Campos de batalla
Los campos de batalla por el desarrollo de los países pobres serán las ciudades.
Los campos de batalla por el desarrollo de los países pobres serán las ciudades. El punto de partida de ese concepto, que ha ido ganando fuerza en los debates sobre estrategias para combatir la pobreza, son las cifras estadísticas que revelan la progresiva concentración de la población en las zonas urbanas. Pero también se nutre de los datos en relación con la generación de ingresos, habiéndose constatado que el 56% de la población mundial reside en las ciudades, porcentaje que se estima alcanzará el 70% para el año 2050. Pero, aunque sólo un poco más de la mitad de las personas viven en ciudades, el 80% del PIB global ya proviene de las zonas urbanas.
De esa diferencia porcentual parece derivarse la conclusión de que la calidad de vida en las ciudades, medida por el ingreso por persona, es muy superior a la prevaleciente en las áreas rurales. En varios aspectos esa conclusión es válida, pero la diferencia real es menor a la que los números sugieren. Esto así pues una porción de las actividades urbanas generadoras de ingresos, entre ellas transporte, disposición de desechos y electricidad, surgen como medio de compensar características y problemas propios de las urbes, sin que aporten a una mejor calidad de vida en comparación con las zonas rurales.
Una proyección a ese respecto es alarmante, pues muestra que la participación de esas actividades eminentemente compensadoras dentro del total de actividades productivas, tiende a aumentar a medida que se incrementa el porcentaje de la población urbana. Eso significa que, para los fines de la calidad de vida, el pronóstico indica que una porción creciente de los ingresos generados en las ciudades solo servirá para mitigar dificultades y no contribuirá a incrementar el bienestar.
Reportes del Banco Mundial enfatizan los problemas en torno a las viviendas, el suministro de agua potable, la acumulación de basura, la vulnerabilidad a inundaciones, el aumento en la temperatura y la mayor exposición a epidemias.