Primer ministro japonés cancela viaje ante posibilidad de un ‘megaterremoto’
La mayor alerta desde el terremoto de Fukushima
Fumio Kishida suspendió este viernes un viaje previsto en el centro de Asia, después de que las autoridades meteorológicas alertaran de la posibilidad de un "megaterremoto" tras el sismo de magnitud 7.1 del jueves. El informe desde Tokio.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, canceló este viernes un viaje previsto en el centro de Asia, después de que las autoridades meteorológicas alertaran de la posibilidad de un "megaterremoto" tras el sismo de magnitud 7.1 del jueves.
Es la primera vez que las autoridades niponas lanzan un aviso de este tipo tras la implementación de un nuevo sistema de alertas a raíz del devastador terremoto ocurrido en el país en 2011, que desencadenó el accidente nuclear de Fukushima.
Casi la mitad del archipiélago japonés ha quedado bajo máxima alerta durante al menos una semana, por la posibilidad de un megaterremoto que causaría tsunamis y miles de muertos.
Según la Agencia Meteorológica de Japón, el megasismo afectaría unas 23 de las 47 prefecturas del archipiélago situadas en la parte este del país, de cara al océano Pacífico, que incluye desde zonas aledañas a Tokio, la capital, hasta la meridional Okinawa.
La alerta, conocida como el Protocolo de la fosa tectónica de Nankai, se emitió luego de un terremoto de magnitud 7.1 en la escala Richter que afectó ayer jueves en el sur del país la isla de Kyushu y que produjo una alerta de tsunami.
El protocolo de Nankai alerta de la posibilidad relativamente alta de que un gran terremoto golpee el área donde se encuentra esta fosa tectónica.
Las autoridades advirtieron que si bien la posibilidad es ahora mayor de lo habitual, no se puede precisar su inminencia.
Según la televisión pública japonesa NHK, hay un 70 a 80% de posibilidades de que se produzca en las próximas tres décadas un megasismo con una magnitud de entre 8 y 9, que, en el peor de los casos, podría causar más de 230 mil muertes y destruir unos 2 millones de edificios.
Debido a su situación en una intersección de placas tectónicas que la hacen propensa a repetidos sismos, Japón ha desarrollado rigurosas normativas de construcción y sus ciudadanos realizan con frecuencia simulacros de evacuación en escuelas, instituciones y empresas.
Algunos trenes bala entre Tokio y Osaka circulan más despacio como medida de precaución, informó el operador ferroviario.
Las autoridades también ordenaron a las centrales nucleares de todo el país que revisaran sus planes en caso de catástrofe.