El Gobierno surcoreano alza la voz ante la huelga masiva de médicos jóvenes
El lunes, 11 de marzo, las autoridades anunciaron que habían enviado órdenes de suspensión a casi 5,000 médicos jóvenes
En Corea del Sur, el gobierno endurece su postura ante las huelgas y dimisiones masivas de jóvenes médicos. El movimiento social que se opone al aumento del número de estudiantes en las facultades de medicina no cesa. El lunes, 11 de marzo, las autoridades anunciaron que habían enviado órdenes de suspensión a casi 5,000 médicos jóvenes, pero prometieron clemencia a los que acepten regresar al trabajo.
Ante la escalada de la crisis hospitalaria, el Gobierno surcoreano utiliza el palo y la zanahoria, escribe el corresponsal de RFI en Seúl, Nicolas Rocca. Jun Byung-wang, viceministro de Sanidad, anunció el lunes, 11 de marzo que las amenazas de suspender la licencia a los médicos que dimitieran se habían cumplido: "El Gobierno está enviando gradualmente notificaciones de suspensión a los médicos que han incumplido la orden de volver al trabajo". Hasta el 8 de marzo se había notificado a 4,944 personas.
Los médicos jóvenes de Corea del Sur protestan contra el plan del gobierno de aumentar en un 65% el número de admitidos en la facultad de medicina a partir del año que viene, es decir, unas 2,000 personas al año. Esta medida se considera esencial para hacer frente a la escasez de personal sanitario y al envejecimiento de la población en Corea del Sur.
Los médicos, por su parte, se oponen ferozmente al plan, pues consideran que la admisión de más estudiantes en las facultades de medicina se traducirá en un nivel inferior de los futuros diplomados, y que la calidad de la asistencia médica se resentirá en consecuencia. Pero los partidarios de la reforma les acusan de estar preocupados sobre todo por que sus ingresos disminuyan y su estatus social se deteriore si aumenta la competencia.
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Los médicos afectados tienen hasta el 25 de marzo para responder. El domingo, el ministro de Sanidad y Asuntos Sociales, Cho Kyoo-hong, se dirigió a los huelguistas que, en su opinión, impiden a sus colegas volver al hospital: "Es absolutamente inaceptable atacar a quienes trabajan día y noche sobre el terreno y obligarlos a participar en una acción colectiva".
Al mismo tiempo, las autoridades garantizan clemencia a quienes acepten volver al trabajo antes de que finalicen los procedimientos administrativos de suspensión de los médicos. Esta indulgencia se explica por el desconcierto del gobierno ante la crisis hospitalaria.
El lunes se movilizaron más de 150 médicos militares y funcionarios de la sanidad pública para intentar limitar los aplazamientos de operaciones y procedimientos urgentes que se acumulan desde hace casi tres semanas en los hospitales surcoreanos.