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AL y el Caribe registra reducción continua en la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria

Informe resalta que la subalimentación disminuyó de 6.6 % en 2022 a 6.2 % en 2023

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AL y el Caribe registra reducción continua en la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria
La FAO lanzan informe Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición. (ARCHIVO)

América Latina y el Caribe es la única región a nivel mundial que registra una reducción continua en la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria por segundo año consecutivo.

En la edición 2024 del informe Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, presentado este lunes, seresalta los avances y desafíos de América Latina y el Caribe en su camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente en las metas de erradicar el hambre (2.1) y la malnutrición en todas sus formas (2.2).

Indica que la prevalencia de la subalimentación disminuyó de 6.6 % en 2022 a 6.2 % en 2023, lo que representa 2.9 millones de personas menos padeciendo hambre.

En el mismo periodo, la inseguridad alimentaria moderada o grave afectó al 28.2 % de la población, marcando una mejora significativa respecto al 31.4 % del año anterior. Estas cifras están impulsadas principalmente por los países sudamericanos, mientras que el Caribe enfrenta retos persistentes.

El documento, elaborado por la FAO en colaboración con otras agencias de Naciones Unidas, ofrece una actualización detallada sobre el estado de la seguridad alimentaria en la región, destacando logros significativos y áreas que requieren mayor atención.

El informe atribuye las mejoras a la recuperación económica tras la pandemia de COVID-19 y a la eficacia de los sistemas de protección social en varios países.

Además, se plantea una disminución de los niveles de pobreza, pobreza extrema y desigualdad, acompañada de un aumento en el empleo y ajustes en los salarios mínimos. Estas políticas han permitido fortalecer la seguridad alimentaria en la región, aunque persisten desigualdades significativas entre subregiones y poblaciones vulnerables, como mujeres y comunidades rurales.

La lucha contra la malnutrición: avances y retos

También, se plantea que la doble carga de la malnutrición sigue siendo un desafío para la región. Si bien la prevalencia del retraso en el crecimiento infantil disminuyó al 11.5 % en 2022, el sobrepeso infantil y la obesidad en adultos continúan en aumento.

En 2022, el 29.9 % de los adultos padecía obesidad, casi el doble del promedio mundial. Este problema, impulsado principalmente por Sudamérica, subraya la necesidad de abordar entornos alimentarios poco saludables y promover hábitos de vida sostenibles.

El alto costo de las dietas saludables

Uno de los principales obstáculos para garantizar la seguridad alimentaria es el alto costo de las dietas saludables en la región, el más elevado a nivel mundial.

En 2022, el costo promedio diario fue de 4.56 dólares de paridad de poder adquisitivo (PPA) por persona al día, superando el promedio global de 3.96 dólares. Esto dejó a 182.9 millones de personas sin acceso a una dieta saludable, a pesar de una leve mejora respecto a 2021.

El Caribe es la subregión más afectada, con un 50 % de su población incapaz de costear dietas nutritivas.

Impacto del cambio climático y la variabilidad climática

El informe señala que el 74 % de los países de la región son altamente vulnerables a los fenómenos climáticos extremos, cuya frecuencia e intensidad están en aumento.

El Caribe y el Corredor Seco en Mesoamérica destacan como áreas críticas. Estos eventos impactan negativamente en la disponibilidad de alimentos, reduciendo la productividad agrícola y aumentando los costos de producción y distribución.

Recomendaciones para el futuro

El informe enfatiza la urgencia de transformar los sistemas agroalimentarios en modelos más resilientes, sostenibles e inclusivos. Esto implica:

  • Fortalecer la resiliencia climática: Desarrollar sistemas de alerta temprana, monitoreo de riesgos climáticos y producción sostenible.
  • Promover entornos alimentarios saludables: Implementar sistemas de etiquetado nutricional y programas de alimentación escolar.
  • Mejorar el acceso a dietas saludables: Implementar políticas fiscales y de protección social para reducir desigualdades.
  • Aumentar la investigación: Generar datos regionales para diseñar políticas efectivas frente a los fenómenos climáticos extremos.

Un llamado a la acción transformadora

Para alcanzar las metas 2.1 y 2.2 de los ODS y garantizar la seguridad alimentaria para 2030, la región necesita alinear sus esfuerzos en sectores clave como medio ambiente, salud, agricultura y desarrollo social.

La acción coordinada y la resiliencia climática serán fundamentales para enfrentar los desafíos actuales y asegurar un futuro más equitativo y sostenible.

TEMAS -

Graduado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Cursó un Máster en Comercio Internacional en el Centro Europeo de Postgrado. Tiene varios diplomados en economía, aduanas, sector eléctrico, impuestos y periodismo de investigación.