Nunca deberías decir estas frases a tus niños
Subestimar los términos y frases que usamos es un gran error. Lo que dices podría quedar marcado en sus decisiones a futuro
Educar niños no es nada fácil. De hecho, es un gran desafío que aprendemos día a día, a través de nuestros errores y aciertos. Lo cierto es que no existe un manual para ser buenos padres y madres sino que se trata de actuar de la forma que creamos que es mejor para nuestros hijos.
Pero muchas veces subestimamos el poder de algunas frases que acaban por convertirse en una costumbre y que a futuro podrían incidir en la forma en que los chicos se perciben a sí mismos, en su confianza y seguridad o en su forma de ser. ¿Nuestro consejo? Opta siempre por frases positivas, que contribuyan a que se conviertan en personas seguras de sí mismas.
1. "Aprende de tu hermano, él lo hace mejor"
Cada persona es única y compararlos con otros de ninguna forma contribuye a mejorar su autoestima. Por eso, te recomendamos que evites hacerlo y siempre procures ayudarlo en lo que creas que necesita sin mostrarle que otra persona lo hace mejor.
2. "No llores más"
Si alguien te dice que no llores cuando sientes ganas de hacerlo, ¿qué pensarías? El llanto es una respuesta natural a un sentimiento y bloquearlo no ayuda de nada. En lugar de decirle que se detenga, intenta descubrir cuál es la causa. Pregúntale qué le sucede, qué siente y encuentren juntos una forma de resolver el problema de raíz.
3. Deja de molestarme
Los niños son niños. Y por lo tanto, llaman la atención, requieren de la compañía de sus padres, juegan, se portan bien pero también se portan mal. Hablan, comentan, preguntan. De eso se trata la infancia y como padres debemos atender sus necesidades sin hacerles sentir que para nosotros son una molestia.
4. Solo me das disgustos
Dicho así puede sonar extraño, pero muchas veces caemos en frases de este tipo. Sí, hay niños más traviesos pero una frase como estas puede hacerle sentir que no aporta nada bueno a tu vida. Y sabemos que no queremos hacerles pensar algo como eso, ¿no?
5. Tú no puedes, mejor lo hago yo
Cuando intentan hacer algo y notas que no les sale del todo, no lo hagas por ellos. Enséñales a hacerlo, muéstrales qué deberían cambiar para poder resolver el problema ellos mismos. Diles tú puedes, solo debes practicar para que cuando crezcas lo puedas hacer sin ayuda.