Otra demanda millonaria por incumplir a un prospecto dominicano
Con nueve años entregó 40% del bono que firmaría en 2026
En plena pandemia, octubre de 2020, Manuel Abreu y Claudia Melo creyeron haber rubricado un contrato de representación de su hijo de nueve años que le llevaría a firmar en enero de 2026 con un equipo de las Grandes Ligas. Pero ese sueño se convirtió en una pesadilla de la que esperan la justicia dominicana les haga despertar.
Abreu y Melo acordaron ceder a su hijo a RC3 Manegement, dirigida por Pilar Ximena Adamo y Marcos Cabral Smith, que cobraría el 40% del bono si llegaba a firmar, a cambio de preparar al prospecto con alimentación, vitaminas, hospedaje, entrenamientos y todas las necesidades que se requiere en el proceso.
Las promesas y lo acordado en el contrato no pasó de una concentración de varias semanas, pero el acuerdo dejó atado al niño para no poder ser reclutado por otro programa de desarrollo y sus aspiraciones de ser peloteros se han frisado.
Los padres del menor entablaron una demanda contra Adamo y Cabral en diciembre de 2021 para rescindir el pacto y están a la espera de que un juez dicte sentencia.
Los demandantes buscan una indemnización por RD$50 millones, que será conocida en la Quinta Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional.
“Como justa reparación por los daños materiales, morales y psicológicas causados a los padres por su incumplimiento y muy especialmente los traumas durante dos largos años perdidos más los daños psicológicos causados al menor”, establece la demanda a la que tuvo acceso DL.
Se trata de un caso en el que los demandantes tuvieron que recurrir al Ministerio de Relaciones Exteriores para hacer llegar las notificaciones a Adamo, con residencia en la Florida y que había abandonado la aventura beisbolera, un campo donde incursionó por breve tiempo. El Consulado dominicano en Miami la notificó, aunque no fue ningún abogado a representarla a las audiencias.
Fuentes consultadas por DL indicaron que el caso representa una práctica que se extiende en la industria de desarrollo de prospectos, que no dispone de regulación. Personas que fingen tener programas, reclutan jugadores sin contar con la estructura para luego venderlo a entrenadores que sí disponen de plataformas, lo que reduce a menos de la mitad el dinero que el jugador recibiría si lograra firmar.
El proyecto de Ley de Béisbol que ya superó el Senado y espera en la Cámara de Diputado prohibiría este tipo de acuerdos con niños menores de 14 años.