¿Por qué no dejamos algunos errores atrás?
Muchas grandes victorias están compuestas de pequeñas victorias combinadas con pequeñas derrotas
Un gran engañador anda suelto después de haber cumplido su condena por no devolver la inversión y los intereses generados a los inversionistas.
Apenas dos semanas habían pasado de su liberación cuando los medios reportaban que la gente le estaba llevando dinero nuevamente.
Una semana más tarde todo resbaló y volvieron a perder dinero con tan resbaladizo personaje.
—¿Por qué volvieron a caer, Diego Sosa?
Podría decir que por la falacia del coste hundido, fenómeno muy estudiado y que los jugadores de los casinos conocen muy bien.
Es tan interesante lo que pasa, a tal punto que nos es más fácil hacerle un favor a quien ya le hicimos uno, que a alguien que lo solicita por primera vez. Nuestra mente aparenta pensar que, si no hacemos el segundo, habremos perdido la oportunidad de cobrarnos el primero.
Retornando al casino, cuando alguien va perdiendo piensa que podrá recuperar lo perdido, no que ganará. No pasa raya e inicia de nuevo otro día; sigue sumergido y después de cada apuesta termina más profundo.
Analizar los errores cometidos
Quizá el cambio de año que se aproxima nos pueda servir para cerrar algunas de esas cuentas ya perdidas. Puede ser emocionalmente hablando o algún error cometido. Insistir en el camino errado solo por pensar que recuperaremos lo perdido no es lo más asertivo.
Pienso que si dedico el tiempo y esfuerzo a otra actividad quizá gano más que lo perdido que pienso recuperar.
Lo sé, emocionalmente no es lo mismo, estaría aceptando que me fue mal o que cometí un error. Te hago una pregunta corta y contundente: ¿Y?
Si ganar 10 por otro lado es más fácil que recuperar 10 perdidos, no tiene sentido insistir.
—¡Eso es injusto! No puedo dejar que se quede con lo mío. Me engañó -escucho decir a una amiga cuando lea este artículo.
Y mi respuesta es: "Es cierto, pero lo perdido está perdido. Lo que piensas que es recuperarlo es una nueva acción con alguien que ya te costó. Que sea injusto no puede robarme mi tranquilidad. Lo perdido, perdido está".
Muchas grandes victorias están compuestas de pequeñas victorias combinadas con pequeñas derrotas. No puedo concentrarme en lo que perdí, sino en lo próximo que puedo ganar.