Michael Cohen, exabogado de Trump, empieza a declarar en juicio al expresidente

"Esto es un desastre"

Antes del almuerzo, Cohen transmitió la reacción de Trump a la noticia de la acusación de Daniels justo después de la grabación de "Access Hollywood".

Trump, dijo, "estaba realmente enojado" y le dijo a Cohen: "Pensé que tenías esto bajo control. Pensé que te habías ocupado de esto".

"Me dijo: 'Esto es un desastre, un desastre total. Las mujeres me van a odiar. Las mujeres me odiarán. Los chicos, piensan que es genial, pero esto va a ser un desastre para la campaña", testificó Cohen, señalando que Trump estaba "muy mal en las encuestas con las mujeres" en ese momento.

Cohen dijo que Trump le aconsejó que trabajara con Pecker para lidiar con el asunto.

Al preguntarle a Trump cómo afectaría la historia a su esposa, Melania, Cohen testificó que el entonces candidato respondió: "No te preocupes", y agregó: "¿Cuánto tiempo crees que estaré en el mercado? No por mucho tiempo.

Eso, dijo, lo llevó a concluir: "Todo esto se trataba de la campaña".

Trump no respondió visiblemente mientras Cohen hablaba.

El juicio se interrumpe para el almuerzo. Cohen reanudará su testimonio a las 2 p.m.

Cohen asesoró a Trump cuando aparecieron las acusaciones de Stormy Daniels en 2011

Cohen testificó que habló por primera vez con Trump sobre Stormy Daniels en 2011 después de que un sitio web de chismes publicara un artículo que alegaba que los dos tuvieron un encuentro sexual.

Trump dijo que conocía a Daniels y que era "una mujer hermosa", usando el mismo adjetivo que había usado para McDougal. No respondió cuando se le preguntó si había tenido relaciones sexuales con ella, testificó Cohen.

Trump dijo que había conocido a Daniels en una salida de golf de celebridades en 2006 y que ella le había cogido cariño, incluso en una habitación llena de jugadores de fútbol americano como el mariscal de campo de los Pittsburgh Steelers, Ben Roethlisberger, entre otras estrellas.

Trump, dijo Cohen, le dijo: "¡A ella le gusta el Sr. Trump y que las mujeres prefieren al Sr. Trump incluso antes que a alguien como el Big Ben!".

Sin embargo, Cohen dijo que Trump aceptó su oferta de eliminar la historia.

"Absolutamente. Hazlo. Cuídenlo", recordó Cohen que le dijo Trump.

Más tarde, Cohen trabajó con el abogado Keith Davidson, quien más tarde representó a Daniels en el acuerdo de dinero por silencio de 2016, para que la historia fuera eliminada.

Trump quería que Cohen "tomara el control" de la grabación de 'Access Hollywood'

Cohen dijo que se enteró de la grabación de "Access Hollywood" después de que un reportero del Washington Post se puso en contacto con la campaña para que hiciera comentarios.

Dijo que inmediatamente se comunicó con Steve Bannon, quien entonces era un alto funcionario de campaña, para ver cómo estaban manejando las cosas.

"Quería asegurarme de que las cosas se estuvieran cuidando adecuadamente para proteger al señor Trump", testificó Cohen.

Dijo que más tarde habló con Trump, quien le aconsejó que tratara de "tomar el control de la historia" y "minimizar su impacto". Según Cohen, Trump quería que presentara la historia como "charla de vestuario", un término que sugirió que podría haber sido recomendado por la ex primera dama Melania Trump.

Cohen le dio a Trump una "actualización completa y total" sobre la historia de McDougal

Cohen relató la llamada mientras una fiscal, Susan Hoffinger, mostraba a los miembros del jurado registros de llamadas de teléfonos celulares que detallaban una llamada de siete minutos y 14 segundos entre Cohen y Trump el 29 de septiembre de 2016.

Eso fue el día antes de que Cohen firmara un acuerdo para adquirir los derechos.

Cohen dijo que habló con Trump "para hacerle saber que se estaba ocupando de todo... y que se estaba resolviendo".

Cohen testificó que personalmente no tenía ningún interés en adquirir los derechos de la historia de McDougal, y le dijo al jurado: "Lo que estaba haciendo era bajo la dirección y el beneficio del Sr. Trump".

Al final, el entonces editor del National Enquirer, David Pecker, se retiró del acuerdo, dijo Cohen.

Cohen recordó que Pecker le dijo que ya no era necesario que Trump reembolsara a American Media Inc. el costo porque una edición de la revista Men's Health, una de las otras publicaciones de la compañía, que presentaba a McDougal en la portada se había vendido mucho mejor de lo que la compañía había anticipado.

"Sintió que, incluso por los 150,000 dólares, era un excelente negocio", dijo Cohen sobre Pecker.

Cohen testifica que la grabación secreta es real e inalterada

En respuesta a dos preguntas del fiscal, Cohen afirmó que la grabación que había hecho en secreto de Trump no estaba alterada y sonaba exactamente igual que el día en que se grabó. Las preguntas estaban destinadas a obtener una respuesta a un argumento planteado previamente por la defensa, acusando a Cohen de alterar la cinta.

Al principio del juicio, los abogados de Trump presionaron a un testigo técnico sobre las "brechas" en el manejo del teléfono después de que Cohen hiciera la grabación, junto con el corte abrupto al final de la cinta, que Cohen dijo que fue el resultado de una llamada entrante de un funcionario bancario.

La conversación grabada de Cohen con Trump

Cohen testificó que la conversación grabada que se reprodujo en la corte fue la única que había hecho entre él y Trump.

Cohen dijo que hizo la grabación "para poder mostrársela a David Pecker y de esa manera escucharía la conversación y sabría que le íbamos a pagar, que el señor Trump le iba a devolver".

Cohen testificó que la grabación se cortó abruptamente porque estaba recibiendo una llamada entrante a su teléfono, una afirmación corroborada por los registros de los operadores de telefonía celular mostrados en la corte. Haciendo referencia a su lista de contactos, Cohen dijo que el número que figuraba en los registros de la compañía pertenecía a un funcionario del banco que estaba tratando de comunicarse con él.

Cohen testificó el lunes que, de todos modos, no sentía la necesidad de grabar más de la conversación.

"No quería grabar más", testificó Cohen. "Ya tenía suficiente para mostrarle a David Pecker como para convencerlo de que iba a recibir los 150.000 dólares de vuelta".

Cohen testificó que después de que se cortó la grabación, le dijo a Trump que iba a ir a la oficina de Weisselberg para discutir más a fondo el plan y que se pondría en contacto con Trump con una actualización.

Cohen buscó la "separación" entre Trump y el acuerdo con McDougal

Antes de la pausa, los miembros del jurado escucharon por segunda vez una grabación de audio que Cohen hizo subrepticiamente de sí mismo informando a Trump en septiembre de 2016 sobre un plan para comprar los derechos de la historia de McDougal al National Enquirer.

Esta vez, tenían a Cohen en el estrado de los testigos narrando y anotando la grabación mientras se reproducía.

Después de reproducir la grabación de casi tres minutos hasta el final, la asistente del fiscal de distrito Susan Hoffinger detuvo la cinta en ciertos intervalos para que Cohen describiera lo que estaba sucediendo y de quién estaba hablando.

"Necesito abrir una empresa para la transferencia de toda esa información sobre nuestro amigo, David", se escucha decir a Cohen en la grabación, que dijo que hizo usando la aplicación Voice Memos en su iPhone.

Cohen testificó que quería crear una empresa para la transacción "con el fin de tener separación" entre Trump y el acuerdo. Dijo que "toda esa información" incluía no solo la historia de McDougal, sino cualquier otra cosa sobre Trump que pudiera haber estado en los archivos de American Media Inc.

A medida que avanzaba la grabación, se escucha a Cohen diciéndole a Trump: "He hablado con Allen Weisselberg sobre cómo preparar todo".

Trump responde: "Entonces, ¿cuánto tenemos que pagar por esto? ¿Un cincuenta?

Weisselberg fue durante mucho tiempo el director financiero de la Organización Trump. "Cada centavo que entraba o salía pasaba por la oficina de Allen", testificó Cohen.

Luego se escucha a Cohen hablar sobre la financiación del acuerdo, que el lunes señaló que era un error y que lo que realmente quería decir era financiación. Luego se escucha a Trump hablar de pagar en efectivo, o "verde", como lo describió Cohen en el estrado de los testigos, lo que, según testificó, habría sido otra forma de evitar un rastro de papel.

Cuando la grabación se reprodujo por primera vez en su totalidad, antes de que se le pidiera su opinión, Cohen negó con la cabeza y se quitó las gafas mientras se reproducía la grabación de audio de septiembre de 2016 y se mostraba una transcripción en un monitor frente a él. Luego tomó un trago de agua y se llevó los dedos a los labios mientras se escuchaba la voz grabada de Trump retumbando en la sala del tribunal.

Cohen está sereno, casi sereno

Ofrece respuestas directas y realistas a las preguntas del fiscal, recordando rápidamente detalles de encuentros de hace años mientras muestra poca emoción.

Es un contraste con la última vez que Cohen subió al estrado de los testigos frente a su exjefe, cuando discutió con el abogado defensor de Trump, levantando la voz a veces y anunciando sus propias "objeciones" a ciertas preguntas.

La Corte toma un descanso de 15 minutos

Los archivos relacionados con Trump estaban en un "cajón de archivos o en un cajón cerrado con llave"

Después de que el National Enquirer desembolsó 150,000 dólares para suprimir la historia de McDougal sobre Trump, Cohen testificó que el editor del tabloide lo estaba acosando para que Trump le reembolsara el costo.

"Era demasiado dinero para que se lo ocultara al director ejecutivo de la empresa matriz" y ya había desembolsado 30,000 dólares para la historia del portero, testificó Cohen. Relató que conoció a Pecker en su restaurante italiano favorito y que el editor estaba molesto porque no le pagaron.

Cohen dijo que en algún momento Pecker también le había expresado que su compañía, American Media Inc., tenía un "cajón de archivos o un cajón cerrado con llave, como él lo describió, donde se encontraban los archivos relacionados con el Sr. Trump".

Cohen dijo que estaba preocupado porque la relación de Pecker con Trump se remontaba a años atrás y que Pecker estaba en la carrera para dirigir otra compañía de medios. Cohen temía lo que pasaría con los archivos si Pecker se iba.

Dijo que Trump también compartía esas preocupaciones.

Todo el mundo tiene todo bajo control

Cohen relató una conversación que escuchó entre Trump y Pecker a medida que avanzaban las negociaciones con McDougal.

Cohen testificó que estaba con Trump cuando el entonces candidato presidencial habló con Pecker por altavoz en su oficina de la Torre Trump.

"Le preguntó cómo iban las cosas con el asunto, y David dijo: 'Tenemos esto bajo control y nos encargaremos de esto'", testificó Cohen.

Al responder a una pregunta de seguimiento del fiscal, Cohen dijo que Trump y Pecker también discutieron cuánto costaría suprimir la historia de McDougal.

"David dijo que costaría 150,000 dólares controlar la historia", dijo Cohen. Dijo que Trump luego le dijo al editor: "No hay problema. Yo me encargaré de eso".

Antes de la llamada Trump-Pecker, Cohen testificó que había tenido su propia llamada con Pecker del National Enquirer y Howard, quien acababa de volar a Los Ángeles para reunirse con McDougal.

"Te aseguraré esto y no lo dejaré fuera de mi alcance", recordó Cohen que le dijo Howard.

Cohen relata la operación de atrapar y matar para enterrar la falsa afirmación de un portero de la Torre Trump

Cohen testificó sobre su papel en la negociación de un acuerdo para comprar una historia potencialmente dañina de un portero de la Torre Trump, Dino Sajudin, con el fin de "sacarla del mercado". Es una historia que los miembros del jurado ya han escuchado de testigos anteriores, pero Cohen está hablando directamente sobre el papel de Trump en el esquema de atrapar y matar.

Cohen dijo que acudió a Trump inmediatamente después de enterarse de la historia, que afirmaba, falsamente, que Trump tenía un hijo fuera del matrimonio. En respuesta, Trump le dijo: "Tú te encargas", según Cohen.

Cohen luego trabajó con David Pecker y Dylan Howard del National Enquirer para pagarle a Sajudin 30,000 dólares por la historia. Cohen dijo que sugirió la multa de un millón de dólares para el portero si rompía los términos.

Cohen ayudó a enterrar el supuesto romance de Trump con la modelo de Playboy Karen McDougal

Cohen testificó que acudió a Trump inmediatamente después de que el National Enquirer lo alertara sobre una historia que se estaba vendiendo que supuestamente Trump había tenido un romance con la ex modelo de Playboy Karen McDougal.

Cohen recordó haber ido a la oficina de Trump, diciéndole: "Oye, jefe, tengo que hablar contigo", y preguntándole a Trump si conocía a McDougal o algo sobre la historia.

"Su respuesta fue: 'Ella es realmente hermosa'", testificó Cohen.

Cohen dijo que Trump le dijo: "Asegúrate de que no se publique".

Cohen dijo que se comunicaba regularmente con Pecker y Howard en el National Enquirer para evitar que la historia saliera a la luz. Dijo que los ejecutivos de los tabloides lo actualizaban regularmente sobre sus discusiones y que mantenía a Trump informado de los acontecimientos.

Cohen dijo que pensaba que la historia tendría un impacto "significativo" en la campaña de Trump si se publicaba.

La noticia de McDougal se produjo poco después de que el National Enquirer pagara 30,000 dólares para aplastar el rumor de un portero sobre Trump, que Cohen afirma que ayudó a elaborar.

El relato de Cohen sobre la reunión de 2015 en la Torre Trump con David Pecker

Cohen ofreció su versión de una reunión en agosto de 2015 en la Torre Trump, donde el exeditor del National Enquirer, David Pecker, testificó que se había ofrecido a ser los "ojos y ojos" de la campaña, buscando historias negativas antes de que se publicaran.

Cohen testificó que Pecker se ofreció a publicar historias positivas sobre Trump e historias negativas sobre sus oponentes. Dijo que el editor también se ofreció a "estar atentos a cualquier cosa negativa sobre el Sr. Trump y que podría ayudarnos a saber de antemano lo que estaba saliendo y tratar de evitar que saliera".

Entre las historias negativas, Cohen citó a Hillary Clinton usando anteojos muy gruesos y acusaciones de que tenía una afección cerebral, una foto del padre del senador Ted Cruz supuestamente con el asesino de John F. Kennedy, Lee Harvey Oswald, y un artículo que alegaba que Marco Rubio había estado involucrado en "una borrachera de drogas de algún tipo".

Cohen testificó que el propietario del National Enquirer, American Media Inc., enviaba portadas de sus tabloides y que se las mostraba a Trump, en parte como una forma de mostrar que Pecker era un hombre de palabra.

La reacción de Trump a las historias: "Es fantástico, es increíble".

Cohen dijo que estaba tratando de aprovechar el poder del National Enquirer en beneficio de Trump, dada su alta visibilidad junto a las cajas registradoras de decenas de miles de supermercados en todo Estados Unidos.

Cohen advirtió a Trump que podrían surgir historias negativas tras el anuncio de su candidatura presidencial

"Sabes que cuando esto salga a la luz, es decir, el anuncio, prepárate, habrá muchas mujeres que se presentarán", recordó Cohen haber dicho.

Cohen dice que inició una iniciativa de diversidad para la campaña presidencial de Trump

Aunque nunca fue un miembro oficial pagado de la campaña de Trump, tenía una dirección de correo de campaña, se desempeñó como sustituto de Trump, a menudo hablaba con periodistas y lanzó un grupo de coalición de diversidad.

Dijo que fue a ver a Trump en un momento y señaló que sus mítines eran "muy blancos y realmente necesitas diversidad. Si vas a ganar, necesitas diversidad, así que comencé un grupo llamado Coalición de Diversidad para Trump".

Trump consideró postularse a la presidencia antes de 2016

Cohen recordó uno de los primeros coqueteos de Trump con una candidatura presidencial en 2011. En ese momento, Cohen dijo que creó un sitio web, ShouldTrumpRun.com, que atrajo a muchos visitantes.

"Fue una prueba más de que el reconocimiento de su nombre, su popularidad, especialmente debido al exitoso programa The Apprentice, era tan fuerte", dijo Cohen.

Trump finalmente decidió no postularse durante ese ciclo, pero "prometió" que lo haría en el próximo ciclo electoral, testificó Cohen. "Él dijo: 'Lo estoy haciendo'", recordó Cohen.

Cohen guardó los contactos de Trump en su propio teléfono celular

Con el fin de que la gente hablara por teléfono de su antiguo jefe rápidamente, Cohen dijo que la lista de contactos de Trump se incorporó a su propia lista en los dos teléfonos celulares que entregó a los fiscales durante la investigación que condujo a la acusación de Trump.

Cohen testificó que Trump quería que sus contactos estuvieran en el teléfono de Cohen porque pasaban una cantidad considerable de tiempo juntos y él decía: "Michael, ponme en línea a fulano de tal".

Uno de los teléfonos de Cohen tenía más de 30,000 contactos, según el testimonio del juicio.

Cohen entregó a los fiscales los teléfonos, que había usado hasta 2018, para que pudieran preservar la evidencia relacionada con el pago a Daniels.

Eso incluyó grabaciones de voz de conversaciones que tuvo con Keith Davidson, abogado de Daniels, así como correos electrónicos y mensajes de texto.

"Tiempos menos que buenos"

A pesar de afirmar que el trabajo era en general "fantástico", Cohen también reconoció que su trabajo requería que mintiera e intimidara en nombre de su jefe.

"Lo único que tenía en mente era cumplir la tarea y hacerlo feliz", dijo Cohen, refiriéndose a su ex jefe.

Cuando se le preguntó si a veces mentía por Trump, Cohen respondió: "Lo hice". Del mismo modo, dijo que a veces actuaba como un matón.

"Grandes momentos"

Cohen testificó que Trump quería ser informado de inmediato sobre cualquier desarrollo en las tareas que asignó.

"Cuando te asignaba algo, te decía: 'Mantenme informado', 'Hazme saber qué está pasando'", dijo Cohen, especialmente "si había un asunto que le preocupaba".

"Si se enterara de otra manera, eso no le iría bien", testificó Cohen.

Cohen dijo que Trump tenía una "política de puertas abiertas" que permitía a los ejecutivos reunirse con él en su oficina, sin cita previa, y mantenerlo informado de los acontecimientos.

Aunque ahora es un feroz crítico de Trump, Cohen habló con entusiasmo sobre trabajar para el expresidente, señalando que la compañía era "una gran familia".

"Fue fantástico. Trabajar para él, especialmente durante esos 10 años, fue una experiencia increíble en muchos, muchos sentidos", testificó Cohen. "Hubo grandes momentos. También hubo varios momentos que no fueron tan buenos".

"Tiempos menos que buenos"

A pesar de afirmar que el trabajo era en general "fantástico", Cohen también reconoció que su trabajo requería que mintiera e intimidara en nombre de su jefe.

"Lo único que tenía en mente era cumplir la tarea y hacerlo feliz", dijo Cohen, refiriéndose a su ex jefe.

Cuando se le preguntó si a veces mentía por Trump, Cohen respondió: "Lo hice". Del mismo modo, dijo que a veces actuaba como un matón.

Cohen dice que Trump rara vez usó el correo electrónico

Cohen dice que habló con Trump, ya sea en persona o por teléfono, varias veces al día, y señaló que Trump desconfiaba del uso del correo electrónico. Otros testigos dieron fe de lo mismo.

"El señor Trump nunca tuvo una dirección de correo electrónico", dijo Cohen. Trump conocía a demasiadas personas que habían "caído" como resultado de correos electrónicos que los fiscales pudieron usar en su contra en casos legales, dijo Cohen.

Cohen testifica que reportó directamente a Trump

Durante su mandato de una década como vicepresidente ejecutivo y fiscal especial de Trump, Cohen recordó que se le asignó la tarea de renegociar proyectos de ley en nombre de Trump, incluida una factura de un bufete de abogados que Trump consideró que no era "justa, razonable, justificada" y facturas pendientes de 50 proveedores del fallido proyecto de la Universidad Trump del empresario.

Cohen testificó que logró recortar la mayoría de las facturas de la Universidad Trump en más del 80%, evitando que Trump tuviera que cubrir los costos detrás de los 2 millones de dólares que quedaron en la cuenta bancaria del proyecto.

Cohen dijo que cuando cumplía una tarea, se aseguraba de que Trump lo supiera, tanto para mostrarle a su entonces jefe que estaba en la tarea como para asegurarse de que recibiera crédito por ello.

"Iba directamente a la oficina del señor Trump y le informaba de la tarea que habíamos logrado", testificó Cohen.

Cohen dijo que cuando le preguntó a Trump sobre la reducción de los proyectos de ley de la Universidad Trump, Trump le dijo que pensaba: "Es fantástico, es genial". Cohen dijo que eso lo hizo sentir "como si estuviera en la cima del mundo".

Una "manera fuerte y amenazante"

Cohen explicó que parte de su trabajo incluía comunicarse con los reporteros cuyas historias habían enfurecido a Trump, pedirles que hicieran cambios o eliminarlos y, a veces, amenazarlos con acciones legales.

Cuando se le preguntó si lo había hecho de una "manera fuerte y amenazante", Cohen, quien era conocido por amenazar a los reporteros, respondió afirmativamente.

"Yo diría que sí", dijo.

Cohen comparte cómo él y Trump comenzaron su relación de trabajo de una década

Cohen dijo que inicialmente se le pidió que revisara una serie de documentos que trataban sobre Trump Entertainment Resorts. Una vez terminado el proyecto, dijo que fue invitado a reunirse con Trump en su oficina, donde el empresario le preguntó a Cohen si era feliz en su "vieja y somnolienta empresa" y le ofreció un trabajo.

"Me sentí honrado. Me tomó por sorpresa. Y estuve de acuerdo", dijo Cohen.

Cohen vuelve sus ojos hacia Trump

Cohen se vio obligado a mirar a su antiguo jefe cuando la fiscal Susan Hoffinger le pidió al testigo que identificara a Trump en la sala del tribunal. Cohen se inclinó hacia su izquierda y luego se puso de pie, mientras Hoffinger le pedía que nombrara una prenda de vestir que Trump tenía puesta.

"Lleva una corbata azul y blanca", dijo Cohen, después de un rato.

Trump no pareció hacer contacto visual con su exasesor y abogado cuando Cohen comenzó su testimonio.

En el estrado: Michael Cohen

Cuando Cohen entró, su cabeza se movió de un lado a otro en la abarrotada sala del tribunal. Trump susurró con uno de sus abogados mientras Cohen se acercaba al estrado. Será interrogado por la fiscal de distrito adjunta Susan Hoffinger.