Siete consejos para crear hábitos de sueño saludables en tus hijos
Lograrlo es más fácil de lo que piensas; la clave está en iniciar desde temprana edad
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¿Sabes qué tan importante es que tu hijo tenga horas de sueño de calidad? Según los expertos, los niños que no duermen lo suficiente presentan más dificultades para aprender y concentrarse, además de que son más hiperactivos e impulsivos. De ahí la importancia de desarrollar hábitos de sueño saludable. Lograrlo es más fácil de lo que piensas; la clave está en iniciar desde temprana edad. ¿Cómo hacerlo? Aquí te compartimos siete consejos:
1. Establece horarios. Es importante que establezcas horas fijas de dormir y despertar, incluso los fines de semana. Según la ciencia, bastan 21 días para adoptar un hábito, lo que quiere decir que una vez pasado ese tiempo, cuando llegue la hora de ir a la cama, inevitablemente empezarán a aparecer en tu hijo señales como bostezos y cansancio, lo que hará que sea más fácil llevarlo a la cama y que se duerma al instante.
2. Crea rutinas. Debes preparar la mente de tu pequeño para el momento de dormir, y la mejor manera de hacerlo es con rutinas que promuevan el sueño. Un baño con agua tibia, unos masajes o contarle un cuento son algunas actividades que puedes implementar para relajarlo y prepararlo para una noche de sueño reparador. Toma en cuanta que no debes ser demasiado estricto con el orden de las acciones, más bien al contrario; es más probable que tu hijo coopere si eres flexible.
3. Acostúmbralo a tomar siestas cortas. Las siestas en edades tempranas son prácticamente una necesidad, pues los ayuda a estar más relajados y tranquilos durante la tarde. Sin embargo, no debes abusar de las horas de sueño durante el día para que esto no repercuta en la noche. Lo ideal es que los niños tomen una sola siesta al día, de 30 a 45 minutos, y a primera hora de la tarde.
4. Crea un ambiente adecuado en la habitación. El ambiente de la habitación influye mucho en la calidad del sueño de tu hijo. Si se trata de un espacio con mucha humedad, en la que entra mucha luz y se escucha el bullicio de afuera, por ejemplo, claramente a tu pequeño se le dificultará poder descansar. La sugerencia es que utilices cortinas que no permitan que traspase la luz, mientras que para contrarrestar la bulla puedes optar por usar máquinas de ruido blanco. Asimismo, es importante que tu hijo asocie la habitación con un lugar para descansar y no para jugar o divertirse.
5. Prepara cenas equilibradas. Está claro que hay ciertos alimentos que tienen efectos nocivos sobre el sueño, como el chocolate y la cafeína, por lo que deberías evitarlos a toda costa en las horas previas a ir a la cama. En lugar de eso, opta por incluir en la cena de tu pequeño alimentos que los ayuden a conciliar el sueño, como frutos secos, leche, avena, semillas o plátanos.
6. Promueve el ejercicio durante el día. Es un hecho que la actividad física durante el día ayuda a conciliar el sueño y descansar mejor en las noches por el estado de agotamiento que provoca. Ya que la luz solar también contribuye a la calidad del sueño, lo ideal es que promuevas los ejercicios al aire libre, como jugar pelota o simplemente correr. Eso sí, ten presente realizar esas actividades al menos cuatro horas antes de la hora de dormir, pues sino podría tener un efecto contraproducente.
7. Acostúmbralo a dormir en su cama, no en la tuya. Muchos niños tienen la costumbre de dormirse en cama de sus padres para luego ser trasladados a su habitación; ¡grave error! Es importante que tu hijo aprenda a conciliar el sueño en su propia cama. En caso de que le cueste quedarse dormido sin tu compañía, opta por acompañarlo en su cama, no en la tuya. Aplica el mismo consejo si se levanta a mitad de la noche.
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