Esmery Martínez: “Siempre he sido una luchadora”; dice la drafteada en la WNBA
Su pasión por el baloncesto comenzó a los 14 años en Hato Mayor
Lo que comenzó como un simple juego, es increíble la seriedad que ha tomado. Es la experiencia que vive Esmery Martínez.
La singular jugadora de baloncesto se convirtió en la primera dominicana nacida en el territorio nacional en ser escogida por un equipo de la WNBA (Women’s Basketball National Association), la prestigiosa liga femenina del baloncesto estadounidense.
Su hermano, Lando, algo mayor que ella, jugaba al baloncesto y apostaba. Ella, a sus 14 años, lo vio y se motivó a jugar. Desde ahí se sintió atraída por este deporte. Y hoy es una drafteada de la WNBA, un logro que agradece a sus “dos madres”. Ojo: “ahora es que falta de verdad”, le dice ella a Diario Libre.
La nativa de Hato Mayor del Rey, que dio sus primeros pasos en el baloncesto dominicano en Hato Mayor, fue seleccionada número 17 por las Liberty de Nueva York en la segunda ronda del draft de la WNBA el pasado 15 de abril.
“Sólo Dios pudo hacer eso. Más nadie”, es la primera reacción de la jugadora de seis pies y tres pulgadas, quien jugó para las Mountaineers de West Virginia en el baloncesto universitario, División I.
Ella fue escogida por delante de Kate Martin (18), la jugadora de las Hawkeyes de Iowa, compañera de Caitlin Clark.
“Sinceramente yo estoy agradecida con Dios y me siento contenta, pues yo creo que hice el trabajo que debía de hacer y realmente trabajé muy fuerte para poder llegar ahí”, dice la jugadora de 23 años (mayo 1, 2000).
Y deja una enseñanza. “Nada es imposible. Creo que, si uno trabaja fuerte, es disciplinado y siempre está en comunión con Dios, enfocado para lo que uno quiere, puede lograr lo que uno quiere, sin importar adonde quiera ir”, dijo.
Ese es el espíritu de guerrera de esta jugadora, medallista centroamericana viene de su familia, en especial de sus dos madres.
“Siempre he sido una niña luchadora y siempre he tratado de salir adelante y ayudar mi familia. Claro que sí, mi familia. Mi mamá me enseñó siempre a luchar por lo mío”, dijo
Contrato
La dominicana ya tiene contrato con las Liberty.
Eso es una motivación más para esta joven dominicana que ha jugado con la selección nacional de baloncesto.
Al día siguiente del draft, Esmery plantó su firma con las Liberty. “Firmé al día siguiente”, sin la necesidad de moverse de su hogar, en Tuckson, Arizona.
La magia electrónica la dejó firmar sin tener que trasladarse a La Gran Manzana, movimiento que tenía pensado realizar este 23 de abril.
“Estoy muy emocionada, porque sinceramente me gusta aprender”, señaló.
Y si de aprender se trata ¿recuerdan el nombre de la jugadora que compitió contra Stephen Curry en el pasado Juego de Estrellas de la NBA?, se trata de Sabrina Ionescu, la fina tiradora de las Liberty.
“Yo sé que voy a aprender de Sabrina (Ionescu) y de muchas jugadoras en el equipo y creo que es una buena ventaja para mí, poder aprender de muchas jugadoras que están en la liga”, señala.
Abrir puertas
Nativa de Hato Mayor, Esmery jugó con las Reinas del Este, en la ¿desaparecida? Liga Nacional de Baloncesto Femenino. Aunque no precisa bien, uno, quizá dos partidos.
Tal vez pasó desapercibida, ahora en su posición, resulta inspiradora para abrir las puertas a muchas chicas de su comunidad y su país.
“Se las voy a abrir a muchas niñas”, dice. “Yo quiero ayudar a mi pueblo, a mi gente y realmente por eso me siento más emocionada”.
Martínez nació en Santo Domingo, en el Distrito Nacional. Ni sus padres, ni su familia son de esa provincia del este. Pero se fue muy niña para esta zona hatera. Y se identifica, precisamente “hatomayorense”.
El día de su elección
Ese 15 de abril, nadie la llamó para informarle de su elección. Veía por la TV la ceremonia del draft, lo hizo en casa de unos familiares en Tucson.
Al escuchar su nombre, suj reacción fue flemática.
“No hice nada. Yo me quedé sentada”. Lo tomó como algo normal. “Sí, porque yo creo que yo trabajo muy fuerte para esto”.
Llegó a los 16 años a Estados Unidos, ayudada por la Fundación Minaya, que le abre las puertas para ese mundo atlético deportivo en otro territorio, de la mano de su presidente Lenin Minaya. “Mi papá, le agradezco”, señala. Completó su secundaria en Hamilton Heights Christian Academy. Luego pasó a la universidad donde se graduó de “estudios interdisciplinarios”. Otro gran mensaje para las/los atletas que rechazan los estudios como vía compartida con el deporte. “Yo tuve dos lesiones en mi rodilla. Y lo primero que yo pensaba que el baloncesto para siempre entiende. Y se a mí pasaba algo, lo único que me podía sacar adelante en mi camino son mis estudios.