El Covid-19 todavía trastoca la industria de desarrollo de prospectos
Cambio de fecha de firmas encareció el proceso de entrenamiento
El COVID-19 puede ser cosa del pasado para muchos sectores en el planeta, pero para el de desarrollo de prospectos para las Grandes Ligas desconoce cuándo se termine de sentir las secuelas.
La clase de peloteros habilitada para firmar a partir de este año (que cumple los 16 años antes del primero de septiembre) debía rubricar sus contratos el pasado domingo dos con el modelo anterior. Pero a raíz del coronavirus en 2020 esa fecha fue movida para el 15 de enero y desde entonces está institucionalizada.
Este nuevo escenario agregó seis meses y medio de trabajo y costos al proceso de entrenamiento, que impacta tanto en el bono del jugador como en el gasto de los formadores.
“Usted se queda desarrollándole el jugador a los equipos por seis meses más sin recibir ningún tipo de beneficio a cambio. Seis meses más de trabajo que una vez están acordado el jugador gasta cuatro veces la cantidad de dinero de uno que no está. Hay que vestirlo como un modelo, cambiándole utilería constantemente”, dice Javier Rodríguez, de Alianza Baseball Academy.
Rodríguez es la cabeza de la Asociación Internacional de Baseball Independiente (AIBI), un gremio que reúne a cerca de 500 entrenadores que tiene entre sus objetivos tener una voz más activa en las negociaciones entre la MLB y el sindicato de peloteros.
“Le están restando un año de desarrollo. Pierde el pelotero tiempo para llegar a ligas menores y dura más tiempo para cobrar el pelotero porque hay muchos equipos que no pagan a los tres meses, a pesar de que ya tuvieron más tiempo para hacer los exámenes. Hay jugadores que en junio no han cobrado”, dice Rodríguez sobre el sistema actual.
Fuerte crítico del sistema de preacuerdos a temprana edad, Rodríguez planteó en conversación con DL que la estructura actual es insostenible para nuevos actores e incluso para ha sacado del negocio a veteranos formadores que no han soportado la elevación de los costos.
Los acuerdos temprano reducen el valor de aquellos jugadores que desarrollan sus habilidades más tarde, lo que desincentiva su reclutamiento.
“Si abres un programa hoy tendrá que buscar jugadores 2027 y 2028 (que tengan 11-12 años), empezar a gastar dinero desde hoy en empleados, utilería, entrenamientos, viajes y su primer posible ingreso lo tendría entre el mes ocho y mes 10 de 2028. Cinco años y medio gastando para cobrar el primer dinero. El negocio es cada vez menos rentable”, dijo Rodríguez.