Dolor de cabeza de Pipp le abrió la gatera a Gehrig
En los refranes de una época bien atrás había uno que decía: “El que va a Villa pierde su silla”.
Está historia tiene mucho para este argumento. El primera base de los Yankees de New York, Wally Pipp, le solicitó al mánager Miller Huggins que no lo colocara en el line-up porque tenía un fuerte dolor de cabeza.
Huggins le dio el visto bueno y le recomendó que se tomara una aspirina. “Mejórate, hoy voy a colocar en 1B a un novato para que juegue por ti”.
Ese “pino nuevo” era Lou Gehrig, que había sido llamado de las menores desde el equipo Hartford.
Tan contundente y productiva fue la actuación de Gehrig que vio acción en 2,130 juegos en forma consecutiva, lo que le valió el apodo de “El Caballo de Hierro”.
Walter Clement Pipp fue tremendo jugador defensivo. En 15 temporadas participó en 1,872 juegos y fue bautizado como “El Hombre de la Aspirina”.
Pipp le abrió las puertas a Lou Gehrig para que iniciara una de las más brillantes carreras del Gran Circo.
El 17 de agosto de 1933, Gehrig, primera base de los Yanquis, rompió el récord de más partidos consecutivos jugados de Everett Scott, al llegar a los 1,308 seguidos. Su cadena de encuentros consecutivos se extendió hasta llegar a 2,130, la primera gran marca en las Grandes Ligas. El 9 de septiembre de 1995, Cal Ripken hijo, de los Orioles de Baltimore, le rompió la marca y la extendió hasta los 2,632.
El 30 de abril de 1939, agobiado por una rara enfermedad “distrofia muscular”, el inmenso primera base de los Bombarderos del Bronx, Gehrig, el verdadero “Caballo” de la MLB decidió colgar para siempre los “spikes”.
Gehrig nació el 19 de junio de 1903, en Nueva York, en 1923 comenzó a jugar con los Yanquis de esa ciudad, y en 1939 luego de su retiro, permaneció con los Mulos del Bronx como capitán del equipo.
Murió en 1941. Sus restos reposan en Valhalla, estado de Nueva York,? junto a los de su esposa, Eleanor T. Gehrig, que sobrevivió hasta 1984. La pareja no tuvo hijos.