Ritmos, raíces y fusiones: claves del éxito internacional de la música colombiana
La diversidad cultural y musical de Colombia, unida a sus contagiosos ritmos y la fusión de estilos, ha catapultado su música a un lugar destacado en el panorama global
Con más de 60 conciertos en diferentes países de Europa, América y Suramérica, Karol G, “La Bichota”, paseó durante un año su tour “Mañana será bonito” entre millones de seguidores que corearon sus canciones, llenando estadios impensables (como el MetLife Stadium en Nueva Jersey y el Rose Bowl en Pasadena, California) o estrenándose como la primera artista latina en muchos otros.
Según las últimas informaciones, la gira generó 138 millones de dólares, convirtiéndose en la gira latina más lucrativa de una latina en la historia de Boxscore.
Al menos hasta que Shakira, inicie la suya en noviembre con “Las mujeres ya no lloran world tour” porque “La Loba” ya ha vendido las entradas para 13 de los estadios internacionales que visitará con su gira en menos de 2 horas, teniendo en cuenta que seguirá agregando países y fechas nuevas. Y más ahora que el video de su más reciente éxito, “Soltera” alcanzó 4.5 millones de vistas en las primeras 24 horas de su estreno en Youtube.
¿Cómo ha conseguido la música colombiana convertirse en un fenómeno de masas global? Para conocer la respuesta hay que remontarse a sus raíces y analizar los elementos que la han impulsado.
Colombia es un país con una sorprendente riqueza cultural debido a influencias que van desde las indígenas, africanas, europeas y caribeñas.
Una de las expresiones de su vasta cultura se encuentra en su variado repertorio musical que abarca el vallenato, cumbia, salsa, bambuco, pasillo, porro y las fusiones que dan cuerpo a la música urbana, con las que sus exponentes han sabido, unos más que otros, marcar su territorio fuera de su país.
Esencia musical colombiana
Si se habla de los géneros musicales colombianos destacados, hay que citar, en la cumbia, por ejemplo, a La Sonora Dinamita, Andrés Landero, Totó la Momposina (Sonia Bazanta Vides), agrupaciones cuyos orígenes se remontan a las décadas de los años 30, 40 y 60.
El legado musical de estos artistas salió de las fronteras colombianas a través del vallenato, la cumbia, bullerengue (orígenes africanos mezclados con danza) y porro (género musical y una danza folclórica tradicional de la región caribeña de Colombia, particularmente en los departamentos de Sucre y Córdoba).
Los nombres aquí citados, entre otros, se encargaron de sentar las bases para el desarrollo de la música colombiana por su variedad temática y esencia de esas tierras, convirtiéndose en un referente de su evolución en la música tropical en América Latina y en otras latitudes.
Entre las figuras que contribuyeron al fortalecimiento de la industria creativa en la música, sobresalen, con notas en azul, figuras como Jorge Celedón, Leandro Díaz, Alejandro Durán, Los Diablitos, Francisco El Hombre, Iván Villazón, así como el laureado cantautor Carlos Vives, quien se encargó de posicionar con gran acierto el vallenato.
Leandro Díaz, por ejemplo, fue un destacado cantautor y compositor, reconocido principalmente por su contribución al género del vallenato. El nativo de La Guajira, que nació en 1928, fue un ejemplo de superación para los colombianos, ya que a la edad de cuatro años quedó ciego; sin embargo, eso no impidió que desarrollara su extraordinario talento, hasta convertirse en uno de los exponentes más admirados del vallenato.
Alrededor de 300 canciones forman parte la creación de Leandro Díaz, quien también grabó merengues, entre ellas “La Cumbia de la cucaracha”, “La gota fría” y “La caza”, canciones en las que reflejó la vida cotidiana del campo con temas en los que combinó el amor, el desamor y la región caribeña.
Díaz, considerado uno de los grandes maestros del género, dejó una prosa de contenido poético y profundo, cuya obra artística ha sido grabada por renombrados artistas de su país y en el extranjero. En reconocimiento a sus aportes, se creó el Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar.
Jorge Celedón, cantante y compositor de vallenato, fue uno de los que tomó con acierto el legado de Leandro Díaz, seguido por Alejandro Durán y Francisco El Hombre.
La proyección de Carlos Vives
Carlos Vives, una figura de la televisión que abrazó varios géneros musicales, ha tenido una exitosa trayectoria marcada por el pop, el rock, la música folclórica y cumbia, teniendo como base la promoción del vallenato, de la mano de acordeonistas como Andrés Castro e Iván Zuleta, entre otros.
Con los álbumes “Por fuera y por dentro" (1986), “Clásicos de la provincia” (1993), "La tierra del olvido" (1995), "Vives" (2004), "El rock de mi país" (2013), "Más + Vives" (2014), "Corazón profundo" (2014), "Vives" (2017), o "Cumbiana I y II" (2020-21), Carlos Vives se consagró como un gran defensor de sus raíces, logrando el aplauso de su gente y en el extranjero.
A la lista de los artistas que han apostado por los ritmos colombianos, que han mezclado el vallenato, figura el cantautor Fonseca, quien en sus álbumes ha incluido los colores folclóricos colombianos.
La popularidad de la cumbia
La cumbia ha alcanzado popularidad en varios países de América Latina y ha influido en géneros como la música tropical en Estados Unidos.
Entre los protagonistas de este género figuran Los Corraleros de Majagual, una agrupación referente por su estilo alegre y festivo. Andrés Landero, considerado como el “Rey de la cumbia”, saltó a la fama internacional por la calidad musical de sus letras.
Totó la Momposina, una de las figuras claves en el folclor colombiano, fue aclamada por su interpretación de la cumbia y de otros géneros. Su álbum "La Verdolaga" es un gran ejemplo de su trabajo. La lista no está completa sin mencionar a Petrona Martínez, cuya portentosa voz e interpretación de cumbia y porros la convirtieron en una de las grandes defensoras de la música autóctona.
De igual modo, merece una mención especial la agrupación Los Gaiteros de San Jacinto, quienes incorporaron la gaita. El acordeonista y cantante Juancho Rois, conocido por su estilo innovador en la cumbia, fusionando ritmos tradicionales con nuevos sonidos, hizo aportes importantes a la cumbia.
Los Soneros de Gamero, una auténtica agrupación que ha contribuido a la cumbia a lo largo de los años, fue parte de su evolución, así como el grupo Cumbia de la Costa, una orquesta representativa de la cumbia en la región caribeña, que contribuyó a su popularidad y difusión.
La cumbia y la salsa
La salsa en Colombia ha tenido un desarrollo significativo, especialmente en ciudades como Cali, conocida como la "capital de la salsa" en el país. Entre las figuras claves para su desarrollo y visualización en el mundo destaca Joe Arroyo, uno de los más grandes exponentes de la salsa en Colombia, quien fusionó ritmos afrocolombianos con la salsa, creando un sonido único. "La Rebelión" es un ejemplo de su legado.
La agrupación Tesoros de Fruko (Julio Ernesto Estrada) tuvo un papel fundamental en el posicionamiento de la salsa en suelo colombiano en las décadas de los años 70 y 80. Con su álbum "No hay quinto malo", envió un mensaje al mundo de por qué era uno de los artistas del género que dejaría una gran huella.
Fundado por Jairo Valera en 1980, el Grupo Niche se consagró como uno de los más exitosos. "Cielo de tambores" y "Gotas de lluvia" son emblemáticas canciones que lo convirtieron en la agrupación preferida por los salseros. Su impecable estilo sustentado en salsa dura con influencias de ritmos tropicales y afrocolombianos, los mantiene presentes en la memoria emocional del público, más allá del fallecimiento de su líder, convirtiéndolos en clásicos del género.
Otras agrupaciones han fortalecido la salsa en Colombia, como La Sonora Carruseles, Alberto Barros, El Grupo Sabrosón y Los Salsa Brava.
Reguetón y fusiones rítmicas de Colombia
- La música urbana, el sonido de la nueva generación, ha emergido con fuerza en Colombia deslumbrando al mundo con su energía contagiosa y ritmos vibrantes.
- Artistas como J Balvin, Maluma o Karol G son promotores de los ritmos colombianos, que han sabido fusionar con la rica diversidad de esa nación, tomando las riendas de este fenómeno al fusionar ritmos tradicionales colombianos con influencias globales, creando así un estilo fresco y cautivador.
- Pero no son solo ellos quienes brillan en este escenario. Artistas como Shakira, Juanes y Andrés Cepeda han pavimentado el camino, ampliando el espectro musical del país.
- Sus colaboraciones con músicos internacionales han catapultado la diversidad cultural colombiana a un nivel que antes parecía inalcanzable, permitiendo que su esencia llegue a audiencias de todos los rincones del planeta.
- Lo fascinante de la música colombiana es su capacidad de adaptarse. La mezcla de sonidos modernos con raíces tradicionales no solo la mantiene relevante, sino que también la transforma en un vehículo poderoso para contar historias y conectar con el público. Cada letra, cada ritmo, es un reflejo de la rica cultura que la sustenta.
A medida que el mundo escucha, Colombia reafirma su lugar en el mapa musical global, y esta revolución urbana no parece tener freno, los que nos hace preguntarnos: ¿quién será el próximo talento en surgir?
Diversidad musical
La diversidad de la música colombiana se refleja en sus variadas estructuras musicales, que van desde ritmos festivos y pegajosos hasta melodías más suaves y líricas poéticas. Cada género tiene su forma distintiva que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, fusionando influencias indígenas, africanas y europeas. Esto contribuye a la riqueza cultural del país y a la identidad musical de Colombia.
La música autóctona de Colombia es un reflejo vibrante de la diversidad cultural, étnica y geográfica del país. Desde los ritmos afrocolombianos en la costa caribeña hasta las melodías indígenas en los Andes, la música colombiana ha evolucionado a lo largo de los siglos, fusionando influencias de diversas culturas que han dejado una huella indeleble en su historia.
La historia de la música autóctona de Colombia se remonta a las tradiciones indígenas, que utilizaban la música en ceremonias, rituales y celebraciones.
Con la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, se introdujeron nuevos instrumentos, formas musicales y estilos. Esta mezcla cultural dio lugar a una rica diversidad musical que sigue vigente hoy en día.
Debido a la riqueza cultural, Colombia fortalece su acervo musical con la presencia en su territorios de destacadas agrupaciones y artistas extranjeros que no solo van a nutrirse de sus sonidos, sino que llevan sus propuestas musicales.
Una lista extensa de artistas tropicales, entre los que figuran exponentes dominicanos, puertorriqueños, colombianos, mexicanos, venezolanos, brasileños y españoles, visitan la plaza en la que gozan de amplia popularidad.
Entre sus riquezas, figura el emblemático Carnaval de Barranquilla, llamado popularmente también Festival de Barranquilla, un evento que, debido a que reúne las expresiones musicales más trascendentes de Colombia, fue declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO el 7 de noviembre de 2003 y se celebra anualmente. El Festival de Barranquilla tiene su origen en el siglo XIX y surgió con el nombre de Carnaval de Barranquilla; sin embargo, no fue sino hasta 1865 cuando evolucionó y sus organizadores, de manera coloquial, decidieron llamarle festival.
El evento, además de la participación de las principales orquestas, grupos de danza y música autóctonas, acoge también a agrupaciones internacionales, procedentes de distintos países, entre ellos de la República Dominicana, Puerto Rico o Venezuela, por citar algunas.
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