Carlos Veitía apuesta a una gestión de calidad y que haga rentable al Teatro Nacional

El maestro de la danza Carlos Veitía agradeció al presidente Luis Abinader su designación como director del Teatro Nacional Eduardo Brito, posición que asumió desde el 15 de este mes.

Veitía, quien relevó en el cargo al experimentado actor Carlos Espinal, aseguró que desde su dirección se propone honrar el compromiso al frente de la institución que está celebrando sus 49 años de creación.

Al referirse al reto que encara recordó: “El Teatro Nacional fue edificado para estar a la disposición de lo mejor del arte de nuestro país. No pertenece a ninguno de nosotros, pero sí a todos”, aseguró en una declaración escrita a Diario Libre. 

Agregó: “He llegado a la dirección del Teatro Nacional porque el gobierno del presidente Luis Abinader así lo ha dispuesto. Agradezco la confianza depositada en mí y haré mi mayor esfuerzo para honrar el propósito de su creación hace 49 años”, sostuvo. 

El experimentado maestro de la danza recordó que su trayecto en las artes escénicas ha sido como el de muchos de sus colegas. “Un servicio y un compromiso con el desarrollo y profesionalización de la manifestación que ejerzo, la danza”. 

Reto

Veitía está consciente de los desafíos que tiene como director del Teatro Nacional Eduardo Brito. “Estar al frente de una institución del calibre de un teatro por donde han pasado las más grandes luminarias nuestras y del mundo no es una misión sencilla, requiere un ejercicio de madurez, de juicio, imparcialidad, criterio, justicia y de infundir y practicar el respeto mutuo”.

Adelantó que en su gestión velará por el respeto a la trayectoria de sus colegas. “Y por implantar el orden en todos los sentidos e incentivar la mística que debe prevalecer y reinar en un templo de arte. Hay que ser consciente de que se espera equilibrio entre la calidad de lo que sube a escena y una gestión que haga funcional y rentable la institución”, comentó. 

Una gestión inclusiva

Apela a una administración inclusiva que se extienda a toda la sociedad, por entender que el Teatro Nacional fue levantado para llevar cultura a los dominicanos “para nuestro disfrute y educación, pero sobre todo para ser un templo de gozo sensorial y espiritual”, comentó.