Exdiseñadora de vestuario acusa a la cantante Lizzo de acoso y discriminación

La cantante Lizzo enfrenta una nueva demanda, esta vez por su exdiseñadora de vestuario, quien acusa a la cantante y a su equipo de acoso sexual y discriminación racial.

Asha Daniels fue diseñadora de vestuario para la gira de Lizzo en 2023 y acusó a la cantante de permitir un ambiente de trabajo hostil, luego de que su equipo hiciera comentarios racistas y gordofóbicos.

La demanda, presentada en el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, acusa a la encargada de vestuario Amanda Nomura de hacer imitaciones estereotipadas de mujeres negras, refiriéndose a ellas como "gordas", "inútiles" y "tontas".

"Lizzo es la jefa, así que la responsabilidad recae sobre ella", dijo el abogado de Daniels, Ron Zambrano, en un comunicado.

Asimismo, la diseñadora acusó que en un chat grupal, donde estaban con otros miembros del personal, se enviaban imágenes que mostraban genitales masculinos.

"Lizzo encontró que la imagen era cómica, lo que fomentaba aún más una cultura laboral insegura y cargada de sexualidad", asevera la demanda obtenida por TMZ.

Daniels también alegó que, durante la gira en Ámsterdam, escuchó cómo el equipo directivo de Lizzo discutía sobre la contratación de trabajadores sexuales para actos lascivos.

En cuanto a la carga de trabajo, Asha Daniels denunció que la obligaron a trabajar 20 horas al día, los siete días de la semana, además de que se le negaban los descansos.

Pese a ello, fue despedida "sin previo aviso ni motivo" antes de que expirara su contrato, lo que le provocó problemas de salud.

"Ella continúa sufriendo ansiedad y trastorno de estrés postraumático después de la gira; y sufre de migrañas y de contracciones oculares y distorsiones oculares inducidas por la confusión mental y fatiga", agrega la demanda.

En respuesta, un portavoz de Lizzo afirmó que era "una demanda publicitaria falsa y absurda" de una persona que "en realidad nunca conoció ni habló con Lizzo".

La denuncia de Asha Daniels fue presentada un mes después de que tres bailarinas acusaran a Lizzo de acoso sexual y de crear un ambiente hostil de trabajo.