Críticos de moda colocan a Luis y a Raquel entre los mejor vestidos de la coronación

Las críticas de moda de los medios de comunicación del mundo han colocado a la pareja presidencial dominicana entre los mejor vestidos de la Ceremonia de Coronación de los Reyes de Inglaterra Carlos III y Camila, que se realizó este fin de semana.

La prestigiosa revista Vogue Australia posicionó al presidente Luis Abinader y la primera dama Raquel Arbaje, en el lugar 13 de su listado de 16; la revista británica Tatler los colocó en la posición número 11 de 20; mientras que el diario canadiense Global News la ubicó en el lugar 14 de su lista de 15 mejor vestidos.

La CBS News colocó a la pareja entre sus primeros 10 mejor vestidos, resaltando que son los únicos no monarcas de ese grupo.

La excelente selección de vestuario de Abinader y Arbaje los han llevado a coincidir junto a representantes de grandes naciones del mundo como el primer ministro canadiense Justin Trudeau y su esposa Sophie; el Rey de España Felipe VI y la Reina Letizia; así como el presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte.

Vestuario de la pareja presidencial

La pareja presidencial dominicana siempre está “bien puesta”, de pie a cabeza. Su impecable estilo ha hecho que el nombre de República Dominicana sea mencionado de buena manera, especialmente en una ceremonia tan relevante como la coronación de Carlos III y Camila, donde la etiqueta y el protocolo es minucioso y no cualquiera acierta ante los ojos de la cruda críticas de los especialistas de la moda de medios reconocidos.

El presidente de la República lució un traje de negocios, discreto, tal como dicta el código de vestimenta de la coronación.

Raquel tiende a dar apoyo a los sellos de moda locales, en esta ocasión fue un modelo Oscar de la Renta hecho en Italia, totalmente negro, de encaje guipur con transparencia cubierta con un vestido base. Lo acompañó con un bolso mini y calzado tipo stiletto, ambos de color negro.

El peinado fue un gran acierto. Ella llevó un moño bajo que deja su cuello y rostro libre para exaltar la solemnidad de su vestido.