Visión comercial
Si deseamos saber cómo otras naciones nos ven, podríamos guiarnos por los requisitos que ellas nos imponen cuando intentamos viajar allá
Hace poco, titulares de prensa informaron con satisfacción que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escribió un tweet elogiando a nuestro país, describiéndolo como el mayor socio comercial de la Unión Europea en el Caribe. El comentario fue redactado por ella después de un encuentro que sostuvo con el presidente Abinader, en ocasión de la tercera cumbre celebrada en Bruselas entre líderes de la UE y de la Celac, la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe. El tweet fue interpretado como un valioso reconocimiento que revela la importancia que los europeos de la Unión nos otorgan.
La breve declaración de la presidenta fue motivada sobre todo por nuestro rol como mercado para las exportaciones de varios de los principales países miembros de la Unión. No obstante, aunque haya desequilibrios en el intercambio comercial con ellos, que seamos significativos para tales fines es, sin duda, un indicador del crecimiento experimentado por la economía dominicana. De hecho, nuestra mayor relevancia no se limita a la Unión Europea, sino que también se manifiesta en el comercio con otras regiones del mundo. Y es sabido que el intercambio de bienes y servicios actúa como un promotor de inversiones en sectores productivos.
En efecto, para la agenda de la reunión se disponía de unos 135 proyectos centrados alrededor de cuatro pilares, representados por una transición justa hacia actividades económicas verdes, una transformación digital incluyente, el desarrollo humano, y el fortalecimiento de la salud y la vacunación. Para esos fines, la presidenta von der Leyen hizo mención de inversiones en la región por valor de 45 mil millones de euros hasta el año 2027.
Pero si nos salimos del ámbito estrictamente comercial, y deseamos saber cómo otras naciones nos ven realmente, podríamos guiarnos por los requisitos que ellas nos imponen cuando intentamos viajar allá con nuestros pasaportes dominicanos. A ese respecto, los datos, a los que haremos referencia en una próxima columna, son muy elocuentes.