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La economía en la devastación del COVID: ¿puede reactivarse en el cuarto trimestre?

Hasta junio del presente año la gran ganadora es la banca, que creció 14.6 % bajo los estímulos aplicados por el BC

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La economía en la devastación del COVID: ¿puede reactivarse en el cuarto trimestre?

La tasa de crecimiento de la economía dominicana se desplomó en 8.5% durante el primer semestre del 2020, informó el Banco Central en su informe divulgado en agosto. Al inicio del reporte, de carácter preliminar, la entidad monetaria revela que esa brusca caída inicia en marzo, el mes en el que se detectan los primeros casos de contagio del COVID-19 en el país.

Así que el inicio del derrumbe en la economía coincide con el aterrizaje en el país de la pandemia. Ésta revierte así la tendencia de los primeros dos meses, en los que se observaba “un crecimiento promedio en torno a su nivel potencial” estimado en 5 % interanual, según la institución monetaria.

En su primer boletín, divulgado correspondiente al 18 de marzo, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSP) revela que hasta el día anterior a esa fecha se habían registrado 34 casos de contagios con del COVID-19, que ya habían cobrado la vida de dos personas.

Pero al momento de escribir esta historia, según el último boletín del MSP, correspondiente al 7 de septiembre de 2020, República Dominicana acumula 100,131 casos. Solo ese día se sumaron otros 233 casos. Y hasta esa fecha, la pandemia le ha costado al país la pérdida de la vida de 1,889 personas (solo ese día, a 5 personas más).

En ese contexto, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Miguel Ceara Hatton, declaró a la prensa: “Lo que esperamos para el cuarto trimestre es que haya una relativa recuperación de la economía”.

Y de acuerdo con los medios que se hicieron eco de esa declaración, esa esperanza consiste en que el crecimiento del producto bruto interno estaría entre cero y un uno por ciento, lo que pese a ser una tasa muy baja, refleja una importante mejoría en relación con el desempeño durante los meses anteriores.

De este modo, la expectativa sobre ese desempeño de la economía en el último trimestre sería un cambio positivo en la tendencia registrada durante el año, aunque no reflejaría necesariamente un aumento del producto bruto interno.

Ya lo había declarado el nuevo ministro de Economia, en una entrevista a finales de agosto pasado: “Hay que reelaborar el presupuesto en función de las disponibilidades que se puedan encontrar y de las necesidades que se identifiquen. Eso implicará probablemente un reajuste en el nivel de deudas en la economía, porque hay que buscar nuevos ingresos”.

Serían parte de las metas de los primeros 137 días, que concluyen el 31 de diciembre. “Hay que reactivar la economía”, sostuvo.

Aun así, su declaración es cuestionada por algunos economistas, que expresan una postura escéptica y nada optimista sobre la posibilidad de que durante este año la economía comience a dar señales de reactivación. Al ser preguntado sobre el tema, el economista Apolinar Veloz calificó la opinión del ministro de Economía como resultado de que “se está comportando como un funcionario público”.

Y ofrece sus razones: “El funcionario típico, el normal, trata de defender al Gobierno, independientemente de la cifra que tenga”.

Argumenta, además, que de reflejarse algún indicio de recuperación durante el cuarto trimestre, “será por una cuestión estacional”, porque en diciembre hay una recuperación del producto, “porque se entrega el doble sueldo y la demanda sube ese mes”.

Aun así, se pregunta si en las circunstancias actuales “es posible que eso ocurra”. “Tú tienes un millón 400 mil (trabajadores) que están en la calle”, observa.

Según el Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (OMLAD), solo hasta el 8 de julio de 2020 en el país había 1,160,948 empleados suspendidos. Y eso no incluye los despidos realizados durante la mayor parte del julio y hasta la fecha.

A eso se le agrega que, entre los meses de enero a agosto, la llegada de visitantes extranjeros registró una caída de 67.3%, según las estadísticas del Banco Central. A eso se le suma que la llegada de dominicanos ausentes cayó en un 51.1%.

Para los próximos meses del año, “la tendencia en la llegada de pasajeros no residentes hacia República Dominicana estará condicionada principalmente por la evolución mundial de la pandemia y la disponibilidad de una vacuna efectiva para el coronavirus”, explica en su informe el Banco Central.

Porque mientras en el país haya pandemia, no se restaura la confianza de los viajeros a vacacionar sin temor a contagiarse, “así como la recuperación de la actividad económica en los países emisores”, explica el Banco Central.

Y hasta el día de hoy, la pandemia continua su ritmo triunfante en el país, a costa de la salud de las personas y de la actividad económica. Entonces, todo logro económico depende de una real victoria en ese frente de batalla: la salud.

“La salud es una prioridad. El apoyo a la población más pobre es otra prioridad, con una política clara de protección social, que vamos a fortalecer”, dijo entonces Ceara Hatton.

Pero en el ámbito fiscal, la nueva administración del Estado anuncia que ha impulsado iniciativas “para hacer frente a la crisis de salud que afecta al país y a la grave repercusión en la situación económica y las finanzas públicas”.

Eso incluye el proyecto de modificación presupuestaria introducida al Congreso el 31 de agosto pasado.

En la nueva pieza se observa que el país registra una disminución de la actividad económica, “sobre la que el Fondo Monetario Internacional pronostica una recuperación para el año 2021”,

En el proyecto se contempla una nueva estimación de ingresos del Gobierno Central para el presente año, ascendente a casi RD$610.4 mil millones.

Además, incrementa el financiamiento en un poco más de RD$202.3 mil millones, llevándolo a más de RD$599.5 mil millones.

Asimismo, se considera como “una prioridad impostergable” la implementación de un plan de contingencia para el impulso de la producción y recuperación agropecuaria.

Además, la continuidad de la asistencia social y de los programas de mantenimiento de ingresos de trabajadores y protección de empleo establecidos por el Poder Ejecutivo a través de los programas Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE), “Pa’ti” y “Quédate en casa”, cuyas partidas no están incluidas en la modificación presupuestaria de junio pasado.

Estas iniciativas implementadas a través del gasto público otorgan liquidez a las personas.

Aunque habría que evaluar en qué grado, comparado con un declive de 8.5% durante el primer semestre.

Nelson Suárez, otro reconocido especialista de la economía, pero en el área presupuestaria, al ser entrevistado por separado, calificó el optimismo del ministro de Economia con los mismos términos expresado por Veloz: “Síndrome del funcionario”.

Sin embargo, abogó por algo ya anunciado por Ceara Hatton: “Mejorar la calidad del gasto”, lo que incluye recortes, fusiones y eliminaciones de institución públicas ineficientes que no le generan valor a la sociedad, sino costos y prácticas poco transparentes que pueden ser calificadas como corrupción pública.

Pero el margen fiscal se agota. Suárez destaca que, al mes de agosto, el déficit fiscal escaló hacia los 200,0000 millones de pesos, y que “si sigue a ese ritmo”, agregándole RD$30,000 millones al mes, (“estamos hablando de septiembre, octubre, noviembre y diciembre”, explica), apunta a que ese déficit fiscal alcance los 340 mil millones de pesos. El más alto de la historia tan reciente como se recuerde.

Lo que si está documentado es lo que tres meses de Covid-19 le pueden hacer la economía dominicana. Ésta venía creciendo a buen ritmo durante los primeros meses del año. Pero una vez el virus cruzó las fronteras del país casi todo retrocedió, menos el silencio estadístico del Banco Central, que refleja tardanzas en sus publicaciones sobre la economía.

Pero durante el primer semestre del año, la caída de la economía afecta a las zonas francas (-9.6%), a los hoteles, bares y restaurante (-43.3%), construcción (-19.5%), manufactura local (-5.5%), manufactura de zonas francas (9.6%), explotación de minas y canteras (15.6%), servicios (-6.7%), comercio (-3.1%), y enseñanzas (-3.6%).

Paradójicamente, la estrella resplandeciente contra toda corriente adversa ha sido la banca, alimentada hasta el 31 de agosto pasado con un total de RD$ 120 mil millones liberados por las medidas monetarias del Banco Central. El objetivo de esos fondos consistió en “mitigar los efectos del coronavirus, a través de un incremento en el financiamiento para los sectores productivos y los hogares”.

En medio de la devastación económica provocada por el COVID-19, hasta junio el sector de intermediación financiera creció en 14.6%. Comparado con el 5.5% registrado durante el mismo periodo de 2019, este sector resulta ser el rey de la colina en 2020.

Porque bajo la economía del Covid-19, hasta la fecha casi todo lo otro resulta en devastación.

Lea el análisis completo

en diariolibre.com

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