Micaela Arriaza: “El acompañamiento de una doula tranquiliza a la madre”
Una doula proporciona el apoyo físico y emocional continuo para convertir el parto en una experiencia mucho más enriquecedora
¿Por qué hay mujeres que eligen a una doula para acompañarlas en el parto? Porque una doula proporciona el apoyo físico y emocional continuo para convertir el parto en una experiencia personalizada y más enriquecedora, ya sea en casa, una clínica o maternidad.
¿Qué te motivó a ser doula?
La ignorancia. Por no tener información me hicieron una cesárea innecesaria, no pude lactar y yo no entendía qué necesitaba mi primera hija. Todo fue muy difícil, no tuve el conocimiento ni el apoyo (por falta de información) durante mi parto y postparto. Un día, sentada, mirando a mi hija recién nacida, pensé que esto no tenía que ser así, no tenía que ser tan difícil. En ese momento supe que quería aprender cómo sobrellevar este periodo y ayudar a nuevos padres a no pasar por lo que yo pasé, un parto y postparto en total ignorancia. Yo quería guiarlos y ayudarlos para que disfrutaran del momento, los quería empoderar e informar sobre sus partos y sobre el cuidado y las necesidades de su recién nacido. Cuando mi primera hija tenía nueve meses, decidí irme a EEUU y empezar a aprender cómo ayudar a los nuevos padres. En ese momento comencé cómo educadora de preparación al parto y para completar la certificación tuve que presenciar tres partos. Esos partos me cambiaron la vida, fueron increíbles, en ese momento me di cuenta de cuánto necesitaban las madres información y apoyo antes, durante y después del parto. Algunos años después me tocó ir a la maternidad de la Altagracia con un grupo de mujeres que se entrenaban para ser doulas. Cuando entramos a la sala de preparto nos encontramos con 20 mujeres en trabajo de parto, cada una con 4-5 cm de dilatación, todas estaban en labor de parto desde la madrugada. Éramos cinco doulas, cada doula eligió una mujer, y durante dos horas las acompañamos, la masajeamos, les dimos agua y galletas de soda (a escondidas), las llevamos al baño y de repente las cinco mujeres empezaron a parir todas al mismo tiempo, las otras 15 seguían igual. Ese día fui testigo de la fuerza del acompañamiento, de la humanización durante el parto y de la importancia del acompañamiento de una doula.
Eres mamá de dos niñas, Isabella y Miranda, ¿fue la experiencia en el parto la que desencadenó todo?
Siempre les cuento a las madres que mi esposo y yo eramos las personas más ignorantes cuando se trató de mi primer embarazo. Me hicieron una cesárea a las 36 semanas, todo fue muy difícil; estuvimos separadas por 10 horas, ni sabíamos que podiamos estar con ella, simplemente se la llevaron; la lactancia se me dificultó muchísimo; la segunda noche se la volvieron a llevar al área de recién nacidos para que yo “descansara” y yo lo permití, pensé que era obligado. Cuando Isabella nació no sentí una conexión inmediata con ella, y eso me hizo sentir peor porque ¿dónde estaba el “supuesto” amor de madre? No fue hasta que me fui a EEUU para certificarme que me di cuenta que cuando me hicieron la cesárea de Isabella, yo ni siquiera estaba en trabajo de parto. Hasta la fecha no sé cual fue la razón para mi cesárea, la única razón que tengo es que no tenía la información necesaria. No lacté por falta de apoyo e información, mi esposo me hubiera apoyado pero él tampoco sabía nada. Con mi segundo embarazo llegué a mis 40 semanas con información y apoyo, rompí fuente, tuve mis contracciones, mi cuerpo estaba haciendo lo que estaba diseñado para hacer. Al final también fue cesárea, pero esta vez estaba mucho más informada. Pedí que Miranda estuviera conmigo desde que salí del quirófano, la lacté de una vez y nunca se separó de mí, sentí una conexión inmediata, a diferencia de mi primer parto cuando no hice trabajo de parto. Sentí que mis deseos fueron tomados en cuenta por el equipo médico y la clínica, me sentí totalmente apoyada y eso que todavía no existía la cesárea humanizada.
¿Destacarías algún momento especial? ¿Contaste tú con la ayuda de una doula?
No sabía lo que era una doula cuando tuve a mis hijas, pero sí conocía de la importancia del apoyo y acompañamiento continuo, así que durante mi segunda labor de parto estuve acompañada por mi hermana y mi esposo. Mis contracciones, aunque era fuerte para mí, eran casi imperceptibles porque bajamos la percepción de dolor, teníamos las luces tenues, estaba sentada arriba de una pelota de yoga, escuchando música. Mi esposo me masajeaba la espalda y mi hermana mis manos. Estaba manejando los dolores súper bien, hasta que entró el director de la clínica, encendió las luces y me dijo que no podía estar arriba de la bola, tenía que estar acostada, mi próxima contracción fue horrible y dolorosa, pero desde que él salió volví a la posición anterior: luces tenues, mi música, mi pelota de yoga, mis masajes y ya las contracciones no me dolían, hasta que mi médico me informó que necesitaba una cesárea.
¿Quién es y en qué consiste el trabajo de una doula?
Una doula puede ser hombre o mujer (aunque generalmente son mujeres) que brinda apoyo físico y emocional continuo a la pareja que está de parto y luego en el postparto. “Continuo” es una palabra importante, porque el médico entra y sale y las enfermeras tienen turnos y atienden a otros pacientes, pero la doula está ahí para la pareja, más nadie, no tiene hora de salida, no tiene otro cliente, solamente está enfocada en esa pareja y en ese parto. Hay doulas de parto que solamente trabajan con madres en la labor de parto y parto, hay doulas postparto que solamente trabajan con madres después del parto, y hay algunas doulas que hacen ambas cosas, pero generalmente están divididas en parto y posparto. La doula ayuda a la madre a encontrar posiciones cómodas, ayuda con la relajación, con masajes, puede usar aromaterapia, ayuda a la madre a moverse y es una gran ayuda y apoyo para la pareja, porque puede enfocarse en ser pareja. También la doula es bilingüe en el idioma médico, y ayuda a los padres a entender todos los términos médicos. La doula no es médico y no hace nada médico, no realiza chequeos, no cura heridas, la doula no le lleva la contraria la médico, al revés, la doula es un gran apoyo también para el médico, precisamente porque da un acompañamiento continuo, mientras el médico entra y sale, la doula se queda y le puede ir acompañando a la pareja en el proceso.
¿De dónde procede todo el conocimiento de una doula?
Antes el parto no era un tema médico, era un evento familiar, fisiológico, que ocurría en casa y era atendido por una partera. Las doulas eran ayudantes de la madre. Es que no estamos supuestas ni diseñadas para parir y criar solas, siempre lo hemos hecho en comunidad…hasta recientemente, cuando hablamos de la evolución. El parto se ha medicalizado en los últimos 150 años solamente. Una doula estaba presente en los partos y durante el postparto, hoy en día el conocimiento de la doula viene por una certificación y por experiencia con sus propios partos y los de sus clientes.
¿Por qué necesitan una doula las mujeres gestantes?
Porque estamos diseñadas para gestar y parir en comunidad, no solas. Una doula informa y empodera a la mujer durante el parto y postparto. El acompañamiento de una doula tranquiliza a la madre.
¿Qué puede hacer profesionalmente una doula que cualquier otra figura de asesoramiento en el embarazo o postparto no puede hacer?
Todos pueden brindarle apoyo a la madre, pero la doula debe de tener muy claro su ámbito de práctica. Si es doula, es doula. Si es partera o médico no es doula en ese momento.
¿Qué diferencias hay entre una doula y una partera o matrona?
Una party o matrona asisten a la madre durante el expulsivo (cuando nace el bebé), ellas manejan la parte médica, la doula no. La doula no está entrenada para recibir bebés y atender partos. El rol de la doula es acompañar a la madre emocional y físicamente, o sea alentarla, ayudarla a buscar posiciones más cómodas para el trabajo de parto y parto y la doula también sirve de apoyo para la pareja.
¿Cómo es ese papel de la doula en el parto?
Desde que la madre está en trabajo de parto, comienza el trabajo de la doula. Generalmente la doula de parto llega a la casa de la madre (sin importar la hora) y está con ella y su pareja hasta que sea hora de trasladarse a la clínica. En la clínica, la doula ayuda a la madre a moverse, cambiar de posiciones, le da masajes, y a veces la madre simplemente quiere a la doula presente, sin que ella haga nada, otras veces la doula es fotógrafa para que la pareja pueda estar presente. Después del parto, la doula sigue acompañando a la madre si la pareja tiene que salir con el bebé. La doula está ahí para la madre emocionalmente, mientras que el médico está ahí para la madre físicamente. La doula también involucra a la pareja para que sea parte de todo el proceso, no lo reemplaza.
Muchas personas creen que una doula solo asiste un parto en casa, ¿dónde empieza y dónde acaba el trabajo de una doula?
Las doulas trabajan en partos en casa, en clínicas y también acompañan en cesáreas. El trabajo de la doula comienza cuando la madre la llama y generalmente termina después del nacimiento, cuando el bebé se ha pegado al seno, entonces comienza la doula postparto.
Partos más cortos, reducción de cesáreas, ¿qué otras diferencias (y beneficios) puede marcar una doula en un parto?
La presencia de una doula, solamente su presencia, reduce la cesárea un 50%, el trabajo de parto es más corto cómo vimos en la maternidad, donde las madres acompañadas por doulas dilataron mucho más rapido que las que no lo estuvieron. También se reduce el uso de analgésicos, anestesia, y pitocin, y hay más satisfacción para la madre con su parto, hay menos depresión postparto y tasas más altas de lactancia.
¿Qué ventajas reales tiene un parto menos intervenido (parto respetado)?
Un parto respetado es un parto donde no hay violencia obstétrica, la madre es partícipe de su parto. Mientras menos intervenciones se hacen más pronto es la recuperación de la madre, y es mejor para el bebé. El bebé nace esperando encontrarse con los brazos y el pecho de su madre. Somos mamíferos, pero los partos medicalizados son ambientes no mamíferos. Un parto respetado respeta el tiempo del cuerpo de la madre y respeta el tiempo del bebé. El parto está diseñado para beneficiar a la madre y su bebé con hormonas que juegan un rol importante en establecer un vínculo. Las catecolaminas (hormonas de estrés) que están presentes en el cuerpo del bebé durante y después del parto ayudan a soportar el parto y mantienen al bebé en un estado de alerta, perfecta para conocer a su madre. Cuando una mujer se siente respetada, escuchada y apoyada en uno de los momentos más vulnerables e íntimos de su vida, esta mujer sale fortalecida, no destruida.
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