Debilidad motivante
Cuando una de las partes es claramente más poderosa que la otra, las personas que observan una disputa sin estar involucradas en ella, se sienten usualmente más identificadas con el débil que con el fuerte
Cuando una de las partes es claramente más poderosa que la otra, las personas que observan una disputa sin estar involucradas en ella, se sienten usualmente más identificadas con el débil que con el fuerte. Su reacción obedece a la percepción, generalizada en todo el mundo, de que el poder otorga ventajas injustas que limitan la posibilidad de que el débil haga valer sus derechos.
Esa actitud se puso de manifiesto en las vigorosas protestas que siguieron a las operaciones militares israelíes en la zona de Gaza, a pesar de que estas últimas fueron consecuencia de las incursiones de Hamas en su contra. Desde el punto de vista de los manifestantes, la acción de Hamas fue una reacción a los decenios de atropellos y despojos perpetrados en perjuicio de los palestinos.
Algo similar, aunque con características diferentes, ocurre en relación con la disputa entre la RD y Haití respecto del uso de las aguas del río Masacre. Sin que importen los argumentos jurídicos y los tratados firmados, es probable que nuestro país sea percibido como el lado fuerte que puede acorralar a la otra parte a fin de imponer su voluntad. No debe sorprendernos, por lo tanto, que las opiniones de organismos internacionales y movimientos de apoyo a las reivindicaciones sociales, suelan ser contrarias a nuestros planteamientos.
En el ámbito económico esa actitud existe también en cuanto a disputas entre grandes corporaciones y pequeñas empresas. Es interesante observar, sin embargo, que esa inclinación a favor del débil se disipa velozmente cuando ella implica costos para los que la sustentan. Así ha sucedido en muchos países con el avance de las cadenas de tiendas, que fueron desplazando a negocios familiares de menor tamaño. Por ejemplo, inicialmente la apertura de grandes tiendas como Walmart y otras provocó una reacción de apoyo a los pequeños comercios amenazados por la competencia, pero los menores precios ofrecidos por las cadenas fueron suficientes para persuadir a los consumidores a comprar en ellas.