La pelota “rulay” y banda para Tekashi, Yailín, Haití y la política

La pelota arrancó anoche y qué sabroso es levantarse con la gracia de Dios y dar los buenos días con un saludo beisbolístico, dejando a un lado, dándole banda a Tekashi, Yailín, Haití y la campaña política.

Estamos en “pelota” para sofocar el calor y llegan los recuerdos para ponerlos en contexto en las peñas y programas deportivos. Luego de un receso forzado de catorce años, se abrieron las cortinas del béisbol rentado, del béisbol romántico, también conocido como el de La Normal, el sábado 5 de mayo de 1951, como si fuera poco han pasado 72 años y el fanatismo y la pasión se mantienen si variación.

El verano caluroso de 1951 era insoportable, parecido al de otoño que hoy padecemos y los únicos restaurantes en Ciudad Trujillo con aire acondicionado eran “El Ariette”, en El Conde con 19 Marzo, y “El Trocadero”, en la calle Capotillo, hoy avenida Mella. 

Estos negocios servían de antesala para calentar la pelota para los fanáticos que a pie calichaban por la José Trujillo Valdez (hoy Duarte) hacia el play de La Normal Presidente Trujillo, que sirvió para recibir a las Águilas del Cibao, Estrellas de Oriente, Leones del Escogido y Tigres del Licey. El 5 de mayo de 1951, bajo el coro de ¡Viva Trujillo! comenzó el campeonato pactado a dos vueltas.

Se jugaban dos partidos, uno a las 9:30 a.m. y el otro a las 3:00 p.m., y el precio de entrada para estos encuentros eran de RD$0.60 centavos los palcos; RD$0.40, las gradas; y RD$0.20, sol. El pasaje en guagua era de 5 y 6 cheles.

El Escogido venció 5-1 al Licey en el choque inaugural, donde unas siete mil personas vieron en una tarde lluviosa el resurgimiento del béisbol.

Pepe Lucas, Escogido, conectó en el noveno episodio al relevista Tomás Lora el primer jonrón del campeonato y primero en la historia del circuito.

El boricua Domingo  “McDuffie” Sevilla fue el lanzador ganador y el también puertorriqueño José Luis Velásquez cargó con el revés.

Mientras que en San Pedro de Macorís, las Estrellas superaron a las Águilas 5×1. El derecho cubano Andrés Lombillo fue el ganador y el zurdo criollo Tomás Gómez Checo el derrotado.

Nueve pilotos tomaron las riendas de los clubes tradicionales: Tigres (4), Águilas (2), Estrellas (2) y  Leones (1). A Manuel Henríquez, cuarto mánager del Licey, le tocó el privilegio de ser el primer mánager campeón.

El torneo fue pactado a 108 juegos divididos en dos series y los campeones de ambas series se enfrentaban en una gran final. En el caso de que un conjunto ganara las dos vueltas, entonces le correspondía al segundo mejor récord pasar a la final. Las Águilas ocuparon la segunda posición y las Estrellas el sótano.