En tanto que el embajador de India, Ravindra Raguttahalli, dijo también que le preocupa la situación en Haití, pero consideró que las soluciones de seguridad, para que sean sostenibles, deben ser de prioridad y dirección de los haitianos, por lo que el desarrollo de las capacidades de la Policía Nacional “debe seguir siendo una propiedad”.

“Seguimos creyendo que no surgirán soluciones a la crisis política, socioeconómica y de seguridad sin la participación directa de Haití y sus vecinos”, apuntó Raguttahalli. Sobre el despliegue de una fuerza extranjera, el embajador solo se limitó a decir que tomó nota de la solicitud del Gobierno haitiano y de la carta del secretario general de la ONU, António Guterres.

En tanto que Brasil enfatizó la necesidad de que el Consejo de Seguridad actúe para ayudar al Gobierno de Haití a recuperar el control de la situación y evitar una mayor escalada. El embajador Ronaldo Costa Filho señaló que Brasil quiere asegurarse que la imposición de sanciones no tenga consecuencias humanitarias adversas para los civiles.

Costa Filho señaló que, además de adoptar medidas de seguridad, el progreso socioeconómico en Haití es clave y reiteró que el país podría beneficiarse aún más de participar en la Comisión de Consolidación de la Paz. “El Consejo debe actuar para ayudar al Gobierno de Haití a recuperar el control de la situación y evitar una mayor escalada”, expresó.

Kenia reflexionó que los esfuerzos para abordar la situación política y de seguridad deben ir acompañados de un programa integral de reingeniería social y económica. El representante de Kenia, Martin Kimani, apuntó que debe haber “apoyo internacional urgente” para contrarrestar la violencia de las pandillas y fortalecer la capacidad de la Policía Nacional de Haití. “Todos los esfuerzos deben ser sensibles a la necesidad de garantizar la confianza y promover la seguridad y el bienestar humanitario del pueblo de Haití de manera transparente”, enfatizó Martin Kimani y manifestó su apoyo a la resolución de sanciones propuesta y pidió reformas integrales del sector judicial. 

4.7Millones de personas en Haití enfrentan hambre aguda. Esto incluye 19,000 que se encuentran en condiciones de hambruna catastrófica por primera vez.

Albania alertó que la situación en Haití empeorará si no se establece de inmediato cierto grado de seguridad y estado de derecho. “Haití necesita ayuda; lo necesita ahora y debe venir en un orden de prioridad”, expresó Ferit Hoxha.  Albania apoya los dos proyectos de resolución propuestos por Estados Unidos y México, sin embargo, dijo que la clase política de Haití necesita dejar de lado sus intereses.

Noruega señaló la solicitud de Haití de una fuerza armada especializada para abordar la aguda gravedad de la crisis y acogió con beneplácito las discusiones sobre el apoyo a la Policía Nacional de Haití. En cuanto a la situación humanitaria y el preocupante resurgimiento del cólera, la embajadora Mona Juul instó a actuar rápidamente para detener su propagación y enfatizó la necesidad de llegar a las áreas necesitadas.  

Emiratos Árabes Unidos acogió con beneplácito los esfuerzos del Gobierno haitiano por buscar soluciones para hacer frente a la violencia y la inseguridad y espera discutir las opciones de la carta reciente del secretario general de la ONU, así como trabajar con los miembros del Consejo, incluso en dos proyectos de resolución de los redactores, para apoyar al pueblo haitiano en este momento crítico.  Al enfatizar la importancia de una solución política a la crisis dirigida por haitianos y propiedad de haitianos, instó a todas las partes interesadas a comprometerse de buena fe para llegar a un acuerdo político.

La Organización Internacional de la Francofonía apoya las iniciativas para sancionar a los líderes de las pandillas y sus patrocinadores. También expresó su preocupación por el deterioro de la situación de la seguridad humana y las actividades de los pandilleros que avivan la violencia y doblegan la capacidad del Estado para asumir sus funciones soberanas en materia de seguridad interna. 

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Graduada de Comunicación Social mención Periodismo en la UASD. Tiene experiencia trabajando en periódicos impresos y digitales, también en la producción de programas radiales.