Teoscar, el actor de reparto que se impone en el proyecto de los hijos de Toronto
Llamado a jugar un rol de segunda, es el arma ofensiva
Una firma tarde que se abre paso entre diamantes en bruto
El proyecto para que los Blue Jays sean contendores en el corto plazo pasa porque los hijos de ex peloteros Vladimir Guerrero Jr., Bo Bichette, Cavan Biggio y Lourdes Gurriel Jr., respondan en función de descomunales expectativas. La asignación del personal a su alrededor, desde cuerpo técnico hasta jugadores, es crear ese entorno que propicie su desarrollo.
En el papel, Teoscar Hernández es actor de reparto dentro de las líneas de cal para ese núcleo que llegó en alfombra roja, pero el cotuisano no está en eso de perderse las escenas más interesantes del film.
Hasta el miércoles, Hernández encabeza a los Azulejos en totales como imparables (31), cuadrangulares (11), carreras remolcadas (19), total de bases (69), va igualado en robos (4) y lidera al club en victorias sobre nivel reemplazo (WAR) con 0.9. Lo hace con una impresionante línea ofensiva de .292/.339/.651 en bateo, OBP y slugging.
El dirigente Charlie Montoyo, en puesto de playoffs con 14-14, sabe que su trabajo hoy es llevar al equipo a un siguiente nivel donde no tiene garantía de que será el timonel, pero quiere ganar para que hayan opciones de prolongar su estadía.
“No estamos jugando 162 partidos este año. Estamos jugando 60, o 50 y pico ahora”, dijo Montoyo a principio de mes para justificar el movimiento a tercer bate de Teoscar. “Quiero darle (a Hernández) cuatro o cinco turnos (por juego), así que por eso lo hice. Se trata más de irse con el que está bateando bien. Ése es Teoscar. “Eso significa que tengo que bajar a alguien. Gurriel baja un puesto, y luego Vladdy. Se trataba más de Teoscar que de Vladdy”.
Firmó con 18 años
Hernández no estaba para jugar el rol de All Star. Cuando estuvo hábil para firmar por primera vez (2009) no generó intereses, tampoco al segundo año y fue en 2011 cuando su entrenador Luis Coronado invitó a Félix “Jindo” Francisco, entonces jefe de escuchas de los Astros en Latinoamérica, a un try-out en Maimón, Monseñor Nouel. Allí descubrió el poder y decidió firmarlo por US$20,000. El hoy bigleaguer asegura que lo hubiese hecho hasta por US$100.
Ese año los titulares de nuevos fichajes cayeron en Nomar Mazara, Ronald Guzmán, Elier Hernández, Adalberto Mondesí, Dawel Lugo, Dorssys Paulino y Manuel Margot, con bonos de seis y siete dígitos.
Nunca apareció entre los mejores 100 prospectos de Baseball America o MLB Pipeline. Su despegue comenzó en su tercera campaña (2013) cuando por fin tomó una buena cantidad de turnos (499).
Tomado por los Toros ese otoño y fijo desde entonces con los taurinos en 2016 fue llamado al equipo grande de Houston y al verano siguiente traspasado a los Azulejos cuando los texanos necesitaban un zurdo para su bullpen que le daría la hoy cuestionada Serie Mundial. Los canadienses enviaron al quisqueyano Francisco Liriano.
En junio de 2018 los Astros entregaron el anillo a Hernández, la campaña donde este se graduó con 22 cuadrangulares y 57 remolques. Un jardinero con deficiencias defensivas (costó 23 carreras entre 2018 y 2019), elevado cuota de ponches (316 en ese trayecto) y que toma pocas bases (86 en dos años) el curso pasado replicó su poder con 26 trancasos y 65 producidas.
Esta vez, en solo 28 encuentros ya ha conseguido el 75% de las WAR de 2019 cuando logró 1.2 en 125 encuentros, una campaña donde tuvo que ser enviado a AAA en medio de un slump ofensivo en mayo.
Con un salario de US$223,037 esta zafra, a la fecha apenas acumula dos años y 97 días como tiempo de servicios, lo que lo convierte en un jugador que debatirá su salario en arbitraje para 2021 y llegaría a la agencia libre tras 2023.