La investidura de Trump marca el período más largo sin un embajador de EE.UU. en el país
En los últimos 30 años, el tiempo más largo sin un embajador estadounidense en República Dominicana durante un cambio de gobierno había sido un año y 10 meses
La inauguración del nuevo gobierno de Donald Trump coincide con la salida de la última embajadora de Estados Unidos en el país, Robin Bernstein, quien finalizó su misión en territorio dominicano en medio del turbulento traspaso del poder al demócrata Joe Biden en 2021.
La posición ha estado vacante durante los cuatro años de la administración Biden-Harris. Dos nombres fueron propuestos para liderar la diplomacia estadounidense en el país, pero la última de las nominaciones fue devuelta al mandatario por exceder el tiempo en el Congreso sin obtener una respuesta.
Este período supone el tiempo más largo entre la salida de un embajador estadounidense y la llegada de otro durante un traspaso de poder en los últimos 30 años de relaciones diplomáticas, según un análisis de la página web que rastrea a los embajadores estadounidenses.
Durante los dos mandatos del demócrata Bill Clinton (1993-2001), la República Dominicana contó con dos embajadores, el último de ellos, Charles T. Manatt, abandonó el cargo el 1 de marzo de 2001. Su sucesor, bajo el primer mandato del republicano George W. Bush, fue Hans H. Hertell, quien presentó sus credenciales el 29 de noviembre de 2001, para una pausa de ocho meses entre embajadores de diferentes gobiernos.
Un segundo embajador en la era Bush, P. Robert Fannin presentó credenciales en diciembre de 2007 y abandonó el cargo en enero de 2009, en medio de la histórica llegada de Barack Obama como el primer afroestadounidense en ocupar la Casa Blanca.
Raúl H. Yzaguirre, el primer embajador nombrado bajo el gobierno de Obama ante la República Dominicana, presentó sus credenciales el 17 de noviembre de 2010, a un año y 10 meses de que el demócrata asumiera la presidencia de los Estados Unidos.
Este era el periodo más largo entre la salida de un embajador y la llegada de otro después de un cambio de gobierno.
James "Wally" Brewster Jr., fue el segundo y último embajador confirmado en la administración Obama. Llegó al país en diciembre de 2013 y abandonó el puesto cuatro años más tarde, en enero de 2017.
Brewster Jr. fue reemplazado por Bernstein, quien arribó a la República Dominicana en 2018. La diplomática presentó sus credenciales en septiembre de ese mismo año. Bernstein asumió el liderazgo de la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo un año y ocho meses después de que Trump llegara a la Casa Blanca para su primer mandato.
Las nominaciones de Biden
En el caso de Biden, a ocho meses de llegar al poder, anunció a Calvin Smyre como nominado a embajador en República Dominicana, pero meses después el demócrata propuso al diplomático para la misma posición en Bahamas, nominación que tampoco progresó.
Biden tardó más de dos años en proponer un nuevo nombre para dirigir la diplomacia estadounidense en el país. La nominación de Juan Carlos Iturregui fue anunciada en noviembre de 2023 y en junio de 2024, el puertorriqueño se sometió al interrogatorio del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en su audiencia de confirmación.
La nominación no tuvo más movimientos hasta enero de 2025, cuando el Senado devolvió al despacho de Biden citando la Regla del Senado XXXI, párrafo 6 del Reglamento Permanente del Senado, la cual establece la devolución al Presidente de aquellas nominaciones que no han sido ni confirmadas ni rechazadas al momento de que el Senado suspende sus sesiones sine die ("sin día") o por un período mayor a más de 30 días.
Esto significó el cierre del tema para el gobierno de Biden, durante el cual el liderazgo de la Embajada de Estados Unidos ha quedado bajo la responsabilidad de los encargados de negocio de turno. Actualmente el cargo lo ocupa Patricia Aguilera, quien sustituyó a Isiah Parnell en septiembre de 2023, que a su vez arribó al país para reemplazar a Robert W. Thomas, que asumió de manera interina la dirección de la misión diplomática tras la salida de Bernstein.
A pesar de la la larga ausencia de un embajador en suelo dominicano, el jefe del Departamento de Estado de Biden, Antony Blinken, visitó la República Dominicana en septiembre pasado (2024) después de una primera parada en Haití. Se trató del primer viaje de Blinken a la isla La Hispaniola desde que asumió el cargo en 2021 y siguió a la participación de su antecesor, el republicano Michael Pompeo, a la toma de posesión del presidente Luis Abinader en 2020.
¿Por qué las nominaciones de Biden para embajador en RD no progresaron?
Blinken llega al país para su reunión con Abinader
La nominación de Trump para el cargo
En diciembre pasado, el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nominó a Leah Francis Campos para embajadora de Estados Unidos en el país. Candidatura que será conocida en los próximo días por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos para su evaluación y posterior confirmación.
La República Dominicana es uno de los nueve países de América para los que el republicano ya ha nombrado embajadores y están a la espera de confirmación una vez arranque el nuevo tren gubernamental. Trump también ha propuesto nombres para otros 18 territorios y tres organizaciones.
Leah Francis Campos, una exespía de la CIA y ex candidata a congresista por el estado de Arizona, es la segunda mujer que Trump nomina para ocupar el cargo en el país, después de Bernstein.
De ser confirmada, Campos sería la tercera mujer en representar al gobierno estadounidense en Santo Domingo en los 140 años de relaciones diplomáticas de ambos países.
La elegida de Trump nació y creció en Tempe, Arizona, con raíces mexicanas. Sus abuelos emigraron a los Estados Unidos desde México.
Campos tiene más de 20 años de experiencia en el ámbito de la seguridad nacional, las relaciones exteriores y la asesoría estratégica. Inició su carrera en el año 1997, cuando se unió a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como Oficial de Operaciones, un puesto en el que sobresalió durante más de 14 años.
Durante sus años en la CIA, Campos participó en numerosas misiones claves que consolidaron su reputación como experta en inteligencia y operaciones estratégicas, lo que le permitió adquirir un conocimiento profundo de los desafíos de la seguridad global.
Campos es conocida por su capacidad para negociar en contextos complejos y por su firme compromiso con la seguridad y la estabilidad internacional. Además de su trabajo en el ámbito diplomático, ha sido una consultora destacada en temas de inteligencia y seguridad, asesorando tanto a gobiernos como a organizaciones privadas en la creación de estrategias efectivas para enfrentar amenazas globales.
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