Los repartidores de comida celebran una victoria agridulce contra las aplicaciones
Repartidores denuncian prácticas coercitivas de empresas de reparto
Los repartidores de comida en Nueva York celebraron hoy una victoria frente a las poderosas aplicaciones para las que trabajan luego de que un tribunal revalidara la ley de la ciudad que impone, por primera vez en Estados Unidos, un salario mínimo para estos trabajadores de 17.96 dólares la hora. Pero la lucha continúa.
"Estamos contentos pero también un poco frustrados", porque las empresas de reparto están tomando represalias al imponer poco tiempo para entregas y al retener o hacer difícil que puedan obtener sus propinas, comentó el líder de 'Deliveristas Unidos', Gustavo Ajche, que identificó a Uber y DoorDash como responsables de esa práctica.
"Pero aquí estamos y seguiremos luchando para que los trabajadores sean tratados con dignidad", afirmó el guatemalteco, que hace tres años fundó el grupo y junto a sus compañeros, un gran número de ellos latinos, y el apoyo del Proyecto de Justicia Laboral lograron que la ciudad aprobara varios beneficios, entre ellos el salario mínimo, que debió entrar en vigor el 12 de julio pero fue paralizado por una demanda.
Se trata de un "momento histórico", dijeron en conferencia de prensa el alcalde de Nueva York, Eric Adams, y la comisionada del Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador, Vida Mayuga, que vela por el cumplimiento de esta ley.
"Este es un momento histórico, no le resten importancia. Ustedes ganaron la lucha para decir en todo el país que la gente merece que se les pague el salario que merecen", afirmó Adams.
Mayuga destacó que el salario mínimo, que entró finalmente en vigor este lunes, será de 17.96 dólares la hora más las propinas, lo que se debe reflejar en el próximo pago a los trabajadores. Para el 2025 será de 19.96 dólares la hora.
El pasado 1 de diciembre un tribunal de apelaciones estatal rechazó una demanda de las aplicaciones para frenar la ley que establece el salario mínimo, que debió entrar en vigor el pasado julio.
Las compañías DoorDash, Uber Eats y GrubHub, que dominan el sector de los repartos de comida a domicilio, demandaron argumentando que el salario que se iba a establecer era muy alto y que la nueva ley les obligaría a aumentar las tarifas a los consumidores y limitar el número de personas que trabajan para las aplicaciones.
Las aplicaciones consideran a los repartidores contratistas independientes y no empleados, a los que pagan alrededor de 7,09 dólares la hora excluyendo propinas, sin reembolso de gastos, horas extras u otros beneficios como un seguro médico.
Tras la decisión del tribunal, DoorDash y Uber hicieron cambios en la página en que se pide la comida, dificultando el pago de las propinas.
Mayuga, que exhortó a los 'deliveristas' a llamar a su oficina o hacer denuncias si tienen problemas, indicó que están atentos al cumplimento del pago del salario y de las propinas.
Un portavoz de DoorDash, Eli Scheinholtz, dijo al diario digital "The City" en referencia a los cambios que "las políticas tienen consecuencias y estos cambios son resultado directo del estándar de ingresos extremo impuesto en la ciudad de Nueva York".
Mientras que Eli Scheinholtz, portavoz de Uber, indicó al diario sobre el poco tiempo que están exigiendo para las entregas que "el énfasis de la ciudad en aumentar la productividad para alcanzar el salario mínimo obligará a los mensajeros a realizar más entregas; esta es una forma de empezar a hacerlo".
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