Región Ozama tiene la tasa de pobreza general más alta del país
Sin programas sociales ni remesas la tasa de pobreza general alcanzaría un 32 %
Tras la pandemia 103,671 personas cayeron en pobreza extrema; aumentó en 34.8 %
Ozama, que incluye el Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo, es la macrorregión que registra la tasa de pobreza general más alta en el país, con 34.1 % desplazando al Sur, debido a que las personas en pobreza que viven en los sectores que la conforman enfrentan una canasta básica familiar más cara y sus ingresos no son suficientes para mantener su estilo de vida.
El giro en los datos de pobreza por dichas demarcaciones se da por el cambio de metodología que comenzó a aplicar el gobierno para su medición, con la que se dejó de calcular los ingresos y gastos de las personas que allí habitan de manera generalizada, para compararlos en sí misma.
En la región Ozama se encuentran sectores de mayor desarrollo económico, pero también otros con muchas precariedades.
En función de la tendencia de consumos y gastos es donde se registra que las personas tienen que destinar mayor parte de sus recurso económicos y no monetarios para mantenerse. Seguido de Ozama, se ubica el Sur con una tasa de pobreza general de 27.6 %, el Este con 24.5 % y el Norte o Cibao con 21.3 % al 2022.
En cuanto a la pobreza extrema, que es el nivel más bajo de bienestar poblacional, los primeros dos lugares se invierten y es la zona sur que tiene la tasa de pobreza monetaria más elevada, registrada en 5.1 %, Ozama en 4.3 %, Este en 3.1 % y el Norte en 2.7 %.
El boletín oficial del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) incluye por primera vez el análisis de la pobreza por macorregión, dejando de calcular el bienestar por provincia, para exponer la realidad que se desarrolla en cada demarcación.
“Con la metodología 2022 se construyen canastas de consumo diferenciadas por macrorregión, lo que permite ver el impacto diferenciado de los costos de la vivienda y el transporte en Ozama, los cuales son mucho mayores que en las otras macrorregiones”, resalta el boletín.
El documento muestra una imagen sobre los costos de vivir en las grandes urbes que hasta ahora no se veían ya que las canastas de consumo y, por tanto, las líneas de pobreza, se construían sin diferenciar entre macrorregiones sino por zona urbana y rural.
Frente a la canasta
En términos generales, las personas que viven en Ozama –los capitaleños- cuentan con una línea de pobreza que se ubica en los 8,330.80 pesos como ingresos mensuales per cápita. En el caso de esa parte del país la canasta básica familiar se ubicó en 49,939 pesos a diciembre del 2022.
Mientras que los sureños tienen una línea de pobreza de 6,306.62 pesos al mes. La población de esa zona tiene una canasta familiar que asciende a los 34,640 pesos.
En el Este, sus ciudadanos tienen un ingreso mensual por persona en línea de pobreza de 7,371.43 pesos. La canasta básica es de 39,833.9 pesos.
Seguido se ubican los cibaeños y norteños, donde el salario mensual promedio, registrado en el boletín del MEPyD, es de 7,373.73 pesos mensuales y su canasta es de 41,331 pesos.
Transferencias estatales
Rosa Cañete, directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Ministerio de Economía explicó a miembros de la prensa que hay una particularidad con la pobreza y es que no necesariamente el que vive en zona rural es pobre.
Detalló que en la actualidad hay zonas de desarrollo urbano donde el encarecimiento del costo de la vida consume los ingresos a tal punto que las personas caen en línea de pobreza. “Un plátano no cuesta lo mismo en Barahona que en Santo Domingo”, expresó.
Acotó que también que la calidad de vida no se mide con los ingresos económicos solamente, ya que hay una transferencia estatal que incide en el bienestar, como los programas de subsidio que alivian el gasto de bolsillo.
La información oficial registró una tasa de pobreza general en 27.7 % y la extrema en 3.8 % , para alcanzar ese punto el ministerio calculó los beneficios de programas sociales como bono gas, el subsidio a los combustibles y el eléctrico, entre otras ayudas. Pero también le sumó el volumen de remesas.
El Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza, conformado por profesionales especializados del ministerio de Economía, Banco Central y Banco Mundial, resaltó en el documento comparativo que la tasa de pobreza general fuera de 32.0 % si se le restaran los beneficios antes mencionados.
Se disparó la pobreza extrema tras COVID-19
El boletín del MEPyD resalta que la cantidad de personas que enfrentan una situación de pobreza extrema venía descendiendo desde 2016, cuando se registró un total de 590,704 hasta llegar a 297,567 en el año previo a la pandemia del COVID-19.
Tras la crisis sanitaria que provocó una ola de despidos, unas 103,671 personas cayeron en pobreza extrema, aumentando en un 34.8 % si se comparan los datos del 2019 con los 401,283 al cierre del 2022, calculados con la nueva metodología. La recuperación del marcado laboral implicó que varios indicadores de la subutilización de fuerza de trabajo se ubicaran por debajo de sus niveles antes del tema sanitario. La desocupación de trabajo potencial fue de 11.7 % en 2022.