El ajuste en el home que eleva a otro nivel a Elly de la Cruz
El torpedero recorta swings fuera de la zona y dispara su bateo
En un arranque de temporada con Mookie Betts, Shohei Ohtani, Bobby Witt Jr., y Juan Soto disparados en modo MVP y Mike Trout de vuelta por el trono que ocupó por casi una década, Elly de la Cruz irrumpe como una figura disruptiva, que no parece tener techo y depurando herramientas que tienen a Cincinnati alucinando.
Es un pelotero que a los 22 años y en su segunda campaña lidera la liga en velocidad de sprint, golpea una pelota a 119.2 mph y la lanza a 97.9 mph desde el campo.... y es ambidiestro.
Este gigante (6’5 pies) y 200 libras entró a la acción del jueves como líder en robos de la MLB (15), va empatado de cuarto en jonrones (7) y lleva 18 carreras remolcadas. Lo hace con una línea ofensiva de .313/.412/.651 en los primeros 24 partidos y 83 turnos.
Del mar de datos que colecta Baseball Info Solution en cada turno de De la Cruz sobresale la reducción de swings a lanzamientos fuera de la zona en esa mejora del bateo. Ha pasado de un 44% a su partido 30 (ocurrido en 2023) hasta un 28% al choque 120 de su carrera, en un gráfico que muestra una coherencia en la reducción.
El año pasado, el de Sabana Grande de Boyá salía excesivamente de la zona de strike, particularmente contra bolas que no eran rápidas. Este año, sin embargo, ha reducido su tasa de persecución y ha hecho un mejor trabajo manteniéndose dentro de la zona de strike, tras una temporada baja donde trabajó con Fernando Tatis padre y Astín Jacobo, en San Pedro de Macorís.
La mejora en la tasa de persecución se muestra en los boletos que consigue La Cocoa: 13.4% de apariciones en el plato este año después de promediar 8.2% en 2023. El aumento de 5,2 puntos porcentuales es el noveno mayor entre los 233 jugadores con al menos 400 apariciones en el plato en 2023 y 90 apariciones en el plato en 2024.
De la Cruz tuvo una velocidad de salida promedio de 91.7 mph en 2023 y ha subido a 92.7 mph este año. La media de la liga es de 88,7 mph y solo un puñado alcanza las 92 mph.
Con su poder natural, en Cincinnati trabajan para ayudarlo a reducir su tasa de rodados del 52,9%. Fue del 53,9% el año pasado. De la Cruz aún no saca los elevados suficientes, pero golpea la pelota con más fuerza cuando la levanta.
El liceísta se ha robado la tercera base más veces que la segunda base esta temporada. Tiene ocho robos de tercera y siete de segunda. El año pasado se robó 35 cojines en 43 intentos para una alta tasa de éxito del 81%. Hasta el jueves, su tasa de éxito se sitúa en el 83%.