Empezó en Columbia, y ahora estudiantes de todo EE.UU. intensifican protestas contra guerra en Gaza
La semana pasada de más de 100 manifestantes que habían acampado en el campus de la Universidad de Columbia en Manhattan
Lo que empezó la semana pasada cuando estudiantes de una universidad de élite de Nueva York rechazaron poner fin a su protesta contra la guerra de Israel contra Hamás se había convertido el martes en un movimiento mucho más grande, luego de que estudiantes de todo Estados Unidos montaron campamentos, ocuparon edificios e hicieron caso omiso de las peticiones de que se marcharan.
Las protestas contra la guerra en la Franja de Gaza llevaban meses bullendo, pero se intensificaron luego del arresto el jueves de la semana pasada de más de 100 manifestantes que habían acampado en el campus de la Universidad de Columbia en Manhattan. Desde entonces, decenas de manifestantes más han sido detenidos, y muchos enfrentan cargos de allanamiento o de alteración del orden público.
Mientras las tensiones en Columbia siguen aumentando y algunos estudiantes temen poner un pie en el campus, los directivos señalaron que la universidad cambiará a una educación a distancia por el resto del semestre. Al igual que muchas universidades, Columbia cuenta los días para el fin del semestre, y su último día de clases está previsto para el lunes, mientras que los exámenes concluyen al término de la siguiente semana.
En la cercana Universidad de Nueva York, la policía dijo que 133 manifestantes fueron detenidos el lunes por la noche y que todos habían sido liberados con órdenes de comparecencia en el tribunal bajo cargos de alteración del orden público. El alcalde neoyorquino Eric Adams dijo que los agentes de la policía fueron golpeados con botellas y otros objetos en algunas de las protestas de esta semana.
En Connecticut, la policía arrestó a 60 manifestantes —incluidos 47 estudiantes— el lunes en la Universidad de Yale, luego de que se rehusaron a abandonar un campamento en la Plaza Beinecke.
El presidente de Yale, Peter Salovey, dijo que los manifestantes habían rechazado una oferta para poner fin a la protesta y reunirse con los administradores. Después de varias advertencias, las autoridades escolares determinaron que “la situación ya no era segura”, así que la policía desalojó el campamento y realizó los arrestos.
En la región del centro-norte de Estados Unidos, un campamento en el campus de la Universidad de Michigan había crecido hasta tener casi 40 tiendas de campaña. Y nueve manifestantes contra la guerra de la Universidad de Minnesota fueron detenidos el martes por la mañana luego de que la policía desmanteló un campamento un par de horas después de que había sido colocado frente a la biblioteca.
En la costa oeste del país, la Universidad Politécnica del estado de California, Humboldt, anunció que su campus permanecerá cerrado hasta el miércoles luego de que los manifestantes ocuparon un edificio el lunes por la noche. Tres fueron arrestados. Las clases serán a distancia, informó la universidad en su sitio web.
Desde que empezó la guerra en la Franja de Gaza, colegios y universidades se han esforzado por equilibrar la seguridad con el derecho a la libertad de expresión. Muchas toleraron durante mucho tiempo las protestas, pero ahora imponen una disciplina más estricta.
La Universidad de Harvard en Massachusetts ha intentado adelantarse a las protestas cerrando la mayoría de las puertas de acceso a su famoso Harvard Yard y limitando el acceso a quienes lleven una identificación de la escuela. La universidad también ha colocado carteles que advierten contra la instalación de tiendas o mesas en el campus sin permiso.
Christian Deleon, un estudiante de doctorado en literatura de 30 años de edad, dijo que entendía la razón por la que los directivos de Harvard podrían estar tratando de evitar que se lleven a cabo protestas, pero señaló que aún así debe de haber un espacio para que los estudiantes expresen lo que piensan.
“Obviamente es complicado”, comentó. “Mi opinión es que todos deberíamos poder usar este tipo de espacios para protestar, para que se escuche nuestra voz”.
Ben Wizner, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que los directivos de las escuelas enfrentan decisiones sumamente difíciles debido a que tienen la responsabilidad de garantizar que la gente pueda expresar sus puntos de vista, incluso cuando resulten ofensivos para otras personas.
“Pero también necesitan proteger a los estudiantes del acoso selectivo, de las amenazas y de la intimidación”, comentó. “Y a veces esa línea puede parecer gris”.
Leo Auerbach, estudiante de la Universidad de Michigan, dijo que las diferentes posturas en torno a la guerra no han hecho que se sienta inseguro en el campus, sino que tiene miedo de la “retórica de odio y el sentimiento antisemita que se están repitiendo”.
“Si estamos tratando de crear una comunidad incluyente en el campus, necesita haber un diálogo constructivo entre los grupos”, dijo Auerbach. “Y ahora mismo, no se está entablando ningún diálogo”.
En el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), la estudiante de último año de física de 22 años de edad, Hannah Didehbani, señaló que los manifestantes se inspiraron en los de Columbia.
“Ahora mismo hay varios profesores en el campus que reciben financiación directa para investigación del Ministerio de Defensa de Israel”, dijo. “Hemos estado pidiendo que el MIT corte esos lazos”.
Manifestantes en la Universidad de California, campus Berkeley, que tenía un campamento de unas 30 tiendas de campaña el martes, también se inspiraron en los de Columbia, “a quienes consideramos el corazón del movimiento estudiantil”, comentó Malak Afaneh, estudiante de derecho.
“Pero lo más importante es que nos solidarizamos con nuestra gente en Palestina”, comentó.
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