LDF Temporada Nueve
Este jueves arranca la novena temporada del fútbol profesional dominicano
El jueves, arranca la novena temporada del fútbol profesional de la República Dominicana. Un torneo que ha podido sostenerse a lo largo de estos años, colocándose en el calendario de los campeonatos de primera división de la región. Durante este recorrido, la intervención de la FIFA a la federación, la revalorización de la marca para recobrar la confianza perdida de patrocinadores y la pandemia, han sido algunos de los obstáculos que han tenido que superar dirigentes y jugadores para que todos celebremos este presente, como si fuese un abrazo de gol.
Contar con una liga de fútbol profesional supone un privilegio deportivo que posibilita a que miles de jóvenes que se forman todos los días en las canchas de nuestro país encuentren un espacio para darle forma a una carrera con futuro en el deporte de alto nivel. Es, al mismo tiempo, una fuente de trabajo para cientos de personas; profesionales en distintas áreas que viven y se sostienen gracias a la estructura organizacional de cada uno de los clubes y de la misma LDF: entrenadores, analistas de juego, preparadores físicos, personal médico, utileros, gerentes deportivos, periodistas, mercadólogos, gestores de redes sociales, cocineros, asistentes de limpieza, jardineros, marcadores de terreno… la lista es bien larga.
La competencia tendrá una fase regular donde los nueve clubes participantes se enfrentarán en formato de todos contra todos. Los seis primeros clasificados pasarán a una liguilla de donde saldrán los cuatro semifinalistas quienes, ya en estas instancias, definirán al campeón del torneo. Será un total de ciento ocho partidos en el período comprendido entre los meses de marzo y octubre, todo un lujo.
Cibao, vigente campeón y equipo a vencer, abre las acciones en casa recibiendo al Atlético Vega Real, un encuentro que más allá del resultado que pueda arrojar, acostumbra a estar rodeado de un buen ambiente futbolero en las gradas.
Seguir creciendo en todos los aspectos que exige el fútbol profesional debe ser el principal objetivo de la LDF. Mantener la confianza de sus auspiciadores y sumar nuevos. Mejorar lo que se le ofrece al fanático, en un país donde todavía la falta de tradición nos sigue jugando en contra, debe ser prioridad, pues, esa experiencia se traduce en un aumento sustancial de público en los estadios y del consumo masificado del producto liga; generarle esa sed de afición que una vez llega, se queda para siempre.