Andy Otero, un relevo espectacular para Licey en un sexto y escalofriante partido de serie final
"No tenía miedo de fallar y gracias a Dios las cosas salieron", dijo el panameño
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Los Tigres del Licey estaban consciente de que su bullpen se escaseaba cada vez más el personal.
No es para menos en un juego que se fue a extrainning.
La mejor opción y la más certera, fue la de Andy Otero, el abridor zurdo adquirido en el "draft de reingreso de Lidom", procedente de las Estrellas Orientales. Pero con el Licey fue destinado al relevo largo.
Ese domingo, en el sexto juego de la final le tocó mostrar la razón de su adquisición.
El zurdo de Panamá le dio la tranquilidad al dirigente Gilbert Gómez, luego de ver al lanzador lanzar tres entradas para frenar a los Leones del Escogido. "No tenía miedo de fallar y gracias a Dios las cosas salieron", dijo el panameño, quien finalmente se llevó al victoria.
Un valioso relevo que al final preservó la ventaja de tres carreras en el décimo tercer capítulo.
"Estaba enfocado para hacer mi trabajo, ya no estaban quedando muchos lanzadores", dijo Otero en el encuentro con la prensa post partido, en el que agradeció "a Dios y al Licey" por la oportunidad brindada en esta final.
El lanzador entró en el décimo y en sus tres entradas permitió un hit y dio dos boletos y así también se llevó el crédito de la victoria.
"Estaba enfocado en lanzar dos o tres innings, que era lo que más o menos quería el mánager y el coach de pitcheo y gracias a Dios salieron las cosas", señaló Otero.
A la altura de la entrada 13, después de dominar sin mayores dificultades el 11 y el 12, Otero permitió sencillo de Jean Segura al jardín de la izquierda y boleto a Yamaico Navarro.
Luego se recompuso para dominar de forma sucesiva a José Sirí y a Matt Whatley y retirar al bateador emergente Wilfredo Tovar con elevado al prado derecho.
"Cualquier equivocación nos iba a costar mucho, nos iba a costar el campeonato", apuntó, quien dijo que ejecutó cada pitcheo y la curva y el cambio le cayo de strike. "Eso me ayudó bastante".
Lisalverto Bonilla, Carlos Contreras y Elniery García era todo de lo que disponía el mánager azul Gilbert Gómez.
Aparentemente ya no eran opciones, al menos para este partido, aún cuando se embasaron los dos primeros leones.
"Eso no me sacó de juego, tratando de atacar a los bateadores y eso fue lo que me ayudó bastante", dijo el veterano, quien ya ha tirado tres veces séptimo juegos, incluida la final del año pasado en el que hizo un relevo de 5.1 entradas de dos hits y dos ponches, para las Estrellas Orientales, en una derrota 3-2 en la que el Licey resultó ser el ganador de ese campeonato.
"No me da presión. Estaba enfocado de ayudar al equipo como sea", señaló el lanzador zurdo.