Pablo López, "el hombre más rico del mundo", puso en pie al Teatro Nacional

Con la entrada pautada para las 8:30 de la tarde, el Teatro Nacional esperó impaciente a que el cantante y compositor español Pablo López comenzase su espectáculo. El músico respondió con sobresaliente a la demanda del público, el cual coreó su nombre en cada tema.

López hizo a la República Dominicana olvidar "que el hombre no es más que un hombre", y que todos tenemos "de frontera una canción".

Desde antes de salir al escenario, sus fanáticos reunidos en la sala coreaban su nombre para que todo comenzase antes, pero nunca terminase. El compositor conquistó los corazones de todos ellos con canciones como "Mamá no", "El gato" y "Quasi".

Todo comenzó con una luz blanca dirigida al piano y humo alrededor. López salió a "el Patio", con la magia de un "Unikornio" y desde el primer tema hasta el último, no solo el público lo acompañó, sino que también lo enamoró.

En repetidas ocasiones, el músico español se detuvo a interactuar pues, para su sorpresa, el auditorio le acompañó en todas las canciones, como si de una coral se tratase. 

La puesta escena

El compositor estuvo acompañado de sus músicos: dos en viento metal, dos en cuerda y uno en percusión.

Las luces, colgando del techo en formación militar, tuvieron un papel importante creando el ambiente perfecto en cada canción, desde la furia con temas como "Tu enemigo", hasta la emoción de otros como "Lo saben mis zapatos". 

Desde luego, durante las más de 2 horas que duró el concierto, López nos recordó que todos somos "hijos del verbo amar" y que él quedó enamorado de la República Dominicana y su gente. 

Después de su visita a Santo Domingo, el compositor español hará una ruta de tres fechas en Estados Unidos, otras tres en México y una en Costa Rica, para luego volar a Europa y terminar su gira con 6 conciertos en las principales capitales.