Andrés Bordas: con impuestos simplificados se lograría que más microempresarios se formalicen
Presidente del Banco Ademi resalta rol de la banca en la inclusión financiera
Ademi se enfoca en apoyo a las microempresas
El 67.64 % de la cartera del banco se enfoca en este segmento
Las microempresas tienen un gran peso dentro del tejido productivo de la República Dominicana: constituyen el 94.2 % de las micro, pequeñas y medianas empresas en el país y aportan hasta 20 % de valor al producto interno bruto, según el Banco Central de la República Dominicana.
A siete años más de la celebración del Día Internacional de las Microempresas y de las Pequeñas y Medianas Empresas, una efeméride enarbolada por las Naciones Unidas cada 27 de junio, para recordar la contribución de estos negocios a las economías, las mipymes dominicanas aún encaran limitaciones como la informalidad, la poca bancarización o la alta dependencia del efectivo en entornos cada vez más digitalizados.
Ante un escenario en el que se debate el planteamiento de una reforma fiscal, la simplificación del sistema tributario ayudaría a que los dueños de estos negocios se estimulen a formalizarse, analiza Andrés Bordas, quien considera que el país tiene muchas oportunidades para fortalecer este segmento productivo.
- “Esperamos una reforma fiscal que genere formalidad (...), que simplifique el tema para que la gente que se formalice. Que, de entrada, no pretendamos al que no paga nada, a cobrarle mucho”, apuntó el banquero, actual presidente del Banco Ademi, una entidad financiera que se ha enfocado en el apoyo financiero a este nicho de mercado.
Porcentaje de la cartera de préstamos del Banco Ademi con montos menores a 100,000 pesos.
En una entrevista concedida a Diario Libre se refirió a los aportes de la entidad financiera a la bancarización de este segmento. Sostuvo que el Estado puede aprovechar este contexto para la creación de condiciones “más propicias” para los microempresarios y para las mipymes en general.
Entre estas, citó el evitar impuestos disruptivos– como el 0.15 % que se retiene a cada transferencia bancaria–, el fomento de este sector hacia los pagos electrónicos y la flexibilización de las facturaciones en la medida de lo posible.
De igual manera, indicó que hay realidades que deben mejorarse que impactarían positivamente en la vida financiera de esos dueños de negocios, como tener más acceso a una vivienda formal.
Planteó que, para quienes están al frente de un negocio pequeño, su vivienda es “la cajita fuerte” en la que construyen su patrimonio, por lo que deben contar con hogares resilientes a los efectos climáticos.
Bordas también reconoció el rol de la banca privada en impulsar, a través de su trabajo diario e iniciativas formativas, el rol que ha jugado en términos de inclusión financiera. “De verdad, lo que queremos es que la base de la pirámide (los microempresarios) reciban atenciones de primer nivel”, enfatizó.
“Cómodos con la informalidad”
Como una entidad financiera focalizada en las microempresas, y con 74 sucursales en 28 provincias, el Banco Ademi ha desarrollado una estructura de trabajo que ha facilitado a muchos dueños de negocios tener su primer contacto con la banca formal y generar, por primera vez, un historial crediticio.
El seguimiento que otorgan sus más de 500 oficiales a sus clientes a lo largo del compromiso financiero, y las capacitaciones en educación financiera que imparten en todo el país, le permite al banco conocer mejor a sus clientes y prevenir a los microempresarios caer en el sobreendeudamiento, razón por la cual en el banco “están muy cómodos” manejando a clientes informales.
Como muestra de esto, Bordas resaltó que la tasa de morosidad de sus clientes ronda el 2 %.
Ponderación
A mayo de este año, la cartera de préstamos del Banco Ademi totalizó 15,122.3 millones de pesos, de los cuales el 67.64 % está concentrado en los microempresarios; un 24.86 % de estos suman montos menores a los 100,000 pesos.
Sin embargo, Bordas precisa que Ademi cuenta con préstamos orientados a mejorar las viviendas de los dueños de pequeños negocios y recursos para la escolaridad de sus hijos, por lo que los microempresarios concentrarían “hasta un 80 % de la cartera”.
Ya que muchos usuarios carecen de garantías, Ademi les requiere un fiador, y analiza el entorno de su cliente para levantar información no financiera que sirva de aval para hacerlo sujeto de crédito.
“Nosotros llegamos donde el cliente. Conocemos el negocio, (requerimos) una contabilidad organizada de un oficial, que ayuda al cliente documente un poco. Una libreta; esos son los primeros pasos. Sobre esa base tomamos una decisión de crédito, procurando cuidar al cliente en esos primeros pasos al sistema financiero formal”, señaló el ejecutivo.
Tras analizar el perfil, el banco puede tardar hasta 48 horas para aprobar el préstamo.
El presidente del Banco Ademi declaró que los prestamistas informales son “el mayor competidor” que tienen en el segmento micro, por la confianza que generan y la rapidez con la que facilitan efectivo, la modalidad de cambio en la que más transan los microempresarios.
Sin embargo, explica que esto es consecuencia de una falta de conciencia sobre lo costoso que sale este financiamiento.
La tasa de Ademi ronda el 30 % y, aunque es más alta que la de otros bancos tradicionales, es mucho más baja que el 60 % anual de una tarjeta de crédito, principal producto financiero de la clase media, y “hasta cinco veces” más asequible que el interés semanal que cobra un prestamista.