Detienen a sospechoso de amenazas de muerte contra Di María en Argentina
Reconoció que podría regresar a Rosario Central, donde se formó y debutó como profesional
El ministerio de Seguridad de Argentina confirmó el miércoles la detención del presunto responsable y dos cómplices de las amenazas de muerte contra Ángel Di María en su ciudad natal de Rosario, epicentro de violentos enfrentamientos entre bandas de narcotráfico.
Agentes federales detuvieron a Pablo Ezequiel Acotto, que de acuerdo a la investigación a cargo del fiscal Javier Arzubi Calvo fue quien dejó el mensaje intimidatorio y disparó cuatro tiros al aire la madrugada del lunes en el acceso al barrio privado Funes Hills Miraflores, en las afueras de Rosario --en la provincia de Santa Fe, a 300 kilómetros al norte de Buenos Aires-- donde el jugador de la selección de Argentian y del Benfica de Portugal se hospeda cuando regresa a su país.
En la nota dirigida al padre de Di María, se le advertía que si su hijo volvía a jugar en un club de su ciudad natal iban a matar a un familiar.
Di María, de 36 años, reconoció que podría regresar a Rosario Central, donde se formó y debutó como profesional, cuando concluya su vínculo con Benfica.
“A partir de las investigaciones realizadas por el fiscal, se obtuvieron conversaciones del acusado con una mujer identificada como “Tamara”, donde se revela que Acotto sería el responsable de las amenazas y disparos de arma de fuego contra la residencia de la familia de Di María”, detalló el ministerio de Seguridad en un comunicado.
También fueron detenidos Gabriel Ismael Pastore y Sara Belén Gutiérrez, señalados por los investigadores como cómplices del hecho.
Di María, de gira con Argentina en Estados Unidos, no se pronunció sobre la amenaza ni las detenciones.
En el operativo, los agentes federales secuestraron el vehículo marca Renault, con el cual Acotto se había trasladado al barrio donde vive Di María, una pistola calibre 22 Bersa con tres municiones del mismo calibre y 13,5 gramos de cocaína,
Las amenazas a Di María generaron gran impacto en Argentina porque se trata del jugador más querido del seleccionado campeón del mundo en 2022 después del astro Lionel Messi, también nacido en Rosario. El “Fideo” anotó un gol en la final del torneo de Qatar en el que la Albiceleste se consagró por tercera vez al vencer a Francia en una definición por penales.
“Vamos tras las mafias, los narcos y las extorsiones para llevarles seguridad a los rosarinos y a todos los argentinos”, expresó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en sus redes sociales al destacar el trabajo del fiscal y los agentes federales.
Rosario padece desde hace varios años una sangrienta ola de violencia por la disputa entre bandas de narcotraficantes. La ciudad costera tiene una tasa de 22 homicidios cada 100.000 habitantes, muy por arriba de 4,2 del resto del país.
El fenómeno criminal se agravó a principios de este año cuando las nuevas autoridades provinciales lanzaron un plan de seguridad que incluyó requisas en las cárceles donde se encuentran detenidos los líderes y miembros de las organizaciones que controlan la venta de estupefacientes. Les quitaron los teléfonos celulares y se les restringió todo contacto con el exterior.
El gobierno provincial difundió semanas atrás imágenes del operativo, muy similar a los que se ejecutan en El Salvador por orden del presidente Nayib Bukele.
En represalia, los criminales asesinaron a cuatro ciudadanos –dos choferes de autobús, otro de taxi y un empleado de una gasolinera—y exigieron que los detenidos recuperen sus “beneficios” en prisión.