Brasil e India, los candidatos británicos para una silla permanente entre los más poderosos
El Consejo de Seguridad de la ONU está compuesto por 15 países, entre miembros permanentes y no permanentes que son invitados
Desde antes de que Rusia invadiera Ucrania, en febrero de 2022, Reino Unido ha utilizado todo su poder e influencia diplomática para condenar y sancionar a Moscú.
El secretario de Exteriores británico, James Cleverly, una de las caras visibles de esa ofensiva, insistió en que el Consejo de Seguridad de la ONU, creado después de la Segunda Guerra Mundial, debe ser reformado. El último cambio se hizo en diciembre de 1963.
Cleverly ha ido más allá, tratando de crear un nuevo bloque, y por ello ha pedido también la incorporación de Alemania, Japón y una nación africana.
"Reconozco que la reforma multilateral es excepcionalmente difícil de lograr. Pero traerá beneficios enormemente significativos para el Reino Unido y el resto del mundo", aseguró Cleverly.
El propósito de Londres es tan claro como obvio: restarle poder e influencia a Rusia que, haciendo valer su peso en uno de los organismos más poderosos de la ONU, ha vetado resoluciones importantes como condenar la invasión rusa a Ucrania.
Y es que la guerra en Ucrania evidenció la contradicción de Rusia en su compromiso con proteger el mantenimiento de la paz internacional, como busca el Consejo de Seguridad.
Por años, varios países han promovido, sin mayor éxito ni avances, reformas al funcionamiento del Consejo, para permitir el ingreso de nuevos jugadores que pueden traer un balance entre los más poderosos occidentales y el eje Rusia-China.
"La señal que está enviando el gobierno británico es que admiten que el mundo ha cambiado y se necesitan nuevos actores que representen la naturaleza multilateral de la ONU actual y no de cuando se forjó el actual Consejo de Seguridad en pleno choque del bloque occidental versus el soviético", comentó el investigador del Instituto Real de Defensa y Seguridad (RUSI), Carlos Solar.
Reino Unido considera que la invasión rusa devolvió la urgencia del debate sobre esas reformas para garantizar un Consejo mucho más moderno, adaptado a las realidades actuales, pero que, sobre todo, presente un contrapeso a Rusia, que suele usar las resoluciones para su beneficio.
"El apoyo no es solo un reconocimiento de las aspiraciones de dos grandes países en desarrollo (países emergentes y del Sur Global) y de su papel en cuestiones de paz y seguridad globales, pero también un esfuerzo de traer a los dos países más cerca del bloque occidental", explicó la directora de Estudios de Brasil de la Universidad de Oxford, Laura Trajber.
¿Tiene Brasil alguna opción?
América Latina no tiene representación permanente ni derecho a veto en el Consejo de Seguridad, pese a ser un continente convulso y en vías de desarrollo, pero su labor ha sido clave para impulsar una agenda de paz y seguridad regional.
Este Consejo fue clave como apoyo político y de recursos, por ejemplo, para el acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y la extinta guerrilla de las FARC.
El exembajador de Colombia en la ONU y en Londres, Néstor Osorio, le señaló a France 24 que el apoyo del Consejo de Seguridad fue "decisivo y fundamental para la implementación del acuerdo de paz".
Especialmente por la resolución que creó una comisión tripartita de monitoreo al proceso de reincorporación de los miembros de las FARC.
Así que la inclusión de Brasil significaría el reconocimiento de una región que ha permanecido olvidada e ignorada en los grandes clubes del mundo.
"Brasil y otros países de la región han contribuido mucho para operaciones de paz de las Naciones Unidas, financieramente y con recursos humanos", subrayó Trajber.
Ella agrega que "en caso de que logre hacer parte del Consejo de Seguridad como miembro permanente, sería también una oportunidad para fortalecer procesos regionales de dialogo y coordinación en paz y seguridad y seguramente traer perspectivas latinoamericanas al debate global".
Para que Brasil, India, Alemania, Japón o una nación africana puedan tener esa anhelada silla permanente, se requiere el consenso no solo del Consejo de Seguridad sino de la Asamblea General y sus 193 miembros.
"India y Brasil no suelen ir necesariamente de la mano con los objetivos de la política exterior británica, basta ver cómo han votado las resoluciones en torno a la guerra en Ucrania, donde se han abstenido de condenar la invasión rusa. Pero como Alemania y Japón también están considerados para potencialmente acceder al consejo, se equipararía el posible balance de fuerzas", sostiene Solar.
Trajber explica que desde el 2004, el G4 -integrado por Brasil, India, Japón y Alemania- ha promovido las modificaciones para admitir nuevos miembros y otros países, cambios en el derecho al veto.
¿Cómo funciona el Consejo de Seguridad de la ONU?
Está compuesto por 15 países, entre miembros permanentes y no permanentes que son invitados, por un periodo de dos años.
Los permanentes son las grandes potencias del mundo, que tuvieron un papel fundamental para finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China.
Entre los miembros no permanentes actuales, que son elegidos por la Asamblea General de la ONU, están Ecuador, Brasil, Albania, Gabón, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Suiza, Ghana, Malta y Mozambique.
"Rusia ha presidido dos veces el Consejo de Seguridad desde que estalló la guerra y sin embargo no le ha servido para mucho más que airear su propaganda y frenar resoluciones en su contra", afirma Solar.
Por las señales que se han enviado desde hace años, pese al apoyo formal del Reino Unido en voz alta, pareciera que aún los miembros no están listos para dar el debate.
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